Los monarcas ocultos del África Subsahariana
Sin apenas autoridad efectiva, reinos como el ugandés Toro luchan por conservar sus tradiciones
EDUARDO S. MOLANO
17/03/2013 00:00h - Actualizado: 17/03/2013 04:00h.
Del reino ugandés de Toro al emirato nigeriano de Kano, no esperen encontrar demasiadas coronas. Pese a que el imaginario colectivo occidental concede un gran poder a la figura de los reyes africanos, en todo el Subsahara tan solo hay dos monarquías funcionales: Suazilandia (absoluta) y Lesotho (constitucional).
Especialmente llamativo es el primer caso.
En la actualidad, se estima que el 39% de todos los habitantes de entre 15 y 49 años de edad de Suazilandia están infectados de Sida. De igual modo, cerca del 70% de la población vive con menos de un euro diario. En palacio, eso sí, las cosas se ven de diferente manera.
Mientras que la fortuna del actual monarca, el rey Mswati III, se cuantifica en cerca de 200 millones de dólares, son los excesos sexuales del propio mandatario, quien cuenta con al menos una docena de esposas, los más denunciados por la comunidad internacional.
Diferente, no obstante, es el caso de Lesotho y su monarca, Letsie III. Desde que en 1995 fuera restaurada la casa real en este Estado, la autoridad de la Corona es prácticamente ceremonial.
Sin embargo, y al margen de estos dos casos, al menos una decena de reinos en el continente cuentan con reconocimiento político. Aunque sin autoridad efectiva.
«En Uganda, monarquías como las de Toro (casa real fundada en 1830) fueron reinstituidas por el Gobierno en 1993 como modo de acercar a las comunidades. Fue tan solo una maniobra política», asegura a ABC Mwambutsya Ndebesa, catedrático del departamento de historia de la Universidad de Makerere.
Para experto, a pesar de la reciente «monarquización» que experimenta el país (en las últimas dos décadas se han recuperado reinos como los de Bunyoro o Busoga), los dirigentes de estas regiones se enfrentan a numerosas contrariedades. Sobre todo, al sufrir el dilema de preservar las tradiciones de sus comunidades y tener que lidiar con la lucha por los recursos naturales.
Éste es el caso de la monarquía Buganda, principal grupo étnico del país, cuyos enfrentamientos con el Gobierno central se han recrudecido en los últimos años. Más aún, después de que en 2010 se desatara un incendio en el cementerio de Kasubi, designado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y lugar de entierro de hasta cuatro reyes del grupo étnico.
En este sentido, los Buganda (quienes acusan al Ejecutivo de tratar de expropiar sus tierras) apelan a los derechos tradicionales de la tribu, en el poder de forma casi ininterrumpida desde el año 1300, para reclamar un espacio en el Gobierno de su país.
Un caso similar al del reino ghanés de Ashanti o al conflictivo emirato de Kano (este Estado nigeriano es sede habitual de sangrientos ataques de la milicia islamista Boko Haram).
Sin espacio en la historia
Otros, en cambio, parecen ya haber perdido la batalla frente a la historia.
A mediados de 2010, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunciaba la supresión de casi la mitad de las monarquías tradicionales de Sudáfrica.
«El régimen de apartheid creó su propio liderazgo tradicional a costa de algunas comunidades», aseguró entonces Zuma, quien reconocía que algunos reyes fueron nombrados por el anterior Gobierno de mayoría blanca. Bajo esta premisa, seis de las 13 monarquías del país tocarían a su fin a la muerte del actual heredero para corregir «los errores del pasado» y reducir las tensiones entre los líderes rivales.
Fuente
Sudáfrica abole seis monarquías tradicionales
Publicado el : 30 Julio 2010 - 2:52 de la tarde | Por Redacción Internet (http://www.anp.nl)
Categorías: abolición África Apartheid Monarquías tradicionales Sudáfrica zulú
Sudáfrica ha anulado seis de las trece monarquías tradicionales del país. Según el presidente, Jacob Zuma, se trataba de resabios del régimen de apartheid. Los seis reyes y reinas no tendrán sucesores al fallecer.
Previo a la decisión, se realizó una investigación de seis años sobre las monarquías tradicionales. Según el mandatario sudafricano, algunas de ellas sirvieron como instrumentos para dividir a la población negra durante el apartheid. En ese entonces, el régimen apoyaba estructuras de poder existentes a cambio de apoyo al gobierno.
La clase dominante blanca había decidido crear territorios llamados bantustanes, adjudicándoselos a diferentes grupos étnicos y sus líderes. Sin embargo, estos “países” nunca tuvieron reconocimiento internacional. Las regiones fueron suprimidas luego de la caída del apartheid, en 1994.
A las seis monarquías que desaparecerán no se las acusa de colaborar con el apartheid. Según Zuma,con la medida se intenta “disminuir las tensiones históricas entre líderes rivales”. Al mismo tiempo, se trata de una medida de ahorro: anualmente, todos los reyes reciben una subvención estatal.
Ceremonial
Los actuales monarcas sólo desempeñan funciones ceremoniales, y carecen de poder político. Entre las monarquías que sí se mantienen se encuentra la del rey zulú Goodwill Zwelithini y el monarca xhosa Zwelonke Sigcawu, que representan a los dos principales grupos de la población.
Zwelithini es conocido principalmente por el festival de la danza de la caña, que se celebra todos los años. En esta tradición, miles de vírgenes zulú traen cañas del río, y las llevan en fila al rey.
Separación
También el rey Buyelekhaya Zwelibanzi Dalindyebo del clan AbaThembu puede seguir de momento en su puesto. El monarca causó conmoción el año pasado al instar a la mitad del país, incluyendo a la ciudad de Johannesburgo, a que se escindiera de Sudáfrica.
Previamente, Buyelekhaya Zwelibanzi Dalindyebo había sido condenado a 15 años de prisión por, entre otros, homicidio involuntario, delito de incendio y violencia. En este caso se ha interpuesto una apelación. Su llamado a la secesión fue recibido mayormente con indiferencia.
Fuente
Los últimos reyes de África
Los monarcas de África se desvanecen
10 de 10 | Las tribus y reinos también varían en cuanto a su relación con el gobierno local. El Jie, por ejemplo, a menudo entra en conflicto con el actual gobierno de Uganda, el cual no siempre simpatiza con sus tradiciones nómadas. - Lochoro Samuel, Karamoja, Uganda
Los monarcas de África se desvanecen
1 de 10 | Durante los últimos cinco años, el historiador de arte y fotógrafo, Alfred Weidinger, quien reside en Viena, ha estado capturando el esplendor de las monarquías y líderes tribales de África para su proyecto fotográfico "The Last Kings of Africa". - Bakary Yerima Bouba Alioum, Lamido de Maroua, Camerún
Se desvanecen los monarcas de África
2 de 10 | Weidinger inicialmente se inspiró en las fotografías de finales del siglo XIX y XX tomadas de líderes y reyes tribales africanos. Sin embargo, Weidinger decidió dejar la composición a la suerte. - Fo Sikam Happi V. de Bana, Bamileke, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
3 de 10 | "Nunca lo organizo... ¡nunca! Solo les pregunto qué quieren hacer y luego los fotografío como ellos quieren mostrarse", dice Weidinger. - Fon Ndofoa Zofoa III de Babungo, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
4 de 10 | "Si ellos quieren que se les muestre con los ministros, aparecen ahí en la imagen. Si quieren aparecer con sus esposas; ellas aparecen allí. No los cambio de lugar. Esta es la razón por la que cada imagen es más o menos diferente en términos de estilo, porque es su estilo". - Alhadji Abba Mahamat Moussa, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
5 de 10 | Un momento destacado fue conocer al 'rey de sexo femenino', Sarauniya Ajima, en la fotografía, en Lougou, Níger. En el pasado, ella se negó a ser fotografiada, pero cedió a dejar que Weidinger le tomara una fotografía. "A ella se le permite hablar con la gente, pero a nadie se le permite verla. Ella sale de su casa solo dos veces a la semana". - Sarauniya Aljima, Lougou, Níger
Los monarcas de África se desvanecen
6 de 10 | Se ha demostrado que encontrar reyes para fotografiar es muy difícil, dice Weidinger. No se cuenta con una guía definitiva que enumere a todas las monarquías y las tribus africanas. Para encontrar su ubicación, Weidinger tiene que depender del conocimiento de los lugareños. - Kan Iya, Obiré, provincia de Poni, Burkina Faso
Los monarcas de África se desvanecen
7 de 10 | Uno de los mejores recursos para localizar a miembros de la realeza, dice Weidinger, eran los taxistas. "Tengo una muy buena red de conductores", admite. "Se convirtieron en una especie de asistentes". - Nana Kwasi Asampong II, Biakoye, Ghana, 2012
Los monarcas de África se desvanecen
8 de 10 | Weidinger descubrió que una cosa que parece distinguir a los monarcas africanos de los miembros de la realeza de todo el mundo es un enfoque religioso entusiasta. "Su poder está en la espiritualidad y esto hace que los monarcas africanos sean tan únicos", dice. - El-Hajj Naaba Kiiba, Ouahigouya, Burkina Faso
Los monarcas de África se desvanecen
9 de 10 | Los 220 gobernantes que Weidinger perfiló eran diferentes de muchas maneras. Algunos fueron elegidos, otros alcanzan su posición a través de la jerarquía. Algunos nunca abandonaron sus aldeas, mientras que otros fueron educados en el extranjero. - Muhammadu Barkindo Aliyu Musdafa, Yola, Nigeria
Los monarcas de África se desvanecen
10 de 10 | Las tribus y reinos también varían en cuanto a su relación con el gobierno local. El Jie, por ejemplo, a menudo entra en conflicto con el actual gobierno de Uganda, el cual no siempre simpatiza con sus tradiciones nómadas. - Lochoro Samuel, Karamoja, Uganda
Los monarcas de África se desvanecen
1 de 10 | Durante los últimos cinco años, el historiador de arte y fotógrafo, Alfred Weidinger, quien reside en Viena, ha estado capturando el esplendor de las monarquías y líderes tribales de África para su proyecto fotográfico "The Last Kings of Africa". - Bakary Yerima Bouba Alioum, Lamido de Maroua, Camerún
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Por CNN en Español, CNN
11:46 ET (15:46 GMT) 28 octubre, 2014
Por Monique Todd
(CNN) — Durante los últimos cinco años, el historiador y fotógrafo Alfred Weidinger, quien reside en Austria, ha viajado por África en busca de la realeza. Su proyecto de fotografía, "The Last Kings of Africa" (Los últimos reyes de África), es su intento por capturar la belleza y la mística de los soberanos más poderosos de la región. Hasta ahora ha fotografiado a 220 reyes y líderes tribales, y aún faltan muchos más.
"Me establecí una especie de fecha límite, que es a finales del próximo año. No solo se trata de la cantidad de reyes o líderes tribales, simplemente es cuestión de países", dice Weidinger, quien tiene previsto visitar África dos veces este año y seis en 2015.
Si estás desde un móvil mira las fotos aquí
"Todavía hay países que definitivamente deseo visitar; por ejemplo, Suazilandia y la parte sur de Sudán".
Los esfuerzos fotográficos de Weidinger en África iniciaron en 1979, pero el pesado equipo que normalmente se utilizaba en esa época rápidamente disuadió al fotógrafo. Treinta años después, una comisión al azar con el objetivo de establecer una exhibición fotográfica, desencadenó un proyecto a largo plazo a través del cual la espléndida cultura de las dinastías de África se convirtió en el centro de atención.
Weidinger no contaba con alguna guía definitiva para ayudar a localizar a todos los miembros de la realeza de África y los líderes tribales. Equipado solo con dos cámaras y un trípode, sus viajes en su mayoría eran improvisados.
"No contamos con una lista, ¡no hay nada! Así que solo tienes que ir allí", dice Weidinger.
"Lo más importante es encontrar un rey; cuando encuentro uno, él me guiará a los demás".
El juego de poder
Hay cientos de monarquías africanas repartidas por todo el continente, pero en la mayoría de los casos el poder gobernante es restringido o no existe. Sin embargo, los funcionarios del gobierno saben que es mejor no pasar por alto la influencia que estos líderes tienen sobre sus respectivas comunidades.
"Algunos países vuelven a establecer el sistema monárquico en la constitución y le dan poder a los líderes tradicionales", dice Weidinger.
"En efecto, algunos políticos lo utilizan porque cada líder tribal representa un grupo étnico y aún siguen las palabras del anciano o el jefe de la tribu. Ellos no saben lo que está sucediendo con los políticos en la capital".
Según Richard Dowden, el director de la Real Sociedad Africana y autor de "Africa: Authored States, Ordinary Miracles", las monarquías tienden a florecer en los países que tienen una estructura de gobierno débil o carecen de una constitución formal. En estos casos, los líderes tribales y los monarcas se consideran más dignos de confianza para hacer las cosas. Níger, Sierra Leona, Burkina Faso y Benin son algunos ejemplos de países que cuentan con fuertes líderes tribales, y algunos de ellos de vez en cuando abordan funciones del gobierno. Fon Ndofoa Zofoa III, por ejemplo, toma decisiones oficiales sobre la tierra hereditaria en su cacicazgo en Babungo, Camerún. Otros líderes, como Sarauniya Aljima, la reina de Lougou en Níger, intervino en asuntos privados, como el matrimonio.
"Cuando se va a llevar a cabo un matrimonio en el pueblo, los monarcas regresan para arreglarlo. En este tipo de asuntos, conservan mucho poder", dice Dowden.
Weidinger descubrió que algo que parece distinguir a los monarcas africanos de los miembros de la realeza de todo el mundo es un enfoque religioso entusiasta:
"Su poder está en la espiritualidad y esto hace que los monarcas africanos sean tan únicos".
El peligro de los celulares
Weidinger dice que, en su opinión, la mayor amenaza para los últimos monarcas que quedan en África no es el gobierno local, sino la modernidad.
Aunque son presentados con ropa lujosa y puestos en tronos dorados, la amenaza de la globalización ha perturbado la influencia y la posición social de muchos de los sujetos de Weidinger.
"Cuando llegas a una región y ves que están trabajando con los teléfonos móviles, es una especie de señal. Si ves teléfonos móviles, definitivamente sabes que es un grupo étnico que se está extinguiendo. La cultura africana está cambiando; hay cambios en la comunicación. La gente se está dirigiendo a las capitales y viven donde ya no hay necesidad de un rey", dice, añadiendo que los teléfonos móviles han hecho que las personas que viven en las comunidades rurales estén menos aisladas. Ahora, los problemas que normalmente abordaban con los líderes de la comunidad, los pueden resolver con expertos que se encuentran más lejos.
Sin embargo, Dowden cree que estos monarcas aún conservarán su poder durante un tiempo.
"Creo que los jefes sobrevivirán", dice.
"Dependiendo de cómo se desarrollen los gobiernos locales en África, se convertirán en figuras para los turistas o seguirán desempeñando un papel muy importante".
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2014/10/28/los-ultimos-reyes-de-africa/
El rey sagrado de Oussouye
JOSÉ NARANJO
11 SEP 2012 - 07:55 CEST
El rey sagrado de Oussouye
Se llama Sibiloumbay Dhiedhou. Luce traje y gorro rojos. En la mano, un cetro confeccionado con hojas de palma. Aparece con paso ceremonioso y se sienta en su taburete de madera. Sólo él puede usarlo. Estamos en un bosque a pocos metros de la estación de transportes de Oussouye, en Casamance (sur de Senegal). Cuando Sibiloumbay Dhiedhou comienza a hablar todo el mundo se calla y escucha con atención. Para algo es el rey, el rey de Oussouye.
Sibiloumbay Dhiedhou, rey de Oussouye. / José Naranjo
Casamance es una región diferente. La tierra, la naturaleza y los árboles tienen una fuerza especial. En plena estación de lluvias luce en todo su esplendor. Pese a encontrarnos en una república, allí existe un puñado reyes tradicionales que siguen jugando un papel clave en sus respectivas comunidades. Y uno de los más importantes en la actualidad es Sibiloumbay Dhiedhou, quien “gobierna” 16 pueblos en serena convivencia con la administración estatal, jugando además un papel clave en el mantenimiento de la paz en un territorio en ocasiones sacudido por la violencia del largo conflicto de la Casamance.
Según el investigador Jordi Tomás, uno de los antropólogos que mejor conoce esta región, el reino de Oussouye se remonta, como mínimo, a finales del siglo XVII. El rey tiene que cumplir una serie de obligaciones, no puede abandonar el reino, ni comer y beber en público y debe vivir siempre en el bosque. Asimismo, está obligado a lucir sus atributos sagrados, que incluyen la corona roja o ejunjum y el cetro, llamado bulas, con el que resuelve los conflictos. “Si veo a dos chicos peleando, intercedo con mi cetro y deben parar en su rencilla”, asegura. Escogido entre tres familias de la nobleza de la etnia joola, su puesto no es hereditario y tiene carácter sagrado entre los animistas. Cuando muera, las familias volverán a reunirse para elegir a un nuevo rey tras intensas deliberaciones.
Arrozales en Seleki (Casamance). / José Naranjo
Antes, Sibiloumbay era un hombre normal. Padre de familia, trabajó como guardia de seguridad y chófer, llevando turistas a la cercana playa de Cap Skirring. Sin embargo, su elección como rey le imposibilita seguir trabajando. Entre sus principales obligaciones está la de rezar a Dios para que proteja a su pueblo, velar para que se mantenga la paz y redistribuir la riqueza. Sus ingresos proceden de las tierras reales, que los campesinos trabajan para él, y cuyo producto, fundamentalmente arroz, reparte luego el rey en función de las necesidades de sus “súbditos”. Asimismo, obtiene fondos de los turistas que acuden a visitarle y que también sirven para paliar las necesidades más perentorias de los habitantes del reino.
El rey, que también se ha hecho cargo de la familia del anterior monarca ya fallecido, gobierna junto al consejo real, integrado por personas de la nobleza joola, y no toma decisiones sin consultarles. Intercede en los conflictos que se producen entre miembros de la comunidad y sus resoluciones se aceptan sin rechistar. “Intervengo siempre que los demandantes no hayan acudido a la Gendarmería o al juez”, explica. El rey es muy popular y muy respetado en Oussouye, donde incluso se han estampado camisetas con su figura.
Llegamos hasta él a través de un contacto que nos ha pasado una amiga que vivió algún tiempo en Oussouye. Sin embargo, este consejero real se encuentra de viaje en Ziguinchor, por lo que nos recomienda que hablemos con Bakeul Dhiedhou. Él nos facilitaría la visita. “Pregunten por él en la estación de transportes de Oussouye”, nos dice. Efectivamente, no fue difícil localizar a Bakeul, pues trabaja allí vendiendo gasolina. La primera vez no pudo ser, el tiempo amenazaba lluvia y en esas condiciones no se podía ver al rey. A la segunda fue la vencida.
Tras caminar pocos metros y apenas adentrarnos en el bosque cercano, nos encontramos con unos troncos sobre el suelo forrados con plástico azul. Allí, al amparo de la vegetación, nos sentamos siguiendo las instrucciones de Bakeul, que se adentra en una construcción rústica que está un poco más allá: es el palacio real. Pasados unos minutos aparece el rey. Este mes de septiembre, como cada año, Oussouye celebrará una gran fiesta en honor a su rey, durante la cual se celebrarán combates de lucha tradicional que, en este pueblo, presentan la particularidad de que también son entre mujeres. El vino de palma, muy consumido en esta zona, contribuirá a que las fiestas sean, una vez más, inolvidables.
Además, Sibilloumbay Dhiedhou se va a convertir, en los próximos meses, en el objeto de un documental que pretende poner el acento sobre el papel que ha jugado esta autoridad tradicional africana en el mantenimiento de la paz. Los impulsores del proyecto son los miembros del Grupo de Estudios de las Sociedades Africanas (GESA) de la Universidad de Barcelona. Según aseguran, en el contexto del conflicto de Casamance, “hay un territorio en el que desde hace casi diez años no se ha producido ningún episodio de violencia relacionado con el enfrentamiento entre el independentista Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) y el Ejército senegalés. Se trata del reino de Oussouye. La violencia cesó en este territorio inmediatamente después de que fuese entronizado el rey”.
El equipo del GESA que grabará este documental y que ya estuvo durante el mes de julio en Oussouye llevando a cabo las localizaciones está dirigido por el investigador africanista Ferrán Iniesta, director del GESA, y en él participará también el ya citado Jordi Tomás, además de jóvenes investigadores de diversas disciplinas. El rodaje tendrá lugar en noviembre de 2012 y los fondos se han conseguido del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), que aporta 9.600 euros, y a través de una campaña de recaudación o crowfounding por la que ya se han conseguido 5.500 euros.
Agboli-Agbo Dedjlani, rey de Abomey (Benín) / Daniel Laine.
Pero el rey de Oussouye no es el único rey africano. La existencia de jefaturas tradicionales que ostentan aún una gran influencia en los pueblos de África incluso después de los procesos de descolonización e independencias ha despertado siempre una gran fascinación entre periodistas, investigadores y público en general. Incluso existe un pueblo en Nigeria llamado Kumbwada gobernado por una reina, Hajia Ahmed.
El periodista francés Daniel Lainé llevó a cabo hace unos años un trabajo de investigación que le llevó a fotografiar a decenas de monarcas del continente, fundamentalmente en países como Benín y Nigeria. Para llevar a cabo su obra, que se acabó convirtiendo en el premiado libro “Reyes de África”, Lainé tardó más de tres años y tuvo que someterse, en ocasiones, a complicados protocolos. Sus fotografías reflejan, en cierta medida, que el tiempo de las monarquías africanas no ha pasado y que en muchos rincones del continente estas formas de organización social siguen estando vigentes.
Fuente http://www.elmundo.es/internacional.html?intcmp=MENUHOM24801&s_kw=internacional
El rey africano que gobierna desde Alemania por Skype
Luiza Bandeira
BBC Brasil
7 abril 2015
Rey
Sin tecnología, sería imposible gobernar, dice el rey.
Cuando llega el fin de su turno como mecánico, Cefas Bansah vuelve a su casa en Ludwigshafen, Alemania, se cambia el uniforme azul por ropa de colores, se pone su corona, se sienta en su trono y se conecta a Skype.
A la distancia, el hombre gobierna un reino tradicional en Ghana, a más de 6.000 kilómetros.
Bansah, de 66 años, tiene casi 300.000 súbditos en Hohoe, cerca de la frontera con Togo. Pero vive en Alemania, desde donde conversa con sus súbditos en sesiones y discursos individuales, y se reúne con líderes locales.
Depende de la tecnología no sólo para comunicarse. Sin la capacidad de financiamiento propio, está haciendo una colecta en línea para construir una escuela técnica para su pueblo, el grupo étnico Ewe.
Rey de mecánico
El rey tiene un taller mecánico en Alemania.
Hasta el momento ha recaudado más de US$19.300.
"Sin toda esta tecnología sería imposible", le dice Bansah a BBC Brasil, en una entrevista telefónica.
El rey llegó al poder en 1992 tras la muerte de su abuelo. Fue coronado después de un salto en la línea de sucesión - su padre y el mayor de sus 75 hermanos no tuvieron éxito por una razón curiosa: ambos son zurdos, sinónimo de falta de honradez en su etnia.
Cuando su abuelo murió, Bansah estaba terminando un curso de técnico mecánico en Alemania. Decidió quedarse lejos porque podía hacer más contactos y conseguir alianzas y donaciones para su reino.
"A los alemanes les gusto y a mí me gusta Alemania. Así que empecé a hacer los programas humanitarios", dice.
Dice haber ayudado a pagar la escuela de los niños, ha construido cinco puentes y cuatro escuelas técnicas.
"Ellos [los súbditos] no me pidieron que volviera, porque saben que si me quedo en Alemania, puedo ayudarlos".
Él dice que al principio se comunicaba por fax y e iba a Ghana cerca de ocho veces al año. Con Skype, las visitas disminuyeron a la mitad.
"Yo uso Skype para hablar con mi hermano y mi gente y saber cómo van las cosas, si necesita más puentes, más escuelas, cómo están las obras", dice.
Ewe
El reino Hohoe es un lugar de casas de barro, compartidos por varias familias.
La sociedad es polígama y, según la tradición, todos descienden de un mismo ancestro.
Los 75 hermanos Bansah, por ejemplo, son hijos de 12 mujeres diferentes.
Rey
Su padre y hermano mayor no pudieron ser reyes por ser zurdos, señal de deshonestidad para la etnia.
Súbditos.
Bansah tiene cerca de 300.000 súbditos.
Familia
El rey tiene una mujer alemana y dos hijos.
El grupo étnico Ewe representa, dice, el 13% de la población de su país.
Practican el vudú, tradición religiosa que, según Bansah, los blancos ven con prejuicio.
"El vudú significa que hay que respetar la naturaleza, los ríos, los bosques. Los blancos que vienen a África escriben cosas malas sobre el vudú. Nosotros nos amamos, respetamos unos a otros y sabemos que sin la naturaleza no podemos vivir", dice .
Según él, con la llegada de los colonizadores europeos, los antepasados de las ewes abandonaron las costumbres del vudú y adoptaron las religiones cristianas. Pero la creencia tradicional ha aumentado en los últimos años.
Él, por ejemplo, es un presbiteriano que también sigue el vudú.
Puente
Con ayuda de aportes alemanes, Hohoe pudo reconstruir este puente.
El rey dice que tiene buenas relaciones con el gobierno local, pero su prioridad es ayudar a su gente, no hacer política tradicional.
"No tengo tiempo para la política. Yo uso mi tiempo para ayudar a los pobres. Los políticos hacen su política, hago lo que puedo hacer."
Una "vaca"
El gran proyecto Bansah para el desarrollo de Ghana es fomentar las actividades técnicas y artesanales.
"La artesanía es la base de la sociedad. Ahí es donde empezó todo", dice. "Y funcionó conmigo".
Gente
Según el monarca los trabajos manuales son la base de la sociedad.
Según el líder, el gobierno está actuando y la educación es obligatoria, pero muchos padres no logran llegar a pagar la mensualidad.
Esto explica el éxito de la recaudación pública para poder construir una nueva escuela. El proyecto incluye un establecimiento que impartirá, entre otros oficios, carpintería, mecánica y textil.
Los textiles son la prioridad, dijo, ya que están dirigidos a las mujeres.
Bansah afirma que en Hohoe, ellas están en primer lugar. Aunque los hombres son los responsables de mantener a la familia, se anima a las mujeres a tener una profesión, ya que en una sociedad polígama, la mujer puede ser abandonada en cualquier momento.
El dinero para la construcción también proviene de otras fuentes. Convertido en un verdadero showman, Bansah se hizo famoso en Alemania y vende recuerdos como camisetas, bolsos y gafas de sol con fotos de él.
"Le gusto a muchas mujeres, entonces compran", dice con una sonrisa.
Fuente http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150407_cultura_rey_africano_reina_por_skype_alemania_ch
Ghana llora a la reina madre de los ashanti que murió a los 111 años Panorama
KUMASI, Ghana, 25 Nov 2016 (AFP) - De luto riguroso, Tina Owusu Panin se une a la marea humana que va al palacio para despedirse de la reina de la etnia de los Ashanti, muy querida.
Asantehemaa (la reina madre) Nana Afia Kobi Serwaa Ampem II falleció el 14 noviembre, a la edad de 111 años.
El jueves, después de varios días de duelo, el reino comenzó a rendir homenaje a esta mujer que es todo un símbolo en el país.
Por unos días, se prohibió el redoble de los tambores y el "ruido". Pero Kumasi, la gran ciudad del centro de Ghana, parece haber vuelto a la vida para conmemorar la muerte de la reina. Durante una semana, los súbditos y las personalidades del país rendirán honores a su hijo, el rey Otumfuo Osei Tutu II.
"Es nuestra madre, nuestro pilar", declara Panin, mientras observa a los bailarines balancearse al son de los yembes, un instrumento de percusión. "Era la madre de Asantehene (rey). Es nuestro deber honrarla y celebrar su larga vida".
El jueves, llegó gente de todo el reino y de toda Ghana al palacio de Manhyia, donde reinó durante 39 años.
Vestidos de negro, con prendas tradicionales o camisetas bordadas con el nombre de la reina, miles de personas seguían la procesión de jefes locales que desfilaban bajo sombrillas inmensas de color rojo y oro.
Todos esperaban la llegada del rey de los Ashanti, hijo de la difunta, en una especie de trono.
A dos semanas de las elecciones presidenciales los políticos, incluidos el presidente John Dramani Mahama y el principal candidato de la oposición Nana Akufo-Addo, estuvieron presentes.
En Ghana, como en muchos otros países de África, los jefes locales no tienen poder político pero su papel de asesores y de autoridad moral figura en la Constitución y su influencia es enorme.
'Muy, muy doloroso'
El reino Ashanti tiene una peculiaridad: el linaje real proviene de la madre. Es la reina la que designa al rey cuando el monarca muere.
Nana Afia Kobi Serwaa Ampem II llegó al trono en 1999 y eligió a su hijo para reinar a su lado en un territorio que representa alrededor del 10% del país y alberga al menos 4,7 millones de personas (según un censo de 2010).
Más allá del nombramiento del rey, la Asantehemaa vela por su comunidad y protege a las mujeres y a los niños, garantizándoles el acceso a la educación y a la salud. También preside una corte de justicia tradicional para resolver los conflictos de poca importancia, sobre todo los de propiedad o las disputas entre súbditos.
"En cuanto la reina dicta sentencia, la gente la respeta", explica Nana Boakye Frimpong, de 66 años, mano derecha de la difunta.
Su papel era promover la paz, dice, aunque, por su avanzada edad, su presencia en el tribunal no era habitual en los últimos años.
"Es muy, muy doloroso" haberla perdido, contó un hombre que trabajaba para ella desde hace 20 años.
El reino de los Ashanti se remonta al siglo XII y antes de la colonización británica se extendía hasta Costa de Marfil.
El rey nombra a su futura reina que, según la tradición, debe proceder de la familia materna. Será designada cuando la reina madre haya sido enterrada.
Fuente http://www.panorama.com.ve/curiosidades/Ghana-llora-a-la-reina-madre-de-los-ashanti-que-murio-a-los-111-anos-20161125-0032.html
Fallece influyente monarca nigeriano
AFP
@ElUniversalCtg
ABUYA
12 de Agosto de 2015 03:31 pm
El presidente de Nigeria anunció este miércoles la muerte de un monarca local muy influyente en el sur del país.
Oba Okunade Sijuwade -rey del pueblo yoruba conocido como Ooni de Ife (antigua ciudad yoruba ubicada en el sur de Nigeria), Olubuse II- tenía 85 años de edad.
La oficina del presidente Muhumadu Buhari no brindó la causa ni la fecha de su muerte, pero la prensa local citando a la familia dijo que su estado de salud era muy frágil, y falleció en un hospital privado de Londres a fines de julio.
Buhari lamentó la muerte "del venerado gobernante tradicional, quien será recordado siempre por su célebre y digno servicio, a lo largo de más de tres décadas", dijo su portavoz, Femi Adesina, en un comunicado.
Ife -también conocida como Ile-Ife- es una ciudad antigua del estado de Osun, en el suroeste de Nigeria, a 218 kilometros al noreste de Lagos.
El rey local, según la tradición, descendía directamente de Oduduwa, un dios del panteón yoruba, y es considerado como el más importante entre los monarcas de la tribu.
Fuente http://www.eluniversal.com.co/mundo/fallece-influyente-monarca-nigeriano-202608
3 de septiembre de 2006 - 13:21 GMT
África, entre dos culturas
Hamilton Wende
BBC, Namibia
Mujeres de la etnia Himba.
Los Himba son oficialmente nómadas, pero viven en asentamientos permanentes.
En toda África crece y se enraíza cada vez más la gobernabilidad democrática, pero este cambio político pone en peligro otros valores de larga tradición.
Los líderes tradicionales -los reyes y jefes tribales- han perdido gran parte de su poder, pero siguen desempeñando un papel vital en las sociedades que alguna vez gobernaron.
Kapika, el jefe del grupo étnico Himba en el norte de Namibia, con su bastón tallado en la mano, le daba órdenes a su esposa e hijos para que ordeñaran su ganado.
A veces, dirigía la atención hacia mí. Yo estaba sentado en el suelo, al lado de su silla, pidiéndole permiso para filmar en las aldeas.
Aunque no lo parezca, el estiércol de vacas seco es muy cómodo para sentarse.
Finalmente, una sonrisa arrugada y cálida iluminó sus ojos: "Puede hacerlo", me dijo.
Tradición versus modernidad
La forma en que ejercía su poder me recordó mi infancia. Yo tendría unos 11 años y estaba de pie en una colina en Transkei, Sudáfrica.
Kaiser Daliwonga Matanzima
Matanzima era sobrino y uno de los amigos más cercanos de Mandela, pero la política los dividió.
Los pescadores rurales de la etnia Xhosa que me rodeaban estaban muy entusiasmados.
Una caravana, encabezada por un reluciente Mercedes Benz negro, apareció en medio de una nube de polvo.
Los pescadores se quitaron sus sombreros y se arrodillaron sobre las largas hierbas africanas, mientras los autos pasaban a toda velocidad.
Yo acababa de ser testigo de una inspección del supremo Kaiser Daliwonga Matanzima a su reino.
Matanzima era sobrino de Nelson Mandela, quien también tiene sangre real Xhosa.
"Vendido"
Mandela dirigió la lucha contra el apartheid y pasó 27 años en prisión, antes de convertirse en el primer presidente de una Sudáfrica democrática.
Nelson Mandela
Mandela fue el primer presidente de una Sudáfrica democrática.
Matanzima colaboró con el gobierno blanco y fue hecho presidente de Transkei, un bantustán creado por el apartheid.
Su poder dependía de sus jefes blancos en Pretoria y Mandela lo llamó "un vendido".
Pero, debido a su estatus real, Matanzima nunca fue realmente condenado al ostracismo.
Siguió siendo una figura controvertida, aunque no necesariamente despreciada, y cuando murió en 2003, el presidente Thabo Mbeki leyó el panegírico en su funeral.
Los destinos de Mandela y Matanzima ponen de manifiesto la lucha en curso en África entre la autoridad tradicional y la modernidad política.
Poder afianzado
En Swazilandia cada año el rey Mswati III inaugura el parlamento con una espléndida ceremonia, que mezcla ritos africanos con otros de la época colonial británica.
Rey Mswati III
Con un vestido tradicional, Mswati III llega a la apertura del parlamento.
Los soldados se paran en atención, con sobretodos de color escarlata, en medio de un calor sofocante, mientras toca una banda de música.
La mayoría de los diputados llevan taparrabos y tocados tradicionales. Tienen que pasar sus cachiporras de madera, llamadas "knobkerries", a través de detectores de metal de alta tecnología, antes de entrar a la cámara.
El rey también está vestido de forma tradicional y llega en una limusina Mercedes negra.
Camina sobre una alfombra roja, rodeado por agentes de seguridad con gafas y trajes oscuros, que recuerdan al servicio secreto del presidente de Estados Unidos.
Swazilandia es una de las pocas monarquías absolutas que quedan en el mundo.
En el parlamento no se permiten partidos de la oposición, la prensa está controlada por el estado y es ilegal criticar al rey.
Amamos a nuestro rey, pero queremos tener un monarca constitucional, como en el Reino Unido
Mujer sindicalista
La pobreza y el desempleo tienen raíces profundas y la disconformidad política se fermenta constantemente debajo de la superficie.
Aun así, cuando hablé con un grupo de sindicalistas que constituyen la columna vertebral de las reformas democráticas, me dijeron que la realeza es indispensable para la nación.
"Amamos a nuestro rey", me dijo una mujer, "pero queremos tener un monarca constitucional, como en el Reino Unido".
En los tiempos coloniales, las potencias europeas trataban de persuadir a los reyes y jefes locales de toda África para que gobernaran en sus nombres.
El poder profundamente arraigado que ejercen estos líderes -en su mayoría hombres- sigue siendo una realidad.
Fuerza tranquilizante
Otro de mis encuentros con el poder tradicional fue con el emir de Kano, en el norte de Nigeria.
Fue como viajar a otra era.
Muralla de lodo en Kano
Kano es una de las antiguas ciudades-estados del norte de Nigeria.
Guardias con vestidos y turbantes de vistosos colores cuidan las puertas de su palacio.
Cerca flotan, bajo un claro cielo azul, la cúpula de una mezquita y un alto minarete.
A uno lo conducen, a lo largo de un pasillo oscurecido y fresco, hasta la "Cámara del Elefante", de 700 años de antigüedad.
El techo, con forma de cúpula, es sostenido por 20 arcos, y las paredes están cubiertas de arabescos hechos con lodo de diferentes colores.
Dos cabras
Los trompetistas anuncian la llegada del gobernante, sobre un caballo adornado. Varios criados corren a levantar un gran trozo de tela para que nadie lo vea bajar de la bestia.
Emir de Kano
El emir de Kano es uno de los principales líderes musulmanes de Nigeria.
El emir avanza hacia la corte, donde sus súbditos se arrodillan y hacen reverencias a su paso.
Un hombre con un vestido largo y suelto enumera sus quejas contra su vecino. En Nigeria democrática, él tiene derecho a apelar al estado pero, en casos pequeños como éste, suele ser más fácil aceptar la decisión del emir.
Se oyen los cargos. El emir impone una multa de dos cabras y la corte termina su jornada.
Ésta no es la única esfera de influencia del emir. El respeto que se le guarda a su antiguo linaje con frecuencia es necesario para calmar los encuentros a veces violentos entre las poblaciones cristianas y musulmanas de la ciudad.
Pronto me llegó el turno de ver al emir. Los guardaespaldas se hicieron a un lado. Me condujeron a una habitación apacible, a la sombra, llena de tallas de lodo y con gruesas alfombras escarlatas.
Occidente debe comprender que la democracia no es sólo como ellos la ven. En África necesitamos tiempo para desarrollarla a nuestra manera
Emir de Kano
En el extremo opuesto, el emir estaba sentado en su trono. Estaba vestido de blanco, con un turbante de bordes verdes.
Le pregunté sobre el papel que él desempeña en una Nigeria en transición. Escuchó cortésmente.
"Occidente", me respondió, "debe comprender que la democracia no es sólo como ellos la ven. En África necesitamos tiempo para desarrollarla a nuestra manera".
Fuente http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_5310000/5310312.stm
Sudáfrica abole seis monarquías tradicionales
Publicado el : 30 Julio 2010 - 2:52 de la tarde | Por Redacción Internet (http://www.anp.nl)
Categorías: abolición África Apartheid Monarquías tradicionales Sudáfrica zulú
Sudáfrica ha anulado seis de las trece monarquías tradicionales del país. Según el presidente, Jacob Zuma, se trataba de resabios del régimen de apartheid. Los seis reyes y reinas no tendrán sucesores al fallecer.
Previo a la decisión, se realizó una investigación de seis años sobre las monarquías tradicionales. Según el mandatario sudafricano, algunas de ellas sirvieron como instrumentos para dividir a la población negra durante el apartheid. En ese entonces, el régimen apoyaba estructuras de poder existentes a cambio de apoyo al gobierno.
La clase dominante blanca había decidido crear territorios llamados bantustanes, adjudicándoselos a diferentes grupos étnicos y sus líderes. Sin embargo, estos “países” nunca tuvieron reconocimiento internacional. Las regiones fueron suprimidas luego de la caída del apartheid, en 1994.
A las seis monarquías que desaparecerán no se las acusa de colaborar con el apartheid. Según Zuma,con la medida se intenta “disminuir las tensiones históricas entre líderes rivales”. Al mismo tiempo, se trata de una medida de ahorro: anualmente, todos los reyes reciben una subvención estatal.
Ceremonial
Los actuales monarcas sólo desempeñan funciones ceremoniales, y carecen de poder político. Entre las monarquías que sí se mantienen se encuentra la del rey zulú Goodwill Zwelithini y el monarca xhosa Zwelonke Sigcawu, que representan a los dos principales grupos de la población.
Zwelithini es conocido principalmente por el festival de la danza de la caña, que se celebra todos los años. En esta tradición, miles de vírgenes zulú traen cañas del río, y las llevan en fila al rey.
Separación
También el rey Buyelekhaya Zwelibanzi Dalindyebo del clan AbaThembu puede seguir de momento en su puesto. El monarca causó conmoción el año pasado al instar a la mitad del país, incluyendo a la ciudad de Johannesburgo, a que se escindiera de Sudáfrica.
Previamente, Buyelekhaya Zwelibanzi Dalindyebo había sido condenado a 15 años de prisión por, entre otros, homicidio involuntario, delito de incendio y violencia. En este caso se ha interpuesto una apelación. Su llamado a la secesión fue recibido mayormente con indiferencia.
Fuente
Los últimos reyes de África
Los monarcas de África se desvanecen
10 de 10 | Las tribus y reinos también varían en cuanto a su relación con el gobierno local. El Jie, por ejemplo, a menudo entra en conflicto con el actual gobierno de Uganda, el cual no siempre simpatiza con sus tradiciones nómadas. - Lochoro Samuel, Karamoja, Uganda
Los monarcas de África se desvanecen
1 de 10 | Durante los últimos cinco años, el historiador de arte y fotógrafo, Alfred Weidinger, quien reside en Viena, ha estado capturando el esplendor de las monarquías y líderes tribales de África para su proyecto fotográfico "The Last Kings of Africa". - Bakary Yerima Bouba Alioum, Lamido de Maroua, Camerún
Se desvanecen los monarcas de África
2 de 10 | Weidinger inicialmente se inspiró en las fotografías de finales del siglo XIX y XX tomadas de líderes y reyes tribales africanos. Sin embargo, Weidinger decidió dejar la composición a la suerte. - Fo Sikam Happi V. de Bana, Bamileke, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
3 de 10 | "Nunca lo organizo... ¡nunca! Solo les pregunto qué quieren hacer y luego los fotografío como ellos quieren mostrarse", dice Weidinger. - Fon Ndofoa Zofoa III de Babungo, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
4 de 10 | "Si ellos quieren que se les muestre con los ministros, aparecen ahí en la imagen. Si quieren aparecer con sus esposas; ellas aparecen allí. No los cambio de lugar. Esta es la razón por la que cada imagen es más o menos diferente en términos de estilo, porque es su estilo". - Alhadji Abba Mahamat Moussa, Camerún
Los monarcas de África se desvanecen
5 de 10 | Un momento destacado fue conocer al 'rey de sexo femenino', Sarauniya Ajima, en la fotografía, en Lougou, Níger. En el pasado, ella se negó a ser fotografiada, pero cedió a dejar que Weidinger le tomara una fotografía. "A ella se le permite hablar con la gente, pero a nadie se le permite verla. Ella sale de su casa solo dos veces a la semana". - Sarauniya Aljima, Lougou, Níger
Los monarcas de África se desvanecen
6 de 10 | Se ha demostrado que encontrar reyes para fotografiar es muy difícil, dice Weidinger. No se cuenta con una guía definitiva que enumere a todas las monarquías y las tribus africanas. Para encontrar su ubicación, Weidinger tiene que depender del conocimiento de los lugareños. - Kan Iya, Obiré, provincia de Poni, Burkina Faso
Los monarcas de África se desvanecen
7 de 10 | Uno de los mejores recursos para localizar a miembros de la realeza, dice Weidinger, eran los taxistas. "Tengo una muy buena red de conductores", admite. "Se convirtieron en una especie de asistentes". - Nana Kwasi Asampong II, Biakoye, Ghana, 2012
Los monarcas de África se desvanecen
8 de 10 | Weidinger descubrió que una cosa que parece distinguir a los monarcas africanos de los miembros de la realeza de todo el mundo es un enfoque religioso entusiasta. "Su poder está en la espiritualidad y esto hace que los monarcas africanos sean tan únicos", dice. - El-Hajj Naaba Kiiba, Ouahigouya, Burkina Faso
Los monarcas de África se desvanecen
9 de 10 | Los 220 gobernantes que Weidinger perfiló eran diferentes de muchas maneras. Algunos fueron elegidos, otros alcanzan su posición a través de la jerarquía. Algunos nunca abandonaron sus aldeas, mientras que otros fueron educados en el extranjero. - Muhammadu Barkindo Aliyu Musdafa, Yola, Nigeria
Los monarcas de África se desvanecen
10 de 10 | Las tribus y reinos también varían en cuanto a su relación con el gobierno local. El Jie, por ejemplo, a menudo entra en conflicto con el actual gobierno de Uganda, el cual no siempre simpatiza con sus tradiciones nómadas. - Lochoro Samuel, Karamoja, Uganda
Los monarcas de África se desvanecen
1 de 10 | Durante los últimos cinco años, el historiador de arte y fotógrafo, Alfred Weidinger, quien reside en Viena, ha estado capturando el esplendor de las monarquías y líderes tribales de África para su proyecto fotográfico "The Last Kings of Africa". - Bakary Yerima Bouba Alioum, Lamido de Maroua, Camerún
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Por CNN en Español, CNN
11:46 ET (15:46 GMT) 28 octubre, 2014
Por Monique Todd
(CNN) — Durante los últimos cinco años, el historiador y fotógrafo Alfred Weidinger, quien reside en Austria, ha viajado por África en busca de la realeza. Su proyecto de fotografía, "The Last Kings of Africa" (Los últimos reyes de África), es su intento por capturar la belleza y la mística de los soberanos más poderosos de la región. Hasta ahora ha fotografiado a 220 reyes y líderes tribales, y aún faltan muchos más.
"Me establecí una especie de fecha límite, que es a finales del próximo año. No solo se trata de la cantidad de reyes o líderes tribales, simplemente es cuestión de países", dice Weidinger, quien tiene previsto visitar África dos veces este año y seis en 2015.
Si estás desde un móvil mira las fotos aquí
"Todavía hay países que definitivamente deseo visitar; por ejemplo, Suazilandia y la parte sur de Sudán".
Los esfuerzos fotográficos de Weidinger en África iniciaron en 1979, pero el pesado equipo que normalmente se utilizaba en esa época rápidamente disuadió al fotógrafo. Treinta años después, una comisión al azar con el objetivo de establecer una exhibición fotográfica, desencadenó un proyecto a largo plazo a través del cual la espléndida cultura de las dinastías de África se convirtió en el centro de atención.
Weidinger no contaba con alguna guía definitiva para ayudar a localizar a todos los miembros de la realeza de África y los líderes tribales. Equipado solo con dos cámaras y un trípode, sus viajes en su mayoría eran improvisados.
"No contamos con una lista, ¡no hay nada! Así que solo tienes que ir allí", dice Weidinger.
"Lo más importante es encontrar un rey; cuando encuentro uno, él me guiará a los demás".
El juego de poder
Hay cientos de monarquías africanas repartidas por todo el continente, pero en la mayoría de los casos el poder gobernante es restringido o no existe. Sin embargo, los funcionarios del gobierno saben que es mejor no pasar por alto la influencia que estos líderes tienen sobre sus respectivas comunidades.
"Algunos países vuelven a establecer el sistema monárquico en la constitución y le dan poder a los líderes tradicionales", dice Weidinger.
"En efecto, algunos políticos lo utilizan porque cada líder tribal representa un grupo étnico y aún siguen las palabras del anciano o el jefe de la tribu. Ellos no saben lo que está sucediendo con los políticos en la capital".
Según Richard Dowden, el director de la Real Sociedad Africana y autor de "Africa: Authored States, Ordinary Miracles", las monarquías tienden a florecer en los países que tienen una estructura de gobierno débil o carecen de una constitución formal. En estos casos, los líderes tribales y los monarcas se consideran más dignos de confianza para hacer las cosas. Níger, Sierra Leona, Burkina Faso y Benin son algunos ejemplos de países que cuentan con fuertes líderes tribales, y algunos de ellos de vez en cuando abordan funciones del gobierno. Fon Ndofoa Zofoa III, por ejemplo, toma decisiones oficiales sobre la tierra hereditaria en su cacicazgo en Babungo, Camerún. Otros líderes, como Sarauniya Aljima, la reina de Lougou en Níger, intervino en asuntos privados, como el matrimonio.
"Cuando se va a llevar a cabo un matrimonio en el pueblo, los monarcas regresan para arreglarlo. En este tipo de asuntos, conservan mucho poder", dice Dowden.
Weidinger descubrió que algo que parece distinguir a los monarcas africanos de los miembros de la realeza de todo el mundo es un enfoque religioso entusiasta:
"Su poder está en la espiritualidad y esto hace que los monarcas africanos sean tan únicos".
El peligro de los celulares
Weidinger dice que, en su opinión, la mayor amenaza para los últimos monarcas que quedan en África no es el gobierno local, sino la modernidad.
Aunque son presentados con ropa lujosa y puestos en tronos dorados, la amenaza de la globalización ha perturbado la influencia y la posición social de muchos de los sujetos de Weidinger.
"Cuando llegas a una región y ves que están trabajando con los teléfonos móviles, es una especie de señal. Si ves teléfonos móviles, definitivamente sabes que es un grupo étnico que se está extinguiendo. La cultura africana está cambiando; hay cambios en la comunicación. La gente se está dirigiendo a las capitales y viven donde ya no hay necesidad de un rey", dice, añadiendo que los teléfonos móviles han hecho que las personas que viven en las comunidades rurales estén menos aisladas. Ahora, los problemas que normalmente abordaban con los líderes de la comunidad, los pueden resolver con expertos que se encuentran más lejos.
Sin embargo, Dowden cree que estos monarcas aún conservarán su poder durante un tiempo.
"Creo que los jefes sobrevivirán", dice.
"Dependiendo de cómo se desarrollen los gobiernos locales en África, se convertirán en figuras para los turistas o seguirán desempeñando un papel muy importante".
Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/2014/10/28/los-ultimos-reyes-de-africa/
El rey sagrado de Oussouye
JOSÉ NARANJO
11 SEP 2012 - 07:55 CEST
El rey sagrado de Oussouye
Se llama Sibiloumbay Dhiedhou. Luce traje y gorro rojos. En la mano, un cetro confeccionado con hojas de palma. Aparece con paso ceremonioso y se sienta en su taburete de madera. Sólo él puede usarlo. Estamos en un bosque a pocos metros de la estación de transportes de Oussouye, en Casamance (sur de Senegal). Cuando Sibiloumbay Dhiedhou comienza a hablar todo el mundo se calla y escucha con atención. Para algo es el rey, el rey de Oussouye.
Sibiloumbay Dhiedhou, rey de Oussouye. / José Naranjo
Casamance es una región diferente. La tierra, la naturaleza y los árboles tienen una fuerza especial. En plena estación de lluvias luce en todo su esplendor. Pese a encontrarnos en una república, allí existe un puñado reyes tradicionales que siguen jugando un papel clave en sus respectivas comunidades. Y uno de los más importantes en la actualidad es Sibiloumbay Dhiedhou, quien “gobierna” 16 pueblos en serena convivencia con la administración estatal, jugando además un papel clave en el mantenimiento de la paz en un territorio en ocasiones sacudido por la violencia del largo conflicto de la Casamance.
Según el investigador Jordi Tomás, uno de los antropólogos que mejor conoce esta región, el reino de Oussouye se remonta, como mínimo, a finales del siglo XVII. El rey tiene que cumplir una serie de obligaciones, no puede abandonar el reino, ni comer y beber en público y debe vivir siempre en el bosque. Asimismo, está obligado a lucir sus atributos sagrados, que incluyen la corona roja o ejunjum y el cetro, llamado bulas, con el que resuelve los conflictos. “Si veo a dos chicos peleando, intercedo con mi cetro y deben parar en su rencilla”, asegura. Escogido entre tres familias de la nobleza de la etnia joola, su puesto no es hereditario y tiene carácter sagrado entre los animistas. Cuando muera, las familias volverán a reunirse para elegir a un nuevo rey tras intensas deliberaciones.
Arrozales en Seleki (Casamance). / José Naranjo
Antes, Sibiloumbay era un hombre normal. Padre de familia, trabajó como guardia de seguridad y chófer, llevando turistas a la cercana playa de Cap Skirring. Sin embargo, su elección como rey le imposibilita seguir trabajando. Entre sus principales obligaciones está la de rezar a Dios para que proteja a su pueblo, velar para que se mantenga la paz y redistribuir la riqueza. Sus ingresos proceden de las tierras reales, que los campesinos trabajan para él, y cuyo producto, fundamentalmente arroz, reparte luego el rey en función de las necesidades de sus “súbditos”. Asimismo, obtiene fondos de los turistas que acuden a visitarle y que también sirven para paliar las necesidades más perentorias de los habitantes del reino.
El rey, que también se ha hecho cargo de la familia del anterior monarca ya fallecido, gobierna junto al consejo real, integrado por personas de la nobleza joola, y no toma decisiones sin consultarles. Intercede en los conflictos que se producen entre miembros de la comunidad y sus resoluciones se aceptan sin rechistar. “Intervengo siempre que los demandantes no hayan acudido a la Gendarmería o al juez”, explica. El rey es muy popular y muy respetado en Oussouye, donde incluso se han estampado camisetas con su figura.
Llegamos hasta él a través de un contacto que nos ha pasado una amiga que vivió algún tiempo en Oussouye. Sin embargo, este consejero real se encuentra de viaje en Ziguinchor, por lo que nos recomienda que hablemos con Bakeul Dhiedhou. Él nos facilitaría la visita. “Pregunten por él en la estación de transportes de Oussouye”, nos dice. Efectivamente, no fue difícil localizar a Bakeul, pues trabaja allí vendiendo gasolina. La primera vez no pudo ser, el tiempo amenazaba lluvia y en esas condiciones no se podía ver al rey. A la segunda fue la vencida.
Tras caminar pocos metros y apenas adentrarnos en el bosque cercano, nos encontramos con unos troncos sobre el suelo forrados con plástico azul. Allí, al amparo de la vegetación, nos sentamos siguiendo las instrucciones de Bakeul, que se adentra en una construcción rústica que está un poco más allá: es el palacio real. Pasados unos minutos aparece el rey. Este mes de septiembre, como cada año, Oussouye celebrará una gran fiesta en honor a su rey, durante la cual se celebrarán combates de lucha tradicional que, en este pueblo, presentan la particularidad de que también son entre mujeres. El vino de palma, muy consumido en esta zona, contribuirá a que las fiestas sean, una vez más, inolvidables.
Además, Sibilloumbay Dhiedhou se va a convertir, en los próximos meses, en el objeto de un documental que pretende poner el acento sobre el papel que ha jugado esta autoridad tradicional africana en el mantenimiento de la paz. Los impulsores del proyecto son los miembros del Grupo de Estudios de las Sociedades Africanas (GESA) de la Universidad de Barcelona. Según aseguran, en el contexto del conflicto de Casamance, “hay un territorio en el que desde hace casi diez años no se ha producido ningún episodio de violencia relacionado con el enfrentamiento entre el independentista Movimiento de Fuerzas Democráticas de Casamance (MFDC) y el Ejército senegalés. Se trata del reino de Oussouye. La violencia cesó en este territorio inmediatamente después de que fuese entronizado el rey”.
El equipo del GESA que grabará este documental y que ya estuvo durante el mes de julio en Oussouye llevando a cabo las localizaciones está dirigido por el investigador africanista Ferrán Iniesta, director del GESA, y en él participará también el ya citado Jordi Tomás, además de jóvenes investigadores de diversas disciplinas. El rodaje tendrá lugar en noviembre de 2012 y los fondos se han conseguido del Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), que aporta 9.600 euros, y a través de una campaña de recaudación o crowfounding por la que ya se han conseguido 5.500 euros.
Agboli-Agbo Dedjlani, rey de Abomey (Benín) / Daniel Laine.
Pero el rey de Oussouye no es el único rey africano. La existencia de jefaturas tradicionales que ostentan aún una gran influencia en los pueblos de África incluso después de los procesos de descolonización e independencias ha despertado siempre una gran fascinación entre periodistas, investigadores y público en general. Incluso existe un pueblo en Nigeria llamado Kumbwada gobernado por una reina, Hajia Ahmed.
El periodista francés Daniel Lainé llevó a cabo hace unos años un trabajo de investigación que le llevó a fotografiar a decenas de monarcas del continente, fundamentalmente en países como Benín y Nigeria. Para llevar a cabo su obra, que se acabó convirtiendo en el premiado libro “Reyes de África”, Lainé tardó más de tres años y tuvo que someterse, en ocasiones, a complicados protocolos. Sus fotografías reflejan, en cierta medida, que el tiempo de las monarquías africanas no ha pasado y que en muchos rincones del continente estas formas de organización social siguen estando vigentes.
Fuente http://www.elmundo.es/internacional.html?intcmp=MENUHOM24801&s_kw=internacional
El rey africano que gobierna desde Alemania por Skype
Luiza Bandeira
BBC Brasil
7 abril 2015
Rey
Sin tecnología, sería imposible gobernar, dice el rey.
Cuando llega el fin de su turno como mecánico, Cefas Bansah vuelve a su casa en Ludwigshafen, Alemania, se cambia el uniforme azul por ropa de colores, se pone su corona, se sienta en su trono y se conecta a Skype.
A la distancia, el hombre gobierna un reino tradicional en Ghana, a más de 6.000 kilómetros.
Bansah, de 66 años, tiene casi 300.000 súbditos en Hohoe, cerca de la frontera con Togo. Pero vive en Alemania, desde donde conversa con sus súbditos en sesiones y discursos individuales, y se reúne con líderes locales.
Depende de la tecnología no sólo para comunicarse. Sin la capacidad de financiamiento propio, está haciendo una colecta en línea para construir una escuela técnica para su pueblo, el grupo étnico Ewe.
Rey de mecánico
El rey tiene un taller mecánico en Alemania.
Hasta el momento ha recaudado más de US$19.300.
"Sin toda esta tecnología sería imposible", le dice Bansah a BBC Brasil, en una entrevista telefónica.
El rey llegó al poder en 1992 tras la muerte de su abuelo. Fue coronado después de un salto en la línea de sucesión - su padre y el mayor de sus 75 hermanos no tuvieron éxito por una razón curiosa: ambos son zurdos, sinónimo de falta de honradez en su etnia.
Cuando su abuelo murió, Bansah estaba terminando un curso de técnico mecánico en Alemania. Decidió quedarse lejos porque podía hacer más contactos y conseguir alianzas y donaciones para su reino.
"A los alemanes les gusto y a mí me gusta Alemania. Así que empecé a hacer los programas humanitarios", dice.
Dice haber ayudado a pagar la escuela de los niños, ha construido cinco puentes y cuatro escuelas técnicas.
"Ellos [los súbditos] no me pidieron que volviera, porque saben que si me quedo en Alemania, puedo ayudarlos".
Él dice que al principio se comunicaba por fax y e iba a Ghana cerca de ocho veces al año. Con Skype, las visitas disminuyeron a la mitad.
"Yo uso Skype para hablar con mi hermano y mi gente y saber cómo van las cosas, si necesita más puentes, más escuelas, cómo están las obras", dice.
Ewe
El reino Hohoe es un lugar de casas de barro, compartidos por varias familias.
La sociedad es polígama y, según la tradición, todos descienden de un mismo ancestro.
Los 75 hermanos Bansah, por ejemplo, son hijos de 12 mujeres diferentes.
Rey
Su padre y hermano mayor no pudieron ser reyes por ser zurdos, señal de deshonestidad para la etnia.
Súbditos.
Bansah tiene cerca de 300.000 súbditos.
Familia
El rey tiene una mujer alemana y dos hijos.
El grupo étnico Ewe representa, dice, el 13% de la población de su país.
Practican el vudú, tradición religiosa que, según Bansah, los blancos ven con prejuicio.
"El vudú significa que hay que respetar la naturaleza, los ríos, los bosques. Los blancos que vienen a África escriben cosas malas sobre el vudú. Nosotros nos amamos, respetamos unos a otros y sabemos que sin la naturaleza no podemos vivir", dice .
Según él, con la llegada de los colonizadores europeos, los antepasados de las ewes abandonaron las costumbres del vudú y adoptaron las religiones cristianas. Pero la creencia tradicional ha aumentado en los últimos años.
Él, por ejemplo, es un presbiteriano que también sigue el vudú.
Puente
Con ayuda de aportes alemanes, Hohoe pudo reconstruir este puente.
El rey dice que tiene buenas relaciones con el gobierno local, pero su prioridad es ayudar a su gente, no hacer política tradicional.
"No tengo tiempo para la política. Yo uso mi tiempo para ayudar a los pobres. Los políticos hacen su política, hago lo que puedo hacer."
Una "vaca"
El gran proyecto Bansah para el desarrollo de Ghana es fomentar las actividades técnicas y artesanales.
"La artesanía es la base de la sociedad. Ahí es donde empezó todo", dice. "Y funcionó conmigo".
Gente
Según el monarca los trabajos manuales son la base de la sociedad.
Según el líder, el gobierno está actuando y la educación es obligatoria, pero muchos padres no logran llegar a pagar la mensualidad.
Esto explica el éxito de la recaudación pública para poder construir una nueva escuela. El proyecto incluye un establecimiento que impartirá, entre otros oficios, carpintería, mecánica y textil.
Los textiles son la prioridad, dijo, ya que están dirigidos a las mujeres.
Bansah afirma que en Hohoe, ellas están en primer lugar. Aunque los hombres son los responsables de mantener a la familia, se anima a las mujeres a tener una profesión, ya que en una sociedad polígama, la mujer puede ser abandonada en cualquier momento.
El dinero para la construcción también proviene de otras fuentes. Convertido en un verdadero showman, Bansah se hizo famoso en Alemania y vende recuerdos como camisetas, bolsos y gafas de sol con fotos de él.
"Le gusto a muchas mujeres, entonces compran", dice con una sonrisa.
Fuente http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/04/150407_cultura_rey_africano_reina_por_skype_alemania_ch
Ghana llora a la reina madre de los ashanti que murió a los 111 años Panorama
KUMASI, Ghana, 25 Nov 2016 (AFP) - De luto riguroso, Tina Owusu Panin se une a la marea humana que va al palacio para despedirse de la reina de la etnia de los Ashanti, muy querida.
Asantehemaa (la reina madre) Nana Afia Kobi Serwaa Ampem II falleció el 14 noviembre, a la edad de 111 años.
El jueves, después de varios días de duelo, el reino comenzó a rendir homenaje a esta mujer que es todo un símbolo en el país.
Por unos días, se prohibió el redoble de los tambores y el "ruido". Pero Kumasi, la gran ciudad del centro de Ghana, parece haber vuelto a la vida para conmemorar la muerte de la reina. Durante una semana, los súbditos y las personalidades del país rendirán honores a su hijo, el rey Otumfuo Osei Tutu II.
"Es nuestra madre, nuestro pilar", declara Panin, mientras observa a los bailarines balancearse al son de los yembes, un instrumento de percusión. "Era la madre de Asantehene (rey). Es nuestro deber honrarla y celebrar su larga vida".
El jueves, llegó gente de todo el reino y de toda Ghana al palacio de Manhyia, donde reinó durante 39 años.
Vestidos de negro, con prendas tradicionales o camisetas bordadas con el nombre de la reina, miles de personas seguían la procesión de jefes locales que desfilaban bajo sombrillas inmensas de color rojo y oro.
Todos esperaban la llegada del rey de los Ashanti, hijo de la difunta, en una especie de trono.
A dos semanas de las elecciones presidenciales los políticos, incluidos el presidente John Dramani Mahama y el principal candidato de la oposición Nana Akufo-Addo, estuvieron presentes.
En Ghana, como en muchos otros países de África, los jefes locales no tienen poder político pero su papel de asesores y de autoridad moral figura en la Constitución y su influencia es enorme.
'Muy, muy doloroso'
El reino Ashanti tiene una peculiaridad: el linaje real proviene de la madre. Es la reina la que designa al rey cuando el monarca muere.
Nana Afia Kobi Serwaa Ampem II llegó al trono en 1999 y eligió a su hijo para reinar a su lado en un territorio que representa alrededor del 10% del país y alberga al menos 4,7 millones de personas (según un censo de 2010).
Más allá del nombramiento del rey, la Asantehemaa vela por su comunidad y protege a las mujeres y a los niños, garantizándoles el acceso a la educación y a la salud. También preside una corte de justicia tradicional para resolver los conflictos de poca importancia, sobre todo los de propiedad o las disputas entre súbditos.
"En cuanto la reina dicta sentencia, la gente la respeta", explica Nana Boakye Frimpong, de 66 años, mano derecha de la difunta.
Su papel era promover la paz, dice, aunque, por su avanzada edad, su presencia en el tribunal no era habitual en los últimos años.
"Es muy, muy doloroso" haberla perdido, contó un hombre que trabajaba para ella desde hace 20 años.
El reino de los Ashanti se remonta al siglo XII y antes de la colonización británica se extendía hasta Costa de Marfil.
El rey nombra a su futura reina que, según la tradición, debe proceder de la familia materna. Será designada cuando la reina madre haya sido enterrada.
Fuente http://www.panorama.com.ve/curiosidades/Ghana-llora-a-la-reina-madre-de-los-ashanti-que-murio-a-los-111-anos-20161125-0032.html
Fallece influyente monarca nigeriano
AFP
@ElUniversalCtg
ABUYA
12 de Agosto de 2015 03:31 pm
El presidente de Nigeria anunció este miércoles la muerte de un monarca local muy influyente en el sur del país.
Oba Okunade Sijuwade -rey del pueblo yoruba conocido como Ooni de Ife (antigua ciudad yoruba ubicada en el sur de Nigeria), Olubuse II- tenía 85 años de edad.
La oficina del presidente Muhumadu Buhari no brindó la causa ni la fecha de su muerte, pero la prensa local citando a la familia dijo que su estado de salud era muy frágil, y falleció en un hospital privado de Londres a fines de julio.
Buhari lamentó la muerte "del venerado gobernante tradicional, quien será recordado siempre por su célebre y digno servicio, a lo largo de más de tres décadas", dijo su portavoz, Femi Adesina, en un comunicado.
Ife -también conocida como Ile-Ife- es una ciudad antigua del estado de Osun, en el suroeste de Nigeria, a 218 kilometros al noreste de Lagos.
El rey local, según la tradición, descendía directamente de Oduduwa, un dios del panteón yoruba, y es considerado como el más importante entre los monarcas de la tribu.
Fuente http://www.eluniversal.com.co/mundo/fallece-influyente-monarca-nigeriano-202608
3 de septiembre de 2006 - 13:21 GMT
África, entre dos culturas
Hamilton Wende
BBC, Namibia
Mujeres de la etnia Himba.
Los Himba son oficialmente nómadas, pero viven en asentamientos permanentes.
En toda África crece y se enraíza cada vez más la gobernabilidad democrática, pero este cambio político pone en peligro otros valores de larga tradición.
Los líderes tradicionales -los reyes y jefes tribales- han perdido gran parte de su poder, pero siguen desempeñando un papel vital en las sociedades que alguna vez gobernaron.
Kapika, el jefe del grupo étnico Himba en el norte de Namibia, con su bastón tallado en la mano, le daba órdenes a su esposa e hijos para que ordeñaran su ganado.
A veces, dirigía la atención hacia mí. Yo estaba sentado en el suelo, al lado de su silla, pidiéndole permiso para filmar en las aldeas.
Aunque no lo parezca, el estiércol de vacas seco es muy cómodo para sentarse.
Finalmente, una sonrisa arrugada y cálida iluminó sus ojos: "Puede hacerlo", me dijo.
Tradición versus modernidad
La forma en que ejercía su poder me recordó mi infancia. Yo tendría unos 11 años y estaba de pie en una colina en Transkei, Sudáfrica.
Kaiser Daliwonga Matanzima
Matanzima era sobrino y uno de los amigos más cercanos de Mandela, pero la política los dividió.
Los pescadores rurales de la etnia Xhosa que me rodeaban estaban muy entusiasmados.
Una caravana, encabezada por un reluciente Mercedes Benz negro, apareció en medio de una nube de polvo.
Los pescadores se quitaron sus sombreros y se arrodillaron sobre las largas hierbas africanas, mientras los autos pasaban a toda velocidad.
Yo acababa de ser testigo de una inspección del supremo Kaiser Daliwonga Matanzima a su reino.
Matanzima era sobrino de Nelson Mandela, quien también tiene sangre real Xhosa.
"Vendido"
Mandela dirigió la lucha contra el apartheid y pasó 27 años en prisión, antes de convertirse en el primer presidente de una Sudáfrica democrática.
Nelson Mandela
Mandela fue el primer presidente de una Sudáfrica democrática.
Matanzima colaboró con el gobierno blanco y fue hecho presidente de Transkei, un bantustán creado por el apartheid.
Su poder dependía de sus jefes blancos en Pretoria y Mandela lo llamó "un vendido".
Pero, debido a su estatus real, Matanzima nunca fue realmente condenado al ostracismo.
Siguió siendo una figura controvertida, aunque no necesariamente despreciada, y cuando murió en 2003, el presidente Thabo Mbeki leyó el panegírico en su funeral.
Los destinos de Mandela y Matanzima ponen de manifiesto la lucha en curso en África entre la autoridad tradicional y la modernidad política.
Poder afianzado
En Swazilandia cada año el rey Mswati III inaugura el parlamento con una espléndida ceremonia, que mezcla ritos africanos con otros de la época colonial británica.
Rey Mswati III
Con un vestido tradicional, Mswati III llega a la apertura del parlamento.
Los soldados se paran en atención, con sobretodos de color escarlata, en medio de un calor sofocante, mientras toca una banda de música.
La mayoría de los diputados llevan taparrabos y tocados tradicionales. Tienen que pasar sus cachiporras de madera, llamadas "knobkerries", a través de detectores de metal de alta tecnología, antes de entrar a la cámara.
El rey también está vestido de forma tradicional y llega en una limusina Mercedes negra.
Camina sobre una alfombra roja, rodeado por agentes de seguridad con gafas y trajes oscuros, que recuerdan al servicio secreto del presidente de Estados Unidos.
Swazilandia es una de las pocas monarquías absolutas que quedan en el mundo.
En el parlamento no se permiten partidos de la oposición, la prensa está controlada por el estado y es ilegal criticar al rey.
Amamos a nuestro rey, pero queremos tener un monarca constitucional, como en el Reino Unido
Mujer sindicalista
La pobreza y el desempleo tienen raíces profundas y la disconformidad política se fermenta constantemente debajo de la superficie.
Aun así, cuando hablé con un grupo de sindicalistas que constituyen la columna vertebral de las reformas democráticas, me dijeron que la realeza es indispensable para la nación.
"Amamos a nuestro rey", me dijo una mujer, "pero queremos tener un monarca constitucional, como en el Reino Unido".
En los tiempos coloniales, las potencias europeas trataban de persuadir a los reyes y jefes locales de toda África para que gobernaran en sus nombres.
El poder profundamente arraigado que ejercen estos líderes -en su mayoría hombres- sigue siendo una realidad.
Fuerza tranquilizante
Otro de mis encuentros con el poder tradicional fue con el emir de Kano, en el norte de Nigeria.
Fue como viajar a otra era.
Muralla de lodo en Kano
Kano es una de las antiguas ciudades-estados del norte de Nigeria.
Guardias con vestidos y turbantes de vistosos colores cuidan las puertas de su palacio.
Cerca flotan, bajo un claro cielo azul, la cúpula de una mezquita y un alto minarete.
A uno lo conducen, a lo largo de un pasillo oscurecido y fresco, hasta la "Cámara del Elefante", de 700 años de antigüedad.
El techo, con forma de cúpula, es sostenido por 20 arcos, y las paredes están cubiertas de arabescos hechos con lodo de diferentes colores.
Dos cabras
Los trompetistas anuncian la llegada del gobernante, sobre un caballo adornado. Varios criados corren a levantar un gran trozo de tela para que nadie lo vea bajar de la bestia.
Emir de Kano
El emir de Kano es uno de los principales líderes musulmanes de Nigeria.
El emir avanza hacia la corte, donde sus súbditos se arrodillan y hacen reverencias a su paso.
Un hombre con un vestido largo y suelto enumera sus quejas contra su vecino. En Nigeria democrática, él tiene derecho a apelar al estado pero, en casos pequeños como éste, suele ser más fácil aceptar la decisión del emir.
Se oyen los cargos. El emir impone una multa de dos cabras y la corte termina su jornada.
Ésta no es la única esfera de influencia del emir. El respeto que se le guarda a su antiguo linaje con frecuencia es necesario para calmar los encuentros a veces violentos entre las poblaciones cristianas y musulmanas de la ciudad.
Pronto me llegó el turno de ver al emir. Los guardaespaldas se hicieron a un lado. Me condujeron a una habitación apacible, a la sombra, llena de tallas de lodo y con gruesas alfombras escarlatas.
Occidente debe comprender que la democracia no es sólo como ellos la ven. En África necesitamos tiempo para desarrollarla a nuestra manera
Emir de Kano
En el extremo opuesto, el emir estaba sentado en su trono. Estaba vestido de blanco, con un turbante de bordes verdes.
Le pregunté sobre el papel que él desempeña en una Nigeria en transición. Escuchó cortésmente.
"Occidente", me respondió, "debe comprender que la democracia no es sólo como ellos la ven. En África necesitamos tiempo para desarrollarla a nuestra manera".
Fuente http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_5310000/5310312.stm