Principe Carlos de Gales y Camila, duquesa de Cornualles

Camila, la ‘rottweiller’ que siempre acechó al matrimonio de Carlos y Diana de Gales

GENTE
AFP
Jueves, 17 de agosto, 2017 - 15h33

Camila, la ‘rottweiller’ que siempre acechó al matrimonio de Carlos y Diana de Gales 
LONDRES. Camila conoció al príncipe Carlos en un partido de polo a principios de los años 1970, y más tarde se convirtieron en íntimos. AFP

Londres -
El aniversario de la muerte de Diana de Gales vuelve a poner el foco en la actual esposa del príncipe Carlos, Camila, "la otra", a la que la princesa llegó a apodar la "rottweiler".

Durante años, Camila fue vilipendiada como una saboteadora de matrimonios que arruinó el cuento de hadas de Carlos y Diana, pero ahora goza de una aceptación relativa de los británicos.

Tras la muerte de Diana en 1997, Camila y Carlos airearon su viejo romance, al principio con discreción y luego ya abiertamente, tras su boda en 2005.

Parker Bowles se convirtió en duquesa de Cornualles al casarse con el heredero al trono y podría acabar siendo princesa consorte si su marido llega a ser rey.

Lea también: Diana, una amante de la moda que cambió los códigos reales

Sin embargo, Camila "no tenía ninguna ambición de convertirse en princesa, duquesa, ni siquiera en reina", escribió Penny Junor, biógrafa del príncipe Carlos, en 2015.

"Solo quería estar con el príncipe de Gales, darle su apoyo. Su matrimonio le ha devuelto la vida" a Carlos, añadió.

Educación tradicional 
Camila Shand -su nombre original- nació en Londres el 17 de junio de 1947, y recibió una crianza muy tradicional.

Nieta del noble Lord Ashcombe, alternó su asistencia a escuelas en Londres, Suiza y Francia, con la vida familiar en la mansión campestre familiar del condado de Sussex, en el sur de Inglaterra.

Atractiva y llena de confianza, Camila conoció al príncipe en un partido de polo a principios de los años 1970, y más tarde se convirtieron en íntimos, pasando tiempo juntos en los apartamentos privados de Carlos en el palacio de Buckingham.

Sin embargo, Camila creyó que Carlos nunca le pediría matrimonio y acabó casándose con el militar Andrew Parker Bowles, con quien tuvo dos hijos.

Los sentimientos perduraron y Carlos siguió viendo a Camila tras casarse en 1981 con Diana, que, según Junor, la bautizó "la rottweiler".

La relación se intensificó a finales de aquella década, coincidiendo con el derrumbe del matrimonio de Carlos, como probaron unas famosas y tórridas conversaciones telefónicas difundidas por la prensa entonces.

Camila y Andrew Parker Bowles se divorciaron en 1995, un año antes que Carlos y Diana.

Tras la muerte de Diana, mantuvieron la discreción pero poco a poco quedó claro que convivían como pareja.

Después de planificarlo cuidadosamente durantre meses, protagonizaron su primera aparición pública en 1999.

Multitud entusiasta en su boda
Carlos y Camila se casaron en Windsor, donde la familia real tiene un castillo, el 9 de abril de 2005, en una ceremonia civil a la que siguió una bendición religiosa en presencia de la reina Isabel II.



Estando ambos divorciados, se debatió mucho si debían casarse por la iglesia, a la luz, en particular, del futuro papel de Carlos como Gobernador Supremo de la Iglesia de Inglaterra si asciende al trono.

Polémicas al margen, la boda -que se retrasó un día para permitir al novio asistir a los funerales del papa Juan Pablo II- atrajo a una entusiasta multitud de 20.000 personas a las inmediaciones del castillo de Windsor.

Tras la boda, la pareja se integró en los deberes típicos de la familia real, de las inauguraciones a las visitas al extranjero, pasando por las vacaciones en Balmoral, Escocia, mientras Camila seguía cultivando su imagen de aristócrata inglesa, amante del paño tweed y los caballos.

Con el tiempo, se ganó el afecto de la familia real, supuestamente incluyendo a los hijos de Diana, Guillermo y Enrique.

"Los chicos querían a su madre y sabían lo que pensaba de Camila, pero, al mismo tiempo, se daban cuenta de que su padre se había sentido solo y de que esta mujer alegraba su vida", aseguró Junor en el Daily Telegraph en el 10º aniversario de su boda. (E)

Camilla Parker cumple 70 años retocada y ¿como futura reina consorte de Reino Unido?

CONXA RODRÍGUEZ Londres
17 JUL. 2017 13:47

Los duques de Cornualles, Carlos y Camilla, en la fotografía tomada por Mario Testino por el 70 cumpleaños de la duquesa. @RoyalFamily

En Buckingham están mirando precedentes históricos para rehabilitar a la duquesa de Cornualles y ensalzarla al rango de princesa, previo al de reina
Con motivo de la efeméride, la pareja ha publicado una foto tomada por Mario Testino donde se muestra a una mujer con gesto amable y sin arrugas
Camilla Parker habla por primera vez sobre su etapa como amante
La duquesa de Cornualles, Camilla Parker-Bowles, cumple este lunes 70 años con una imagen y popularidad muy distintas a las que se dio a conocer en tiempos del triángulo amoroso que formaba con el príncipe Carlos y la princesa Diana. "En mi matrimonio éramos tres, estaba algo abarrotado", llegó a decir Diana en su confesión televisiva. Camilla se ha ganado a pulso en los 12 años que lleva de casada la simpatía que ahora muchos sienten por ella.Los festejos privados para celebrar su cumpleaños reunieron el sábado pasado en Highgrove, la residencia de campo del príncipe de Gales en el condado de Glocestershire, a 250 invitados entre familiares y amigos. El jueves pasado en Clarence House, de Londres, tuvieron la primera celebración para un grupo más reducido de invitados. El festejo del jueves coincidió con la visita de Estado de los Reyes de España a Reino Unido.El lunes, día del cumpleaños, lo celebra con Carlos, su marido y artífice del programa de fiestas. Para dejar prueba de la efeméride para el futuro, la pareja ha publicado una foto oficial de ellos, no sólo de la que cumple años. La imagen del matrimonio tomada por el fotógrafo Mario Testino muestra a una mujer con gesto amable y sin arrugas, una de las características de la duquesa de Cornualles, que se resiste a pasar por el bisturí de las clínicas de cirugía estética.

Carlos y Camilla, el día de su boda, en abril de 2005. GTRES
Cuando Camilla se casó con el príncipe Carlos en abril del año 2005 se le adjudicó el título de princesa de Gales y duquesa de Cornualles. La popularidad de Diana como princesa de Gales y la fama de Camilla como la mala del triángulo amoroso hizo que se decidiera que a Parker se la llamaría duquesa de Cornualles, pese a que el título de princesa, que también posee, es superior.La rehabilitación de Camilla ha sido tan notoria que ha pasado de ser la mala de la historia a ser la buena. La biógrafa real Penny Junor ha publicado el libro La duquesa en el que ha tenido que endemoniar a Diana para glorificar a Camilla a la que atribuye el haber hecho de Carlos, "un príncipe feliz, relajado y seguro con él mismo, lo cual lo hace un príncipe popular para los británicos", según cuenta la misma Penny Junor a LOC. Tras los años de riñas y escándalos, Camilla cumple 70 años con la posibilidad de ser Alteza Real. Así van las cosas en la monarquía británica.
ROYALS
Unos años difíciles
Camilla Parker habla por primera vez sobre su etapa como amante

CONXA RODRÍGUEZ Londres
29 MAY. 2017 18:02

La duquesa de Cornualles junto al príncipe Carlos en una imagen de archivo GTRES

Con motivo de su 70 cumpleaños, la duquesa de Cornualles se ha sincerado sobre la etapa en la que fue la concubina del príncipe Carlos.
Carlos de Inglaterra, más víctima que Lady Di
El próximo día 17 de julio Camilla, duquesa de Cornualles, cumple 70 años y ha decidido contar un poco del calvario que vivió cuando se dio a conocer que era la amante del príncipe Carlos. Entre ella y sus amigos le han dado a The Mail on Sunday la versión de los conocidos hechos: los años en los que el matrimonio entre los príncipes de Gales estaba formado por tres personas. "Superé aquella etapa gracias a mi familia, a mis hijos, Laura y Tom, a mi hermana y a mi hermano. La hostilidad del público contra mí era tal que no me atrevía a salir de casa. Mis hijos contaban los fotógrafos que se escondían detrás de los arbustos. Miraban con los binoculares desde mi habitación o desde el cuarto de baño dónde estaban los fotógrafos escondidos, algunos días contaban hasta seis", explica Camilla, quien ha autorizado a amigos y conocidos a que hablaran sobre los años de ajetreo y adulterios que vivieron los príncipes de Gales y los Parker-Bowles.

En diciembre de 1992 el entonces primer ministro anunció la separación matrimonial de los príncipes de Gales. Después se separaron, y divorciaron, Andrew y Camilla. En 1996 se divorciaron Carlos y Diana. En 1997 murió la princesa de Gales. Y en 2005 se casaron Carlos y Camilla. Ella se ha hecho su hueco en la familia real con su trabajo benéfico y de compañera del futuro rey aunque dice que no se ve como reina.

Carlos y Camilla se casaron en 2005 GTRES
En los años que lleva de duquesa de Cornualles ha restablecido su prestigio y se ha ganado una cierta popularidad. Es mujer de ir al fondo de los asuntos sin prestar mucha atención a los formalismos. "Tengo una enorme curiosidad por la vida de las otras personas. Cada vez que mi equipo me da notas de personas que voy a conocer, no me las leo nunca porque prefiero hablar y preguntar sobre la vida de los demás, no leerla en la biografía escrita y después comentar lo que ya sé", explica Camilla en sus declaraciones. La duquesa, que ya es abuela de cinco nietos y apoya causas como las de mujeres víctimas de delitos sexuales, ha decidido confesarse con cautela con motivo de su 70 cumpleaños, que se celebrará el próximo 17 de julio, pero sobre el que las publicaciones llevan tiempo calentando motores para ver quien se lleva sus declaraciones sobre los años en los que atravesó lo que ahora se ve como un "calvario" o un "purgatorio" por la animosidad del público británico debido a que Diana la culpaba de su ruptura matrimonial. "En mi matrimonio éramos tres y estaba un poco masificado", dijo Diana en su famosa entrevista a la BBC.Las declaraciones de Camilla han coincidido con otras de James Hewitt, el amante de Diana, que ha estado ingresado en las últimas semanas por enfermedad. Hewitt, que no se cansa de negar que no es el padre del príncipe Enrique porque cuando Diana se enamoró de él el niño ya había nacido, ha dicho que su relación con la princesa continúa provocando interés porque "vende".
Fuente

Los británicos se hacen con Camilla
El 49% la admiten como posible reina consorte cuando se cumplen diez años de su boda con el Príncipe Carlos

Camilla y el Príncipe de Gales, el pasado 17 de marzo en Washington
LUIS VENTOSO - Londres
09/04/2015 00:00h - Actualizado: 09/04/2015 17:06h.
La de Carlos de Inglaterra, de 66 años, y Camilla Mountbatten-Windsor, de 67, todavía hoy aún más conocida por los apellidos de su paciente primer marido, Parker-Bowles, es sin duda una de las grandes historias de amor del siglo XX. Un romance que ha salido adelante contra todo tipo de contratiempos y que se ha prolongado durante casi cuarenta años. Hoy los británicos ya aceptan a la que puede ser algún día su Reina consorte. Pero durante décadas la pareja tuvo a la opinión pública en contra. Camilla era «la otra» frente a la –falsamente– angelical Diana. Carlos encarnaba el marido adúltero, que traicionaba a la preciosa princesa inocente. A mayores, los dos adúlteros, que se hacían llamar en clave Fred y Gladys, tiraban a feúchos. La difusión en 1993 de una vieja conversación privada y pícara de 1989, en la que el Príncipe aspiraba a ser el támpax de su amante, los convirtió finalmente en un chiste mundial.

«Tienes a un hombre calvo de mediana edad y a una princesa increíblemente bella. No hay que ser muy listo para saber quién va a atraer la atención de los medios. En 1993 su imagen era la de un mal padre y un marido desafecto», recuerda Sandy Henney, jefa de prensa del Príncipe cuando su popularidad se arrastraba por los suelos.

Pero tras una trabajada campaña de relaciones públicas y una estudiada reconstrucción de la apariencia pública de Camilla, los británicos han empezado a aceptar a la Duquesa de Cornualles. Justamente hoy se cumplen diez años exactos de la boda de los veteranos amantes en la capilla de San Jorge de Windsor. Según una encuesta de la consultora YouGov, el 49% de los británicos creen que Camilla debería ser Reina consorte cuando su marido llegue al trono y un 16% dicen no tener una opinión formada. Para ver cuánto ha cambiado su apreciación pública baste recordar que en febrero de 2005, cuando se anunció su compromiso con el Príncipe, solo un 7% la veían como Reina consorte.

Camilla ha cambiado por fuera, pero tal vez la clave de su éxito es que ha empezado a mostrar lo que llevaba dentro, que era mejor que lo que pensaba una sociedad donde impera la dictadura del físico. Exteriormente se han puesto a su servicio toda la infantería estética y estilística que puede pagar el dinero. Hija de un militar héroe de guerra, que luego se reconvirtió en tratante de vinos, Camilla, católica, era una mujer de campo de buena familia, cuyo uniforme eran los vaqueros, un jersey flojo, maquillaje cero, pelo al natural y unas botas cómodas y rudas para entregarse a sus aficiones: el jardín, los caballos y la caza. Hoy le cuida el cabello Hugh Green, un peluquero de estrellas, y se lo tiñen en un exclusivo centro estético del barrio londinense de Belgravia. La ropa se ha vuelto más seria y adaptada a su edad, siempre con colores que la ayudan. Los complicados dientes han sido pulidos, así como las arrugas sobre el labio superior. En 2001 dejó el tabaco, los diez cigarros que fumaba cada día.

Sin embargo la principal novedad es que los ingleses han descubierto a una mujer que ejerce sus compromisos filantrópicos con gran convicción, cuya causa principal es la Sociedad Nacional de Osteoporosis, el mal que se derrumbó a su madre y su abuela. La Duquesa de Cornualles mantiene una agenda de 300 actos por año, a pesar de su conocido miedo a volar y sus recurrentes dolores de espalda, que trata con yoga y pilates. Trabaja también en campañas a favor de que los jóvenes lean y contra los abusos sexuales. Además se muestra siempre como una persona relajada, que no acaba de tomarse muy en serio a sí misma, y es dueña de un estupendo sentido del humor.

Uno de sus sobrinos la resume así: «Es cálida, divertida, directa, interesante y además le gusta conocer a gente interesante». Alistair Campbell, el que fuera el sagaz gurú de Blair, la define como «una fuerza positiva» sobre Carlos. Catherine Mayer, la última biógrafa del Príncipe, la considera «una feminista, toda una novedad en la Familia Real inglesa».

Rumbo a Balmoral
Carlos y Camilla pasarán su décimo aniversario de boda en Birkhall, enclavado en las idílicas posesiones de la Reina en el palacio escocés de Balmoral, que ya fue el lugar elegido para su luna de miel. En Escocia llevan el título de Duque y Duquesa de Rothesay. La aversión de Diana a las vacaciones escocesas y su predilección por los destinos caribeños era uno de los detalles de ella que desconcertaba a Carlos, británico hasta el tuétano, un tipo que cree que un buen jardín umbrío es el paraíso terrenal.

A Camilla le ha costado encajar en palacio, aunque en realidad formaba parte del paisaje de fondo desde 1973, cuando Carlos la conoció en un torneo de polo e intuyó que era su alma gemela. En su día trascendió que Isabel II se refería a ella como «esa mujer malvada». Su ascenso a los roles oficiales fue gradual y ella sobrellevaba el desdén diciendo a sus íntimos aquello de «me casé con Carlos, no con la monarquía». La gran puesta en escena en el ámbito de la realeza llegó con el Jubileo de Diamantes de la Reina del 2012. Con su marido Felipe de Edimburgo hospitalizado, la Reina tuvo el gesto de subir a Camilla a su carroza.

Un aserto algo cínico, pero seguramente realista, sostiene que el secreto de un matrimonio feliz es no verse demasiado. Carlos y Camilla se lo aplican y viven en residencias separadas. Ella conserva Ray Mill House, la mansión que compró en el Oeste de Inglaterra en 1995, tras su divorcio del militar Andrew Parker-Bowles, con quien tuvo un hijo y una hija. Allí le gusta pasear con sus perros y disfrutar de sus cinco nietos. A unos 40 kilómetros se encuentra Highgrove, el palacio de Carlos. «A diferencia de lo que pasaba con Diana, ella lo entiende. Sabe cuándo dejarlo solo con sus pensamientos, cuando ser alegre, cuando toca hacer de confidente o ser su amante», ha comentado en la prensa inglesa una amiga anónima de la pareja. Camilla mantiene también una relación amistosa con su ex marido.

Tras el accidente brutal de Diana, de solo 36 años, y Dodi Al Fayet en el túnel del Alma de París en 1997, Carlos puso en marcha un plan para recuperar su imagen pública y la de su amante. Se trataba de convertir al marido adúltero que había hecho sufrir a Diana y se despreocupaba de sus hijos en un desvalido padre viudo, atento y cariñoso con los dos huérfanos. Para ese lavado de cara, contrató a finales de 1996 como secretario privado a un mago de las relaciones públicas, Mark Bolland, hasta entonces director de la Comisión de Quejas a la Prensa. Bolland, muy inteligente, atrevido, abiertamente gay, lanzó la que se conoció en Clarence House como «Operación PB» (Parker Bowles). La primera acción fue filtrar a «The Sun» que se había celebrado un privadísimo primer encuentro entre Carlos, Camilla y Guillermo. Bolland lo divulgó para empezar a convertir a Camilla en una realidad asumible, aunque el príncipe Guillermo se sintió utilizado y se enfadó enormemente.

Otro golpe turbio de Bolland, bendecido por su jefe, fue animar entre bambalinas la publicación del libro «Carlos: ¿Víctima o villano?», de Penny Junor, un ajuste de cuentas con Diana, publicado al año siguiente de su fallecimiento. Allí se la acusaba de telefonear a Camilla con amenazas de muerte y de haber sido la primera que había incurrido en una infidelidad.

En 1999, Carlos y su pareja salieron juntos de un acto social en el Ritz de Londres, una fotografía muy calculada, que venía a dar el banderazo público a su relación. En 2004 Camilla fue presentada a la Reina y hoy los hijos de Carlos la aceptan bien. Con la campechanía propia del personaje, el Príncipe Harry explicó muy bien su relación hace diez años, en el día su boda: «Estamos muy contentos por ella, porque ha hecho a nuestro padre muy feliz». Y eso, al final, tal vez sea lo único importante.

Parker no estaría interesada en recibir título real
Príncipe Carlos dice que Camilla podría ser reina de Inglaterra
ACTUALIZADO EL 21 DE NOVIEMBRE DE 2010 A LAS 12:00 AM
Posibilidad En una entrevista con NBC, el miembro de la realeza admitió que su esposa podría llegar a recibir la corona
POR ANA YANCY FLORES M. aflores@nacion.com | POR AFP
El príncipe Carlos y Camila Parker se casaron en el 2005, luego de un tormentoso romance. Él siempre ha dicho que Camilla es la mujer de su vida. ArchivoUnión.
El príncipe Carlos de Gales admitió, por primera vez en público, que su esposa, Camilla Parker, podría ser coronada reina de Inglaterra.

Las declaraciones la dio durante una entrevista que concedió a la cadena estadounidense de televisión NBC, y que fue divulgada el viernes en la noche.

La entrevista, que había sido grabada en agosto de este año, en Escocia, fue emitida pocos días después de que Guillermo, el mayor de sus dos hijos –nacidos de su primer matrimonio, con la princesa Diana de Gales–, anunciara que se casará con su novia, Kate Middleton.

Según explica el diario El País de España, cuando la pareja se casó en el 2005 se decidió oficialmente que ella tendría el título de princesa consorte si Carlos llegaba a ser rey. Esto con el objetivo de evitar polémicas con el pueblo.

Esa decisión se tomó pese a que, a lo largo de la historia británica, la mujer del rey siempre ha sido reina consorte, lo cual no le otorga poderes constitucionales.

Pese a todo lo anterior, NBC le consultó directamente al primero en la línea de sucesión a la corona si su esposa podría ser reina, una vez que fallezca su madre, la reina Isabel II.

A esa pregunta, un titubeante Carlos de Gales respondió: “Bueno, digamos que, verán, eso, eso, bueno, eso lo veremos, ¿no? Además, no sé si para entonces estaré vivo. Pero podría ser”.

Pero, al parecer, Parker no deseaba ser considerada reina, según había dicho la prensa británica en el 2005. En ese momento, se detalló que mientras no se modificara la ley, Camilla podría convertirse automáticamente en monarca junto a su marido. Los asesores legales del príncipe habían dichp que es la costumbre la que rige estos casos.

Según las encuestas, la mayoría de los británicos se oponen a la idea de que Camilla llegue a ser reina. Esto se debe a la inmensa popularidad que tenía la princesa Diana, quien, por cierto, siempre culpó a la actual esposa de Carlos del fracaso de su matrimonio.

Carlos de Inglaterra se casará por lo civil con Camilla Parker Bowles el 8 de abril

La pareja celebrará una ceremonia civil privada el próximo 8 de abril .-La reina Isabel, el Gobierno y la Iglesia anglicana felicitan a la pareja
ELPAIS.ES
AGENCIAS
Madrid / Londres 10 FEB 2005 - 22:38 CET
El príncipe Carlos de Inglaterra contraerá matrimonio con su prometida, Camilla Parker Bowles, el próximo día 8 de abril, en el Castillo de Windsor (afueras de Londres) en una ceremonia civil. Así se ha informado oficialmente esta mañana y así lo han confirmado por la noche los novios desde el castillo que servirá de escenario para la culminación de un romance que dura ya más de 30 años. En su primera aparición pública tras conocerse el enlace, Camilla ha asegurado que Carlos recurrió a la tradición para pedir su mano, arrodillándose ante su amada.

Muy sonrientes y relajados, los prometidos han acudido por separado y comparecido después juntos ante los medios en el castillo de Windsor, donde celebran una cena que sirve para oficializar su compromiso. En dicha celebración, Camilla ha aprovechado para lucir el anillo con el que, rodilla en tierra, Carlos le pidió en matrimonio. Se trata de una sortija de platino con un diamante cuadrado incrustado en el centro y tres bandas también de diamantes a cada lado. También ha revelado la novia la impresión que le causó la petición, cuando ha dicho que ahora "estoy empezando a volver a la Tierra".

Camilla nunca sera reina

Al contraer matrimonio, Camilla Parker obtendrá el título de Su Alteza Real duquesa de Cornwall. Sin embargo, si Carlos llega al trono, sucediendo a su madre Isabel II, Camila Parker adoptaría el papel de princesa consorte, pero no llegaría nunca a ser reina de Inglaterra.

Tras el anuncio oficial, el Palacio de Buckingham ha enviado un comunicado en el que la reina Isabel y su esposo expresan a los novios sus "deseos más cálidos en su futuro juntos". "El duque de Edimburgo y yo estamos muy felices con el hecho de que el príncipe de Gales y la señora Parker Bowles vayan a casarse", reza la nota, en un tono muy similar al que han expresado los hijos de Carlos, Enrique y Guillermo. Por su parte, el primer ministro, Tony Blair, se ha mostrado "encantado" con la próxima boda.

La Iglesia aprueba el enlace

El príncipe de Gales, sonriente, ha confesado estar "muy emocionado" por su próxima boda, según ha declarado en una visita a los joyeros y orfebres de la capital, una reunión que ha aprovechado para observar alianzas matrimoniales. "La señora Parker Bowles y yo estamos absolutamente encantados. Será un día muy especial para nosotros y para nuestras familias", ha añadido el príncipe en el comunicado que Clarence House, su residencia en Londres, ha divulgado hoy para explicar los detalles del enlace.

Pero las declaraciones que realmente han sorprendido han sido las del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, quien ha afirmado que la Iglesia anglicana aprueba el enlace. El arzobispo ha afirmado que asistirá a la boda y se ha referido a este matrimonio señalando que "es consistente con las directrices de la Iglesia de Inglaterra en lo relativo a un nuevo matrimonio".

Una boda civil

La noticia ha cogido por sorpresa a los británicos, pese a que la pareja vive junta desde hace al menos dos años y Carlos de Inglaterra empezó a dejarse ver en público con su novia después de la trágica muerte de Lady Di, en un accidente de tráfico en agosto de 1997 en París, junto a su entonces pareja Dody Al Fayed. Mientras se suceden las felicitaciones de los líderes políticos e institucionales, se desgranan los detalles de un inesperado enlace. La pareja contraerá matrimonio en una ceremonia civil íntima y privada, alejada del boato y protocolo de una boda real, aunque posteriormente se celebrará un servicio religioso en la capilla aledaña oficiado por el arzobispo de Canterbury. Esto abre una primera incógnita. El heredero de la corona deberá asumir, a su llegada al trono, el cargo de "gobernador supremo" de la Iglesia anglicana, con lo que en principio se espera del heredero que contraiga matrimonio religioso. Por otro lado, algunos analistas pronosticaban la separación de Iglesia-Estado para permitir una boda.

Los próximos días serán claves para desentrañar algunas dudas sobre el enlace. En un principio, la esposa del príncipe de Gales debería convertirse en princesa y posteriormente en reina, una vez que su esposo accede al trono. Las informaciones de hoy han dejado claro que esto no será así, lo que indica una renuncia cuyas consecuencias será imprescindible conocer. Además, también planeta problemas constitucionales, ya que la familia real está obligada a renunciar al derecho sucesorio si contrae matrimonio con un católico.

Un largo y tortuoso romance

Pese a que la relación amorosa del príncipe con Camilla Parker -personaje impopular entre los británicos- ha sido asumida por los británicos, la situación de la novia del heredero seguía siendo incómoda dentro de la tradiconal monarquía de Isabel de Inglaterra. A principios de año, la reina obligó a Camilla a sentarse separada del príncipe en el funeral privado en memoria de sir Agnus Ogilvy, esposo de la princesa Alexandra de Kent. Algo parecido sucedió meses antes en boda de Edward van Cutsem, ahijado del príncipe, con lo que se confirmaba que la Casa Real estaba lejos todavía de admitir oficialmente la relación entre ambos.

El príncipe Carlos se casó en julio de 1981 con Diana de Gales, y el matrimonio tuvo dos hijos: Guillermo y Harry. En 1992, la pareja anunció su ruptura, que desembocó años después en divorcio, en 1996. La prensa británica destapó entonces la relación que Carlos de Inglaterra había mantenido con Camilla Parker -una amiga que conoció en 1970 en un partido de polo en Windsor- incluso mientras estaba casado con Diana de Gales. Tras varios años, ambos se han mostrado en público y Camilla, también divorciada, ha acompañado al príncipe en varios actos.

30 AÑOS DE RELACIÓN
Carlos y Camilla se conocieron en 1970 en un partido de polo en Windsor, a las afueras de Londres, y volvieron a encontrarse dos años después en un club de esta capital. La relación se enfrió cuando el heredero de la corona se unió en los años 70 a la Marina británica.

Así, en 1973, Camilla se casó con el oficial de la Marina Andrew Parker Bowles, con el que tuvo dos hijos, pero el matrimonio acabó en divorcio años después cuando su romance con Carlos fue aireado por la prensa en 1992.

El alcance de esa relación se conoció en 1992 cuando la prensa publicó el contenido de unas cintas, grabadas en secreto en diciembre de 1989, de una conversación telefónica muy íntima entre los dos.

UNA MUJER IMPOPULAR
La imagen pública de Carlos de Inglaterra se vio dañada tras la polémica surgida con la muerte de Diana de Gales en París, en 1997. Los rumores sobre su turbulenta relación y las apariciones anteriores de Diana en los medios de comunicación revelando detalles de su matrimonio, hizo que el príncipe llevara al máximo secreto su relación personal con Camilla.

En 1992, un libro de Andrew Morton, titulado Diana, su verdadera historia, reveló detalles sobre la relación de Carlos y Camilla y los problemas de bulimia de lady Di. Los detalles del matrimonio acapararon durante años la atención de la prensa británica. Años después de la muerte de la princesa Diana, Camilla empezó a residir en Clarence House, la antigua mansión londinense de la Reina Madre, fallecida en 2002, y que ahora es la oficina del príncipe.
Fuente

Los cuatro obstáculos
La condición de divorciados de los novios dificulta el permiso de la Iglesia anglicana

ELPAIS.ES
Madrid 10 FEB 2005 - 11:21 CET
El matrimonio se enfrenta a cuatro grandes obstáculos, el primero de ellos la Iglesia anglicana. Como heredero al trono británico, el príncipe Carlos debería asumir el papel que ahora representa la reina como cabeza de la Iglesia anglicana y que recibe el nombre de "gobernador supremo". Sin embargo, la condición de divorciados de los novios podría acarrear graves dificultades. En primer lugar, la propia celebración de la boda.

Hace varios años que la Iglesia anglicana ha abierto el debate debido a las numerosas rupturas matrimoniales en parejas anglicanas. Hace cuatro años, los dirigentes de la Iglesia anglicana se mostraron favorables a permitir que las parejas de divorciados contraigan matrimonio nuevamente religioso. Pero siempre con límites, y el más importante es el de no cometer adulterio, algo que Carlos de Inglaterra ha confesado, ya que su relación con Parker se inició mientras estaba casado con Diana de Gales.

Separación de Iglesia-Estado

En los últimos tiempos, el debate sobre una eventual boda entre Carlos de Iglaterra y su novia ha originado en especulaciones sobre la posible separación de los poderes eclesiástico y estatal.

Pero, por otro lado, la boda anglicana de la pareja debe superar otro interrogante: Camilla Parker es católica y los miembros de la familia real británica sólo pueden contraer matrimonio con un católico si renuncian a sus derechos sucesorios.

El permiso de la reina

En segundo lugar, la pareja necesita el permiso de la reina. En caso de que no lo tuviera, Carlos de Inglaterra tendría la opción de solicitar permiso, con un año de antelación, a las dos cámaras del Parlamento, que deberían pronunciarse sobre el asunto. En última instancia, Carlos podría esperar a asumir el trono, con lo que el permiso vendría otorgado por sí mismo. En este caso, dado el anuncio oficial, es previsible que la reina haya otorgado de antemano a su hijo el permiso para contraer matrimonio con Camilla Parker.

Además del permiso de la reina, el Príncipe de Gales también necesita consultar al primer ministro, actualmente Tony Blair. Pero además tendrá que consultar también a los países que forman la Commonwealth si un día Carlos de Inlgaterra quiere reinar. En este sentido, y a juzgar por los pronunciamientos no oficiales que han hecho los gobiernos de estos países, este no sería un inconveniente.
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9 de abril de 2005 - 21:43 GMT 
Carlos y Camila: lo lograron
Yolanda Valery 
Enviada especial de BBC Mundo

Lo lograron. Camila, ex de Parker Bowles y Carlos, príncipe de Gales y heredero de la corona británica, se casaron.

El príncipe Carlos y Camila Parker- Bowles
La ceremonia civil duró unos pocos minutos.
Y es que aquí en Inglaterra la gente apostó dinero -literalmente- a que algo arruinaría el día en que la pareja pondría el sello a una relación de más de tres décadas.

El sello del registro, claro está. Ya que rompiendo con una tradición centenaria, el príncipe contrajo nupcias en una ceremonia civil.

Pero esto no pareció importarle a los miles de personas que salieron a las calles para acompañarlos en el evento. O para tomar una foto de sus buen mozos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique. O para manifestar en favor del derecho de los homosexuales a contraer matrimonio".

"Carlos puede casarse dos veces; nosotros, ninguna", decía la pancarta del grupo de presión Outrage ("Escándalo").

Salió

No faltó tampoco un grupo de recordara a la princesa Diana de Gales, ex esposa del príncipe Carlos, quien falleciera en un accidente de tránsito en la ciudad de París, un año después de obtener el divorcio.

"Hay tres en este matrimonio", dijo la princesa célebremente a mediados de los noventa. Algunos atribuyen a Camila la ruptura de un matrimonio que parecía ser de cuento.

"Diana, eres nuestra reina", sostenían los manifestantes, quienes también aventuraron una tímida pita cuando los nuevos esposos emergieron de la oficina del registro.

Pero éstos fueron los menos. Unos metros más allá otro grupo sostenía un cartel que rezaba: "el que esté libre de pecados, que lance la primera piedra".

Prince Charles and Mrs Parker Bowles
Carlos y Camila se prometieron fidelidad.
Los meteorólogos habían pronosticado un día frío y lluvioso y los medios, una recepción igualmente invernal.

Pero el sol salió. Y gente también.

De acuerdo con una estimación de la emisora local de la BBC, en horas del mediodía se contaban unas diez mil almas en el centro de Windsor.

Una parte de ellos, claro está, eran los numerosos camarógrafos, fotógrafos y reporteros que se agolparon ahí para transmitir el evento al mundo.

Tampoco cuentan los cientos de policías que patrullaron las calles incansablemente, a pie y a caballo.

De buen talante

Con todo, la multitud estaba de buen humor.

Frente al Guildhall o ayuntamiento de la ciudad, un edificio poco agraciado en el que se resuelven asuntos de la localidad, la gente aplaudió a todo lo que se movía, desde los automóviles de la policía hasta el camión de la basura.

Los momentos de mayor excitación fueron el arribo de los príncipes Guillermo y Enrique y la llegada de los novios.

Jóvenes subían a los hombros de sus parejas y doñas trepaban las barreras. "¿Viste al príncipe, lo viste?", se interrogaban las unas a las otras, mientras se mostraban las fotos captadas en teléfonos móviles y cámaras digitales.

Auto de los recién casados
Recién casados!
Pero para ellas, y los otros que esperaron por horas frente al Guildhall, hubo poco más que eso: por la misma que entraron, salieron los novios, los detalles de su boda para siempre una historia de segunda mano, pues la ceremonia tuvo carácter estrictamente privado.

Las imágenes grandiosas de la capilla de San Jorge del palacio de Windsor, donde se llevó a cabo la bendición, podrán haberle devuelto ese aire de "realeza" al evento, pero en esencia, el matrimonio real fue un asunto casi cotidiano.

Sin duda fue la culminación de un proceso de organización tortuoso, cuyo resultado tuvo poca pompa; fue, quizás, un poco más sangre-roja que sangre-azul. "Bien está lo que bien acaba", tal vez digan los novios.

O "tanto da el agua al cántaro".
 7 de abril de 2005 - 19:27 GMT 
Camila, "la reina"
 Camila Parker Bowles
¿En vez de sombrero...una corona?
Camila Parker Bowles, quien está a punto de convertirse en la esposa del heredero del trono británico y a su vez en duquesa de Cornualles, tendrá derecho a ser también reina de Inglaterra si su cónyuge accede al trono.

Si el príncipe Carlos hereda la posición que ahora ocupa su madre, la reina Isabel II, su esposa será la reina consorte a menos que se apruebe una legislación que expresamente lo prohiba.

El gobierno británico terminó admitiendo ese hecho luego de que en un principio se dijera que Camila, en caso de que su esposo acceda al trono, sería solamente princesa consorte.

Igualmente se confirmó que la futura duquesa de Cornualles podrá ser princesa de Gales porque tomaría automáticamente todos los títulos que conlleva el matrimonio con el príncipe de Gales.

Pero la residencia del príncipe Carlos, Clarence House, se ha apresurado en decir que Parker Bowles prefiere el título de princesa consorte y que no desea el de reina en caso de que su esposo llegue algún día a ostentar la corona.

Según algunos analistas, a pesar de los deseos manifestados y de la legislación interpretada, no hay claridad sobre el tema, y de hecho -más allá de las reafirmaciones oficiales- muchos se siguen cuestionando la validez de un matrimonio civil por parte de un miembro de la Casa Real.

Morganático

El secretario de Estado para Asuntos Constitucionales del Reino Unido, Christopher Leslie, confirmó recientemente ante la Cámara de los Comunes del parlamento británico que Camila sí accedería al estatus de reina.

Souvenir de la boda real. De fondo, el Castillo de Windsor
Un matrimonio nada "morganático"
En su comparecencia en el parlamento, Leslie respondió a una pregunta sobre si el matrimonio será morganático.

Es decir, si la prometida del Príncipe de Gales no heredaría el título de reina en caso de que su esposo acceda al trono.

El funcionario de Asuntos Constitucionales confirmó que el enlance no será morganático, lo cual implica que Parker Bowles sí se convertirá en soberana.

Fuentes gubernamentales ya habían advertido que se necesitaba una legislación especial para hacer realidad "los deseos de Camila de no convertirse en reina".

Por una sola persona

Según el parlamentario laborista Andrew McKinlay, se necesitaría una nueva legislación en una decena de parlamentos de todo el mundo para que la esposa del Príncipe de Gales no se convierta en reina una vez que éste sea coronado.

Camila Parker Bowles
Ella no quiere ser reina.
El monarca británico es jefe de Estado de dicisiete antiguas colonias británicas, entre ellas Canadá, Nueva Zelanda y Australia.

McKinlay dijo que tales modificaciones de las leyes "no deben hacerse por una sola persona y sólo por la causa de una persona".

El parlamentario se refirió a que la posibilidad de la discusión de una legislación así "agite sentimientos republicanos" en países donde el monarca de Inglaterra es jefe de Estado.

Incluso en el Reino Unido, la posibilidad de que Camila Parker Bowles se convierta en reina irrita a muchos admiradores de la difunta Diana de Gales, la primera esposa del príncipe Carlos.

Sin discriminación

Sobre el tema de la legalidad del matrimonio civil, el ministro de Asuntos Constitucionales de Gran Bretaña, Charles Falconer trató de despejar dudas.

El príncipe Carlos de Gales y su prometida, Camila Parker Bowles
¿Camila en segundo plano?
Falconer dijo que cualquier legislación sobre el particular "debe ser interpretada en la medida de lo posible de forma que sea compatible con el derecho al matrimonio y al disfrute de ese derecho sin discriminación".

En el pasado se ha prohibido el matrimonio civil a otros miembros de la Casa Real.

En la década de los años 50 se prohibió a la princesa Margarita, hermana de Isabel II, casarse con el capitán Peter Townsend, que estaba divorciado.

En 1992, la princesa Ana, hermana de Carlos, se casó con su segundo marido, Tim Laurence, en Escocia que tiene un sistema legal diferente al de Inglaterra y Gales.

7 de abril de 2005 - 17:18 GMT 

Carlos y Camila: la boda "real"
 Carlos y Camila
Para algunos, la boda entre Carlos y Camila carece de validez legal.

Desde que se anunció el matrimonio entre el príncipe Carlos y Camila Parker Bowles, mucho se ha debatido en los medios de comunicación británicos acerca del futuro de la monarquía.

La unión anunciada entre Carlos y Camila es vista por algunos analistas como la "verdadera" boda pues consideran que ésta sería la primera vez que el actual heredero de la corona británica se casa por amor.

Pero, ¿quién es Camila Parker Bowles? ¿La boda es una señal de que la monarquía británica está en crisis? ¿Realmente Carlos de Inglaterra abdicará al trono?

BBC Mundo le preguntó sobre estos tópicos a Nick Caistor, especialista en temas reales.

Según algunos analistas ésta sí es la boda "real". La que cuenta.

Sí, así parece. Carlos y Camila se conocen desde hace 35 años. En mi opinión, el matrimonio entre Carlos y Diana Spencer fue una especie de paréntesis porque siempre se ha dicho que Camila es el verdadero amor del príncipe Carlos. En este sentido sí es la boda real.

¿Quién es Camila Parker Bowles?

Ella representa la aristocracia rural de Inglaterra. Esa vieja aristocracia terrateniente que siempre ha existido y que todavía es dueña de gran parte de Inglaterra.

Camila representa esa línea que desde hace cientos de años tiene su puesto en la sociedad británica, y en ese sentido es opuesta a la princesa Diana.

Se trata de la aristocracia del campo que a veces parece que está más cómoda con perros y caballos que con personas, y que no tiene nada que ver con la farándula.

A raíz del divorcio del príncipe Carlos y la princesa Diana se habló de una crisis en la monarquía británica. Ahora con esta boda se trata el tema nuevamente.

Sí. Se ha hablado de ello en la última década. El divorcio y un nuevo matrimonio ha sido un problema para la monarquía británica porque, hasta esta generación, no se contemplaba el divorcio para los monarcas.
 La crisis se produce porque -a nivel simbólico- la familia real es lo que todos queremos ser y si hay crisis allí, hay crisis para todo el mundo  
En 1936, el tío abuelo del príncipe Carlos tuvo que abdicar al trono porque quería casarse con una mujer divorciada.

Lo cierto es que aún existe ese sentimiento de que la familia real es modelo de conducta, y en ella no debe haber tristeza, divorcio, o complicaciones.

La crisis se produce porque -a nivel simbólico- la familia real es lo que todos queremos ser y si hay crisis allí, hay crisis para todo el mundo.

La mayoría de los británicos parece estar de acuerdo con la boda pero al mismo tiempo, la mayoría se opone a que Camila sea reina. ¿Esto qué dice de la sociedad británica?

Todo esto se maneja a nivel simbólico. Los británicos no tienen nada en contra de ella como persona, pero sí como símbolo del Reino Unido.

Todo es a nivel de cuentos de hadas. Siempre la reina es la buena que lleva una vida feliz y hay un final feliz, y éste no es el caso con esta monarquía.

 Los británicos no tienen nada en contra de ella como persona, pero sí como símbolo del Reino Unido  
Los británicos entienden que Carlos quiere ser feliz pero no que por ello, Camila -que también es divorciada- se convierta en la reina de ese cuento de hadas.

En torno al hecho de que Camila se convierta en reina o princesa consorte. ¿También priva lo simbólico sobre lo legal?

Hay muchos temas legales. Hay quienes dicen que incluso, este matrimonio no va a ser legal, porque los monarcas no se pueden casar por el civil, por ejemplo.

Hasta ahora, ésto no se ha contemplado en la historia del Reino Unido. Hay problemas legales porque todo esto es inaudito, pero también hay referencia a lo simbólico que implica que de alguna manera la familia real debe amoldarse a las reglas de los cuentos.

¿Qué tan probable es que el príncipe Carlos abdique a la corona británica?

Algunos piensan que Carlos se está casando ahora porque sabe que nunca va a ser rey de Inglaterra, ni ella será reina.
 Algunos piensan que Carlos se está casando ahora porque sabe que nunca va a ser rey de Inglaterra  
De esta manera, están renunciando al trono.Yo creo eso sería bastante probable. Sabemos que las mujeres de la familia real viven muchos años. La reina madre llegó casi a los 100 años, la reina Isabel tiene unos 75 años y podría estar en el trono otros 20 años más.

Esto podría ser un indicativo de que sí, de que el trono podría pasar a uno de los hijos del príncipe Carlos y no a él.

¿Cuál es la diferencia entre los preparativos de este matrimonio y el anterior con Lady Diana Spencer?

Parece que la monarquía tiene vergüenza de este matrimonio. El contraste con el primer matrimonio es brutal.

 Parece que la monarquía tiene vergüenza de este matrimonio  
En esta boda, la reina no va a estar presente; hay sólo 30 invitados y se hace en un registro civil. En la boda con la princesa Diana en cambio, hubo 3.500 invitados, se hizo en la catedral en el centro de Londres.

Se realizó en un día feriado, con carruajes del siglo XVII y con toda la pompa y ceremonia que el Reino Unido aún puede hacer.

Esta vez, bajo las presentes condiciones, el matrimonio es poco más que un compromiso privado entre Carlos y Camila.


7 de abril de 2005 - 17:47 GMT 
Obstáculos y contratiempos
 Carlos y Camilla
La celebración de la boda ha sido puesta en duda en más de una ocasión.
El matrimonio de este sábado ha tenido que sortear una serie de obstáculos.

Éstos han sido lo mismo de tipo legal que de imagen o "relaciones públicas", y debido a ellos más de una ocasión se ha puesto en duda la celebración del enlace.

No sólo los novios han tenido que acomodar la fecha de la boda alrededor de otros eventos, -e incluso se vieron precisados a anunciar el matrimonio precipitadamente por culpa de una filtración periodística - sino que además han tenido que lidiar con la oposición de una parte de los británicos.

Entre estos no sólo se encuentran los muchos admiradores de la difunta princesa Diana de Gales, la primera esposa del príncipe Carlos, sino también varios constitucionalistas y miembros de la Iglesia Anglicana.

A continuación, algunos de los obstáculos y contratiempos más importantes que los novios han tenido enfrentar.

OBSTÁCULOS

La iglesia

La Iglesia Anglicana representó uno de los mayores desafíos para el matrimonio entre el príncipe y Camila.

Según el Acta de Supremacía, firmada en 1559 por el Rey Enrique VIII, cualquier nuevo monarca se convierte en "gobernador supremo del reino tanto en lo espiritual como en lo temporal".

Catedral de Canterbury
Los novios tuvieron que superar el obstáculo eclesial.
Carlos adoptaría este título de ascender al trono, lo cual implicaba, en opinión de muchos, que tendría que casarse con Camila por la iglesia, y no por lo civil.

El problema es que la posición tradicional de la Iglesia Anglicana ha sido la de no casar a divorciados cuyas parejas continúen con vida (en este caso, el ex esposo de Camila, Andrew Parker Bowles).

La solución que se encontró fue celebrar un matrimonio civil, y luego bendecir la unión en una ceremonia religiosa presidida por el Arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

Los ojos estuvieron puestos sobre el arzobispo Williams, quien dio su aprobación al matrimonio, y dijo que éste no se contradice con las normas de la Iglesia.

No obstante, las opiniones siguen divididas.

La ley

El Acta de Boda Reales, introducida en 1772, fue otro obstáculo importante.

La ley fue promulgada por el rey Jorge III, quien estaba enfadado porque consideraba que sus familiares se estaban casando con personas poco adecuadas.

Reina Isabel II
El monarca puede prohibirle el matrimonio a sus familiares y descendientes.
El Acta le da el poder al monarca para prohibirle el matrimonio a sus familiares y descendientes.

La ley también le da poder de veto al Parlamento.

Otra persona que podría influir en la decisión es el primer ministro, pues la reina tiene el deber constitucional de consultar al gabinete de gobierno sobre el matrimonio del heredero al trono.

Sin embargo, hay diferentes puntos de vista sobre si la opinión del primer ministro debe ser tenida en cuenta legalmente o no.

También las opiniones están divididas sobre la legalidad de un matrimonio civil por parte de un miembro de la Casa Real.

El asunto fue clarificado por el gobierno, según el cual todas las personas "sin discriminación" tienen derecho a disfrutar del derecho a casarse por lo civil.

En este caso, también persisten las dudas sobre si esa es la correcta interpretación de la ley.

La Mancomunidad Británica

Si Carlos asciende al trono, Camila tendrá derecho a convertirse en reina, y esto repercutiría en 15 países miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones o Commonwealth.

Banderas de la Mancomunidad Británica
El matrimonio repercutiría en 15 países miembros de la Mancomunidad Británica.
Al principio se dijo que todos los gobiernos en cuestión tenían que ser consultados sobre la boda, y que se necesitaba de una nueva legislación en cada uno de esos países para impedir que Camila se convirtiera en reina.

Aunque finalmente se aceptó la necesidad de una nueva legislación, también se aceptó el deseo de Camila de ser llamada princesa consorte en vez de reina si su esposo hereda la corona.

Teniendo en cuenta la buena salud de que goza Isabel II y el antecedente de longevidad de las mujeres de su familia, se estima que una ley en ese sentido no se necesitaría en el futuro inmediato.

Además, otros expertos legales opinan que es la convención, y no la ley, la que dicta que la esposa del monarca sea llamada reina, y que el tema puede solucionarse en el parlamento británico sin necesidad de que intervengan otros parlamentos de países en los que el soberano británico es jefe de Estado.

La imagen pública

Un problema de magnitud que los novios enfrentan es la imagen pública de Camila, quien es vista por muchos como la "eterna rival" de Diana de Gales y la responsable de la ruptura matrimonial entre ella y el príncipe Carlos.

Carlos y Camilla
La mayoría se opone a la idea de que Camila se convierta en reina, pero las cosas pueden cambiar.
Si bien la mayoría estima que es justo que Carlos y Camila se casen después de una larga relación sentimental, igualmente se opone a una eventual ascensión de Camila al estatus de reina.

Asesores del príncipe de Gales estiman que paulatinamente la sociedad se irá acostumbrando a la idea de Camila como consorte del príncipe, y que poco a poco se irán eliminando las reticencias una vez que la futura duquesa de Cornualles pase a desempeñar su nuevo papel de esposa del príncipe heredero.

ALGUNOS CONTRATIEMPOS

El pasado 8 de febrero, los portavoces del príncipe de Gales tuvieron que anunciar el matrimonio a la carrera debido a que un tabloide británico se hizo con la primicia del acontecimiento y obviamente tenía planes de publicarla.
El último de los contratiempos fue la necesidad de aplazar la fecha para que no coincidiera con los funerales de Juan Pablo II, al que asistirán tanto el novio como el primer ministro británico, Tony Blair y el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams.

La boda coincidirá con la carrera de caballos más importante del año, el Grand National, de Aintree, y la hípica es uno de los pasatiempos predilectos de muchos miembros de la familia real.
Inicialmente el enlace civil se iba a celebrar en el castillo de Windsor, pero la sede tuvo que cambiarse precipitadamente ya que si se expedía licencia para efectuar allí una boda civil, ésto hubiese abierto la brecha para convertir la residencia de la reina en suerte de "registro civil" con libre acceso, algo que no entusiasmaba demasiado a Isabel II.
El registro civil de Windsor recibió docenas de objeciones al matrimonio, por lo que se vio precisado a iniciar una investigación para determinar la validez de éstas. Finalmente el Registro General Civil de Inglaterra y Gales rechazó las objeciones legales.
La reina Isabel II decidió no asistir a la boda civil de su primogénito, según algunos para mantener "el bajo perfil" de la ceremonia, pero de acuerdo con otros para no verse involucrada en la "confusión legal" en que -estiman- está sumida la boda.
Fuente

Reina, a su pesar

Camilla Parker accederá a la dignidad real cuando su futuro esposo se convierta en jefe del Estado, según ha concluido hoy el secretario de Asuntos Constitucionales
ELPAIS.ES
Madrid 21 MAR 2005 - 17:49 CET
Camilla será reina, a su pesar. Aunque la prometida del Príncipe de Gales ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de no obtener la dignidad real el secretario de Estado de Asuntos Constitucionales, Christopher Leslie, ha confirmado hoy que el matrimonio que ambos contraerán el próximo 8 de abril no es "morganático", denominación medieval que se reservaba para aquellos enlaces que se contraen con personas de linaje inferior. La consecuencia es que cuando Carlos acceda al trono, Camilla se convertirá automáticamente en reina.

La novia del heredero al trono ha expresado en varias ocasiones su deseo de no ser llamada reina y ha decidido adoptar el título de Princesa Consorte, pero, según explica el diario The Times en su página web, tras el dictamen del secretario de Asuntos Constitucionales no podrá evitar legalmente estar investida de ese título que rechaza. Antes, desde el momento de su boda hasta que su esposo sea coronado, Camilla Parker Bowles ostentará el de Duquesa de Cornualles.

La resolución de Leslie responde a una pregunta del diputado laborista Andrew Mackinlay y pone patas arriba los pronósticos de la mayoría de expertos y entendidos en monarquía y protocolo, quienes abrumadoramente habían vaticinado que Camilla nunca sucedería en el título a su futura suegra, Isabel II.

Reforma en 17 países

En realidad existe la posibilidad de excluir a la futura esposa del príncipe de Gales del título real, tal y como ella desea, pero llevarla a la práctica es una quimera. Requeriría una reforma legislativa no sólo en el Parlamento británico, sino en las Cámaras legislativas de los 16 países que todavía reconocen como soberana a la reina de Inglaterra, entre ellos Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

"El príncipe de Gales puede casarse con quien quiera, pero modificar la Constitución [en realidad las normas con rango constitucional, pues el Reino Unido no tiene ley fundamental] es tarea del Parlamento y ese supuesto requeriría modificarla", ha afirmado el diputado, quien se ha mostrado contrario a emprender semejante reforma sólo para complacer los deseos de una persona.

La misa de bendición del enlace de Carlos de Inglaterra y Camilla Parker Bowles se televisará en directo al país, aunque la boda civil previa se celebrará a puerta cerrada, según anunció la pasada semana Clarence House, residencia oficial del heredero al trono. El príncipe de Gales y su novia se casarán en el Ayuntamiento de Windsor, a las afueras de Londres, si bien no se divulgarán las imágenes de esa ceremonia, que será discreta y sólo contará con 30 invitados.
Fuente

¿Cuántas monarquías hay en el mundo y cuánto poder tienen? Hay monarcas que gobiernan, otros que tienen algo de influencia, y varios ...