EDUARDO ÁLVAREZ
4 MAY. 2017 12:05
La reina Isabel II y al príncipe Felipe de Edimburgo en la ceremonia de apertura del Parlamento en la Cámara de los Lores, en 2016 EFE
El duque de Edimburgo abandona sus compromisos públicos
Felipe de Edimburgo, el príncipe de las polémicas, cumple 95 años
A sus 95 años, Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, ha decidido jubilarse. Pese a su avanzadísima edad y a algunos achaques de salud que ha padecido en los últimos años, el duque sigue gozando de buena salud. Y hasta la fecha ha mantenido una muy cargada agenda institucional. Aunque ya en junio del año pasado renunció a algunas de sus obligaciones y a la presidencia de varias fundaciones y patronatos -en algunas le ha sustituido al frente la duquesa de Cambridge, mujer del príncipe Guillermo-, ha seguido acompañando a la soberana británica a un sinfín de actos oficiales. Los viajes de Estado al Reino Unido de los Reyes de España, en julio, y del presidente de EEUU, Donald Trump, en septiembre, serán las dos grandes citas con las que Felipe de Edimburgo culminará su reinado consorte. No es el primer miembro de la realeza europea que se jubila en los últimos años, sin una abdicación de por medio. Así, a principios de 2016, sorprendió a propios y extraños que la Corte danesa anunciara la jubilación del extravagante príncipe Enrique, marido de la reina de Dinamarca. Ésta ha asegurado siempre que jamás renunciará al trono. Sin embargo, su esposo, al cumplir los 81 años, decidió que se merecía un descanso y que había llegado el momento de abandonar los compromisos institucionales. Desde entonces, Enrique de Monpezat se dedica a sus grandes aficiones: la caza, los viajes y cuidar de sus viñedos en Francia. Ya no participa en viajes de Estado ni en recepciones oficiales. Aunque sí se le sigue viendo en algunos actos de la Familia real danesa o en otros relacionados con otras dinastías, como ocurrió recientemente cuando sí se desplazó a Alemania junto a su esposa y sus hijos para asistir a los funerales oficiales por el príncipe Richard Sayn Wittgenstein Berleburg, marido de la princesa Benedicta de Dinamarca.El caso de jubilación real más singular en el Viejo Continente es el del príncipe Hans Adam II de Liechtenstein. Sigue siendo el soberano del pequeño y rico país centroeuropeo. Sin embargo, en 2004, a punto de cumplir los 60 años, el monarca decidió ceder todos los poderes de Gobierno a su hijo primogénito, el príncipe heredero Alois, que entonces tenía 39. Hans Adam II lo justificó subrayando la necesidad de que una nueva generación asumiera las riendas del principado, de apenas 34.000 habitantes, pero con ingentes reservas económicas internacionales en sus bancos. Desde entonces, al jefe de Estado apenas se le ve en el Castillo de Vaduz en ocasiones tan especiales como el Día de la Fiesta Nacional. El resto del año es su hijo quien lleva las riendas de la gobernación. Mientras, Hans Adam y su mujer, la princesa María, disfrutan de una plácida jubilación pasando buena parte del año en sus propiedades austriacas.También hay ocasiones en que la salud lleva a los monarcas europeos a retirarse de la vida pública, sin renunciar a la corona. Es el caso del rey Miguel de Rumanía, que en marzo de 2016, poco antes de tener que ser intervenido quirúrgicamente para ser tratado del cáncer que padece, traspasó todas sus funciones a su hija Margarita, la princesa heredera. Miguel de Rumanía, de 95 años, vive desde entonces recluido en su residencia suiza. Y aunque sigue siendo el titular de la Casa real rumana, reconocida como tal por las autoridades de la República, y con importantes funciones de carácter simbólico y cultural, es su primogénita quien ha cogido el testigo ante su jubilación obligada.
Carlos, el príncipe jubilado antes de ser rey
ACTUALIZADO EL 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 A LAS 08:16 AM
El heredero al trono de Inglaterra, hijo mayor de la reina Isabel II, celebra este jueves su cumpleaños número 65 en la India
POR AFP.
Príncipe Carlos celebra su cumpleaños 65 durante un viaje en la India. El heredero, el hijo mayor de la reina Elizabeth II, disfruta del viaje con su familia antes de volar a Sri Lanka para abrir una reunión de líderes del bloque de la Commonwealth. (AFP.)
KOCHI, INDIA
El príncipe Carlos se convirtió oficialmente en un jubilado al celebrar este jueves sus 65 años, otra fecha importante en su paciente espera para asumir la gran función a la que está destinado desde que nació.
El heredero al trono de Inglaterra, hijo mayor de la reina Isabel II, celebra su cumpleaños en India, donde se encuentra actualmente de gira con su esposa Camilla, la duquesa de Cornwall, antes de viajar a Colombo, la capital de Sri Lanka, en la noche.
Para conmemorar la ocasión, el personal que le acompaña encargó un pastel en el hotel de Kochi en el que se aloja, en el sur, con la forma de los pases para viajar gratis en bus que se le conceden a los jubilados británicos.
"Príncipe Carlos . Valida a partir del 14 de noviembre de 2013. Viajes gratuitos subvencionados por el gobierno de Su Majestad y su autoridad local", decía la inscripción en la tarta, según una foto difundida por el hotel.
El príncipe Carlos viajará este jueves a Colombo donde asistirá a una recepción en la Alta Comisión Británica de la ciudad, donde un portavoz dijo que era "probable que haya algunas canciones y tal vez incluso un pastel".
El príncipe tiene ahora derecho a cobrar una pensión semanal del Estado de 110,15 libras esterlinas (176 dólares), pero donará esta suma a una organización de beneficencia para personas mayores, en acuerdo con su papel de filántropo.
"Siento que mi deber es, antes que nada, preocuparme de la gente de este país y sus vidas, tratar de encontrar con el modo de mejorar la cosas", dijo recientemente a la revista estadounidense Time.
Carlos representará por primera vez a la reina, de 87 años, en la cumbre de la Mancomunidad Británica (Commonwealth) de Sri Lanka.
En una entrevista con el diario británico The Daily Telegraph, Camilla reveló que a su marido "le gusta que le den una tarta" y disfrutó con su cumpleaños del año pasado en Nueva Zelanda, "cuando todo el mundo lo festejó".
Las celebraciones empezaron la semana pasada cuando unos escolares de Govindpuri, una de las mayores favelas de Nueva Delhi, le ofrecieron una tarta de chocolate decorada con el número 65.
El príncipe y su esposa disfrutaron el miércoles de un día de descanso en su gira de nueve días por India, que les permitió una celebración privada del aniversario.
La pareja descansó en un balneario cerca de Cochin, al que la publicidad define como "un paraíso fuera del tiempo".
El complejo de cinco estrellas Kumarakom Lake Resort está especializado en Ayurveda, una terapia alternativa ancestral de la cultura védica.
El viernes el futuro rey acaparará las miradas cuando ocupe el lugar de la reina en la cumbre de jefes de la Commonwealth en Colombo.
Isabel II se ha perdido sólo una cumbre desde que ascendió al trono en 1952, por lo que la delegación en su hijo se interpreta como un signo de su voluntad de ceder más protagonismo al príncipe.
En Sri Lanka se reunirá con el presidente Mahinda Rajapakse, muy cuestionado por la comunidad internacional por los presuntos crímenes de guerra cometidos en la represión de la guerrilla de los tamiles.
No se espera que Carlos le pregunte por este tema, pero sí que lo haga el primer ministro británico David Cameron el miércoles.
Carlos sería hoy mismo la persona más vieja en acceder al trono inglés -Guillermo IV tenía 64 años cuando se convirtió en rey en 1831- y, con la reina en aparente buena salud, todavía puede pasar un tiempo.
Pero el analista de la realeza Jonathan Dimbleby sostiene que al príncipe no le importa esperar.
"Podrían pensar que será un día especialmente emotivo", escribió en el diario inglés The Guardian de este jueves.
"Después de todo, aún tiene que acceder a su herencia real y a su razón de ser constitucional. Pero estarían equivocados".
"Siempre supo que sería el rey, 'este año, el año que viene, algún día...'", escribió, citando una canción.