Cuánto gana la reina Isabel II y de dónde sale el dinero para financiarla
Redacción
BBC Mundo
27 junio 2017
La reina Isabel II
El salario de la reina procede del Patrimonio de la Corona y se paga con dos años de retraso.
La reina Isabel II percibirá el próximo año un salario anual de US$104,7 millones.
El sueldo de la monarca británica se incrementará en unos US$7,6 millones, es decir, un 8% más que durante el ejercicio anterior.
¿Por qué?
La retribución de la reina procede del Patrimonio de la Corona, una serie de propiedades y terrenos que, por ejemplo, abarcan la mayor parte del extremo occidental de Londres, una de las zonas mejor valoradas de la ciudad.
Estos incluyen inmuebles, negocios, pero también parques y, según la costumbre de Reino Unido, pertenecen al jefe de Estado pero sólo durante su reinado, por lo que no pueden ser vendidos ni traspasados.
Isabel II tampoco puede acceder al total de ingresos que el Patrimonio genera cada año.
El dinero va al Tesoro, el órgano del gobierno británico que se encarga de la política fiscal y económica, y este decide qué porcentaje recibirá la monarca.
Reformas en el palacio
Este año, los beneficios del Patrimonio crecieron en unos US$30,5 millones, hasta alcanzar un total de US$419 millones.
Normalmente, la reina percibe el 15% de estos ingresos.
Las cuentas de la realeza
US$104,7 millones
Salario de la reina para el ejercicio 2018/2019.
US$419 millones
Ingresos del Patrimonio de la Corona en 2016/2017.
US$367.900 Cantidad gastada en 14 viajes en el tren real.
US$5,7 millones Costo de los viajes oficiales de la familia real.
US$470 millones Costo de la reforma del palacio de Buckingham.
Casa Real Británica
WPA Pool
Pero el Tesoro decidió aumentar este porcentaje al 25% entre 2017 y 2027 para que la monarca pueda pagar la reforma del palacio de Buckingham, valorada en US$470 millones.
El sueldo de Isabel II se abona con dos años de retraso y de él salen los fondos para pagar a los trabajadores de la Casa Real, los viajes oficiales y el mantenimiento de los palacios.
Estos gastos ascendieron el año pasado a US$53,5 millones.
¿Por qué la reina Isabel II de Inglaterra tiene dos cumpleaños?
Un monto que supone un "buen precio", según el tesorero de la realeza, Alan Reid.
"Cuando miras estas cuentas, la conclusión es que los gastos de manutención de la monarquía equivalieron en 2016 a 65 céntimos anuales por persona en el Reino Unido", aseguró.
"Lo mismo que cuesta una estampilla de primera clase".
"Si lo comparas con lo que la reina hace y representa para este país, creo que resulta un buen precio", concluyó.
Cuentas alternativas
Los viajes oficiales de la familia real le costaron al contribuyente británico US$5,7 millones en el periodo 2016/2017. Medio millón de libras más que un año antes.
Según la plataforma Republic, el precio de mantener a la realeza británica asciende a US$439 millones.
La plataforma Republic, que aboga por que Reino Unido deje de ser una monarquía y se convierta en una república, hizo sus propias cuentas de los gastos reales. Y el resultado fue muy diferente.
¿Cuán rica es la reina Isabel II de Inglaterra?
8 hábitos que explican la longevidad de la reina Isabel II
Según sus cálculos, cuando se suman otros servicios como la seguridad, el presupuesto anual asciende a un monto cercano a los US$439 millones.
Una cuenta "masiva para el contribuyente" con el fin de mantener "estilos de vida privilegiados", según dijo a la BBC el director de la organización, Graham Smith.
8 hábitos que explican la longevidad de la reina Isabel II
BBC
6 febrero 2017
*Aprovechando que este lunes se convierte en la primera monarca británica en celebrar el jubileo de zafiro, recordamos esta historia publicada con motivo de su 90 cumpleaños en abril de 2016 sobre algunos hábitos que explican la buena salud de la reina Isabel II.
La Reina Isabel II de Inglaterra celebra su 90 cumpleaños. Y es la soberana más longeva del mundo.
La reina Isabel II de Inglaterra, de 90 años, se convirtió este lunes en la primera monarca británica en cumplir el jubileo de zafiro.
Y su estado de salud es envidiable.
El año 2015, por ejemplo, le permitió cumplir con 306 compromisos en Reino Unido y 35 en el extranjero.
¿Qué podemos aprender sobre la longevidad y el buen estado de salud de la monarca británica?
1. Buenos genes
La madre de la reina Isabel II, Isabel Bowes-Lyon de Inglaterra, vivió más de 100 años.
La reina puede dar las gracias a su madre, que vivió 101 años, por haberle transmitido buenos genes.
Según Sarah Harper, del Instituto Oxford de Envejecimiento de la Población, la mitad de las posibilidades de tener una vida longeva nos vienen dictadas desde el nacimiento.
La fotografía de Annie Leibovitz con la que la monarquía británica celebra los 90 años de la reina Isabel II
"Si tus padres y abuelos llegaron a los 80 y los 90 años tienes más opciones de haber heredado buenos genes", le contó Harper a la BBC.
"Es más probable que tengas un fuerte sistema inmune y tienes menos posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas graves, como cáncer o trastornos cardiovasculares".
El padre de la reina, Jorge VI, murió a los 57 años, pero su abuelo paterno, Jorge V, murió a los 70. Ambos fallecieron por enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Su abuela paterna vivió hasta los 85, y su abuelo y abuela maternos hasta los 89 y los 75, respectivamente.
2. Ni fuma, ni bebe en exceso
Nunca fumó y apenas bebe alcohol.
La mitad de las personas que fuman a largo plazo mueren prematuramente, con una pérdida promedio de 10 años de vida.
La reina nunca fumó ni sintió la tentación de hacerlo, explica su ex secretario de prensa, Dickie Arbiter.
¿Cuán rica es la reina Isabel II de Inglaterra?
"La gente fumaba mucho cuando la reina era joven, pero fue algo que a ella nunca le llamó la atención".
La reina tampoco bebe mucho: "Es muy raro verla tomando más de una unidad (de alcohol)", dice Arbiter.
Según el servicio de salud pública británico (NHS, por sus siglas en inglés), la cantidad máxima recomendable a la semana no debería exceder las 14 unidades, distribuidas al menos en tres días.
3. Dieta saludable
"La norma es nada de almidón: ni patatas, ni arroz, ni pasta para cenar", dice Darren McGrady, quien fue chef personal de la monarca.
De acuerdo con McGrady, Isabel II se preocupa por su figura y prefiere platos sencillos, como pollo con ensalada.
Ni la reina ni su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, tienen fama de comer en exceso, dice la historiadora Kate Williams.
La obesidad reduce la esperanza de vida entre tres y 10 años y es un factor de riesgo para enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer.
4. Matrimonio
Isabel II y el Felipe de Edimburgo llevan 68 años casados.
Existe evidencia científica que demuestra que el matrimonio tiene efectos positivos para la salud.
Investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés), encontraron que el matrimonio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 5%, siempre y cuando no haya "tensiones".
Isabel II y su esposo (cinco años mayor que ella) llevan 68 años casados.
En 2012, la reina rindió homenaje a su marido durante las celebraciones del Jubileo de Diamante, refiriéndose a él como "fuerza constante y guía".
"Solo ha habido un hombre en su vida, y ese es Felipe", dice Arbiter.
5. Ejercicio y descanso
La reina practica equitación una o dos veces por semana.
La reina "monta a caballo una o dos veces por semana y camina durante el día. Si no tiene tiempo para sacar a pasear a los perros por la mañana, lo hace por la tarde", explica Arbiter.
"No se pasa el día sentada en un escritorio. Durante una ceremonia de investidura permanece de pie hasta 90 minutos".
Harper dice que el mejor ejercicio es la actividad constante, en lugar de pasar media hora haciendo una rutina de ejercicio, como correr en una cinta de gimnasio.
Además, se cuida de dormir bien.
"Duerme unas siete horas cada noche y se despierta todos los días a las 7:30 de la mañana", explica Arbiter.
Efectivamente, dormir poco o demasiado también repercute en los años de vida.
Según un estudio de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, quienes duermen menos de seis horas o más de nueve diarias tienen más posibilidades de morir prematuramente.
6. Poco estrés
El estrés puede quitarnos años de vida.
Según una investigación publicada en la British Medical Journal (Revista Médica Británica), el estrés, aún a niveles bajos, aumenta las posibilidades de ataque al corazón y accidentes cerebrovasculares en un 20%.
"No creo que la reina sufra estrés. Puede enfadarse si algo sale mal, pero como la mayoría de las veces no depende de ella, no tiene sentido estresarse", dice Arbiter.
El reinado de récord de Isabel II: el más extenso en los más de 1.000 años de la monarquía británica
Tal y como explica Harper, cuanto más control tengas sobre tu vida, más probabilidades tendrás de vivir muchos años.
"La reina es un caso interesante, porque hay algunos aspectos de su vida que no dependen de ella, pero controla todas las areas en las que sí puede tomar decisiones", dice Harper.
7. Actividad mental
Recibe a diario la correspondencia en su caja roja.
Como jefe de estado en Reino Unido y de otros 15 países de la Commonwealth la reina tiene muchas cosas que ocupan su mente.
Los países y territorios de América en los que aún reina Isabel II
"Recibe documentos gubernamentales de países de todo el mundo. Lee y escribe su correspondencia, se prepara para audiencias y conversa con todo tipo de gente", dice Arbiter.
Un estudio del Centro Médico Rush, en Chicago (EE.UU.), mostró que la estimulación mental está relacionada con una tasa menor de deterioro cognitivo, aunque se necesitan más invesigaciones al respecto.
8. Fe y solidaridad
La creencia religiosa está relacionada con una vida más longeva.
La reina lleva el título oficial de Defensora de la Fe en Reino Unido y se considera que es una cristiana comprometida.
En el prólogo del libro The Servant Queen and the King She Serves ("La reina servidora y el rey al que sirve"), publicado con motivo de su 90 cumpleaños, escribió que siente "muy agradecida a Dios por su gran amor".
La creencia religiosa está vinculada a una vida longeva, aunque no se sabe a ciencia cierta cuál es la conexión; podría tratarse del apoyo de la comunidad o de que nos hace sentirnos más optimistas.
La monarca británica preside más de 600 ONG, como el Centro de Investigación del Cáncer de Reino Unido o la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (RSPCA, por sus siglas en inglés).
La Charities Aid Foundation reveló que en 2012 la reina ayudó a recaudar £1.400 millones (más de US$2.000 millones) en causas benéficas.
Lo que llevaría a sus simpatizantes a decir que ayudar a los demás es otro factor a su favor: se cree que está relacionado con una vida más larga y reduce los niveles de depresión.
¿Por qué la reina Isabel II de Inglaterra tiene dos cumpleaños?
Redacción
BBC Mundo
10 junio 2016
La reina de Inglaterra tiene dos fechas de cumpleaños.
Uno de los días más esperados del año para muchos en Reino Unido. Es el día en que la reina de Inglaterra, Isabel II, celebra su cumpleaños por segunda vez.
Su aniversario real es el 21 de abril, pero en Reino Unido ese día sólo conmemora el día en que ella nació. Porque la fecha "oficial" de su cumpleaños se celebra en junio. Y en 2016, este viernes.
Reina Isabel II
Isabel II festeja este viernes su cumpleaños número 90... por segunda vez.
¿Por qué?
Las celebraciones oficiales que marcan el cumpleaños de un rey o una reina en Reino Unido generalmente no coinciden con el día de su nacimiento.
Y en esto hay un factor externo que cumple un rol fundamental: el clima.
Generalmente, el cumpleaños oficial se celebra en verano -o primavera, como el actual- para que haya mayor posibilidad de buen tiempo.
La familia real completa sale a saludar desde el balcón del Palacio de Buckingham, la residencia oficial de la reina. (Foto de archivo)
La tradición comenzó hace más de 250 años, con el rey Jorge II, en 1748.
En su cumpleaños oficial, la monarca encabeza el llamado Desfile del Estandarte (Trooping the Colour).
Además del desfile hay una ceremonia conmemorativa en la Catedral de St Paul.
Más de 1.400 oficiales y soldados, 200 caballos y más de 400 músicos participan en el evento en el centro de Londres.
La reina que más ha durado en el trono
Isabel II tiene 90 años y en septiembre pasado se anotó un récord: el de la monarca británica con más tiempo en el trono.
Su reinado ha durado más de 63 años, donde ha visto cambiar el orden mundial: la Segunda Guerra Mundial, la recuperación europea tras ese conflicto, la caída del Imperio Británico y del muro de Berlín, la conformación de la Unión Europea, la llegada de la era digital y los conflictos de Asia y Medio Oriente.
Bodas de zafiro
La reina Isabel II: la no celebración de sus 65 años en el trono
GTRES
La reina permanecerá en su retiro en tono reflexivo, pero los cañones de la torre de Londres marcarán con cañonazos el Jubileo de Isabel al tronoIsabel II reaparece en una misa y confirma su buen estado de salud
CONXA RODRÍGUEZ Londres
06/02/2017 04:11 Lunes 6 de febrero de 2017.
La reina Isabel II cumple 65 años en el trono. En el palacio de Buckingham dicen que la monarca pasará la jornada en "quiet contemplation" (tranquila contemplación) como ha querido hacer cada 6 de febrero desde 1952. Día sombrío y melancólico dedicado a la memoria de su padre, el rey Jorge VI, fallecido de cáncer de pulmón a los 56 años de edad.La reina permanecerá en su retiro en tono reflexivo, pero los cañones de la torre de Londres marcarán con cañonazos el Jubileo o Bodas de Zafiro de Isabel al trono. Otro récord, el del Jubileo de Zafiro, conseguido por Isabel II que lleva ya un montón de entradas en la historia de la monarquía británica. Es la primera monarca que celebra (aunque no celebra) los 65 años de reinado.
La reina Isabel II cumple 65 años en el trono. En el palacio de Buckingham dicen que la monarca pasará la jornada en "quiet contemplation" (tranquila contemplación) como ha querido hacer cada 6 de febrero desde 1952. Día sombrío y melancólico dedicado a la memoria de su padre, el rey Jorge VI, fallecido de cáncer de pulmón a los 56 años de edad.La reina permanecerá en su retiro en tono reflexivo, pero los cañones de la torre de Londres marcarán con cañonazos el Jubileo o Bodas de Zafiro de Isabel al trono. Otro récord, el del Jubileo de Zafiro, conseguido por Isabel II que lleva ya un montón de entradas en la historia de la monarquía británica. Es la primera monarca que celebra (aunque no celebra) los 65 años de reinado.
CORDON
Isabel II, el día de su coronación.
Aunque ella no quiera hacer fiesta ningún 6 de febrero porque le recuerda la muerte de su padre, la Fábrica de Moneda y Timbre, como las salvas de cañonazo que se disparan en la torre de Londres, sí quieren dejar constancia de que hoy es un día histórico para Isabel II y para la monarquía británica. Ocho monedas conmemorativas se han fabricado con los emblemas del Jubileo de Zafiro que van desde monedas de cinco libras (5.75 euros) al precio de 13 libras (14.95 euros) hasta una de 1.000 libras (1.150 euros) o un simbólico kilo de peso en oro que costará 50.000 libras (57.500 euros). Monedas o piezas conmemorativas que no circularán por las tiendas pero que pondrán contentos a coleccionistas y a fieles admiradores de la familia real.La reina permanece en su residencia de Sandringham a donde se traslada cada Navidad para pasar las fiestas navideñas y de Año Nuevo. Este año retrasó un día el viaje por un severo resfriado y cambió el transporte del tren, previsto, al helicóptero. El día de Navidad no asistió a la misa tradicional generando interés público por su estado de salud y por el tiempo que tiene previsto continuar como reina nonagenaria. El próximo mes de abril cumplirá 91 años de edad y continuará marcando récords dentro de la monarquía milenaria que personifica desde 1952. La primera reina, o rey, que cumplirá 95 años.
El reinado de récord de Isabel II: el más extenso en los más de 1.000 años de la monarquía británica
Redacción
BBC Mundo
9 septiembre 2015
63 años y siete meses. O más exactamente, 23.226 días, 16 horas y 23 minutos.
Éste es el tiempo que el Palacio de Buckingham calcula que la Reina Isabel II de Inglaterra habrá reinado a las 17:30 (hora local, 16:30 GMT) de este miércoles 9 de septiembre.
En ese momento superará a la Reina Victoria como la monarca británica con más tiempo en el trono del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
63 años en los que ha visto pasar de todo, desde la recuperación europea tras la Segunda Guerra Mundial hasta la caída del Imperio Británico, pasando por la revolución de los años 60, la caída del muro de Berlín, la llegada de Internet, las guerras de Medio Oriente.
A propósito de este hito, el corresponsal de asuntos monárquicos de la BBC, Nicholas Witchell, analiza lo que su largo reinado ha significado para Reino Unido.
Firme. Constante. Diligente.
Estas son las palabras que se utilizan con más frecuencia para describir a la reina Isabel II, monarca y jefe de Estado del Reino Unido y de sus "otros reinos y territorios".
Pocos, creo yo, estarán en desacuerdo con esta caracterización de una soberana ampliamente respetada cuyo reinado ha entrado en los libros de récords.
Ya es la monarca de más edad en la historia británica. Ese hito se logró el 20 de diciembre de 2007 cuando superó el récord que estableció su tatarabuela, la reina Victoria, cuyo reinado terminó con su muerte en 1901 a la edad de 81 años y 243 días.
Y este 9 de septiembre de 2015, Isabel II supera la duración del reinado de Victoria para convertirse en la monarca que más años ha reinado durante los más de 1.000 años de monarquía en este país.
El racionamiento de azúcar terminó hasta 1954.
Es fácil enumerar las estadísticas. Lo difícil es visualizar el Reino Unido de principios de 1952, cuando Isabel accedió al trono, luego de la muerte de su padre, el rey Jorge VI.
Y aún más difícil después de todos estos años imaginar a este país sin una figura que, después de todas las décadas que han pasado, sigue estando en el telón de fondo de la vida de la gran mayoría de sus ciudadanos.
Reino Unido en la postguerra
En 1952, el Reino Unido se ajustaba a las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. El legado de ese conflicto penetró todos los ámbitos. Afectó la vida diaria de formas que hoy son difíciles de imaginar.
A principios de los 1950 Reino Unido era un país estrechamente alineado a las actitudes y estilos de vida que habían prevalecido en las primeras décadas del siglo XX.
Era una nación de unos 50 millones de habitantes, con una fuerte distinción y deferencia de clases, donde los asesinos eran condenados a la horca, la conducta homosexual era ilegal y la inmigración masiva no había comenzado.
No había carreteras ni supermercados, y sólo cerca de un millón y medio de hogares tenían un aparato de TV donde podían mirar el único canal rudimentario, en blanco y negro, transmitido por la BBC.
Cuando comenzó el reinado de Isabel, Winston Churchill ocupaba la residencia oficial de Downing Street, Joseph Stalin el Kremlin, y Harry S. Truman la Casa Blanca.
Churchill, Truman y Stalin (en 1945) estaban en el poder cuando la reina accedió al trono en 1952.
La reina llegó al trono a los 25 años.
Cada uno de ellos había soportado el liderazgo durante la guerra. Estaban viejos y se acercaban al fin de sus carreras políticas: Churchill estaba cerca de cumplir 80 años.
De pronto, el Reino Unido tenía una joven de sólo 25 años ocupando el trono.
Victoria vs. Isabel II, en números
EN EL TRONO
Victoria ascendió al trono a la edad de 18 años y permaneció en él 63 años, siete meses y dos días.
Isabel II lo hizo a la edad de 25 años y a partir de hoy tiene el nuevo récord en el trono.
FAMILIA
Victoria, quien medía 1,49 metros de estatura, se casó con el príncipe Alberto a la edad de 21 años. Su matrimonio duró 20 años y terminó con la muerte del príncipe. Tuvieron nueve hijos.
Isabel, quien mide 1,62 metros de estatura, se casó con el príncipe de Edimburgo a la edad de 21 años. Han estado casados por 68 años. Tienen cuatro hijos.
REINO
Victoria fue reina de un imperio equivalente a un cuarto del planeta, con 400 millones de habitantes.
Isabel es jefa de Estado de Reino Unido y 15 países de la Mancomunidad, con una población de 139 millones de habitantes.
DINERO
Victoria recibió £385.000 del Parlamento tras ascender al trono, con las que compró Osborne House en la Isla de Wight y el castillo de Balmoral.
Se cree que la fortuna de Isabel es de unos £340 millones.
Calles con el nombre de las respectivas reinas
Vendaval de cambio
Ese trono todavía tenía una presencia internacional importante.
El "imperio británico" seguía siendo una realidad. Entre los "reinos y territorios" de los que Isabel era jefa de Estado, estaba gran parte de África, una región grande de los antiguos "dominios" de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y (todavía) Sudáfrica.
Pero la época de Isabel ha estado siempre caracterizada por el cambio. Y no sólo han sido "vientos" los que han barrido a través de los territorios británicos. Ha habido "vendavales" que han impactado cada uno de los aspectos de la vida a través de las décadas de su reinado.
El país de 2015 es muy diferente al Reino Unido de 1952.
Diana murió en 1997 en un accidente de auto en París.
El príncipe Guillermo habla del ejemplo de "deber y compasión" de su abuela.
La estructura política, todas las actitudes sociales, la composición cultural y la base industrial y económica se han transformado.
La familia real también se ha visto golpeada. La deferencia que se le rendía en los 1950 ha dado pie a una agresiva curiosidad de algunos sectores de los medios de comunicación.
Y ha habido una sucesión de traumas familiares, divorcios y en 1997, la muerte de Diana, la princesa de Gales.
"Ancla permanente"
A través de todos estos altibajos, la reina ha sido una figura "constante", que ha enfrentado a detractores y desafiado a críticos.
Década tras década ha seguido la misma rutina invariable, tan segura y predecible como las estaciones, con estoicismo y sentido del deber.
Isabel II ya superó el largo reinado de su tatarabuela, la reina Victoria.
Tal como declaró el primer ministro David Cameron, la reina ha sido "un ancla permanente, soportando las tormentas y sustentándonos en la certidumbre".
Su nieto, el príncipe Guillermo, ha hablado de su ejemplo de "deber y compasión" y de lo que él llama "su sentido innato de calma y perspectiva".
Y así seguirá. Su retiro es indiscutible. Continuará buscando, como lo dijo en el discurso durante su coronación, ser "merecedora de su confianza".
A pesar de las distintas opiniones sobre los méritos de una monarquía constitucional, creo que habrá pocos que critiquen el ejemplo de esta veterana monarca.
¿Cuán rica es la reina Isabel II de Inglaterra?
Alex Therrien
BBC
28 junio 2015
La reina Isabel II, su familia y sus propiedades atraen a millones de turistas cada año.
La reina Isabel II, su familia y sus propiedades atraen a millones de turistas cada año.
La noticia de que el Patrimonio de la Corona británica alcanzó el año pasado un récord de ganancias de casi US$450 millones, significa que la reina recibirá otros US$3 millones en fondos públicos el próximo año. Pero ¿cuán rica es la reina Isabel II y de dónde proviene su fortuna?
Pese a que muchos de los detalles de los ingresos de la reina son de dominio público, la suma exacta de a cuánto asciende su riqueza se desconoce.
La razón es que la reina no tiene que revelar información sobre sus finanzas privadas.
La lista de los más ricos del periódico británico Sunday Times estima que la fortuna de la monarca es de aproximadamente US$534 millones, unos US$15 millones más en comparación con el año pasado.
Lo que es conocido sobre la riqueza de la reina puede dividirse entre su ingreso personal y los fondos que recibe, como monarca reinante, de parte del gobierno.
De la reina, sólo mientras tenga la corona
La principal fuente del ingreso público de la reina proviene del Sovereign Grant o subvención soberana, un porcentaje fijo de las ganancias hechas por el Crown Estate o Patrimonio de la Corona.
El Crown Estate se remonta a 1760 cuando el rey George III llegó a un acuerdo con el gobierno para que los ingresos excedentes de las tierras de la corona fueran destinados al Tesoro.
A cambio de esto, el rey no tenía que pagar ni por los costos del gobierno civil ni por las deudas acumuladas por reyes anteriores y recibiría un pago anual.
Desde entonces, cada monarca que ha reinado ha renovado el acuerdo.
Hoy el Crown Estate es un negocio comercial inmobiliario independiente con uno de los portafolios más grandes en Reino Unido y un capital cuyo valor registró un récord histórico de US$17 millones en 2014.
El Crown Estate es propietario de la mayoría de los edificios de la céntrica Regent Street de Londres.
La mayoría de los activos de la cartera están en Londres, pero también hay propiedades en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Los terrenos incluyen el Gran Parque de Windsor y el hipódromo de Ascot, pero la mayor parte del portafolio está formado de propiedades residenciales, oficinas comerciales, tiendas y negocios y parques comerciales e incluye la popular zona del centro de Londres, Regent Street.
En el marco del actual acuerdo de financiación, todas las ganancias del Crown Estate van al Tesoro y 15% del dinero es entregado a la reina.
Esta financiación conocida como Sovereign Grant es usada para apoyar a la reina en sus funciones oficiales.
El año pasado el Sovereign Grant fue de casi US$60 millones, de los cuales la reina gasta unos US$56 millones.
El dinero se destina al pago de personal, mantenimiento de las propiedades. viajes, servicios públicos y de limpieza, entre otros gastos.
Técnicamente el Crown Estate pertenece al monarca reinante por la duración de su reinado, pero en la práctica no lo pueden vender.
La familia
El "privy purse" es un ingreso privado para la reina que se usa para pagar los gastos de otros miembros de la familia real.
El "privy purse" o la cuenta para gastos personales del monarca es un ingreso privado para la reina que es principalmente usado para pagar los gastos en que otros miembros de la familia real hayan incurrido.
Los fondos para el "privy purse" provienen mayoritariamente del Ducado de Lancaster, un portafolio de tierra, propiedad y activos que le pertenecen a la reina y que son manejados separadamente por el Crown Estate.
El portafolio consiste en 18.454 hectáreas de tierra en Inglaterra y Gales y comprende la propiedad comercial, agrícola y residencial.
Aunque está clasificado como propiedad privada de la reina y se hereda, la monarca no lo puede vender.
Como la Crown Estate, las ganancias del Ducado de Lancaster van al Tesoro, el cual le da fondos a la reina para pagar por los gastos que no son cubiertos el Sovereign Grant.
Este año, los ingresos privados de la reina fueron de unos US$20 millones, de los cuales el principal contribuidor fue el portafolio del Ducado de Lancaster.
Ascot es una de las carreras de caballos más coloridas, extravagantes y famosas del planeta. Se le llama "Royal Ascot" por el patrocinio del monarca británico y la familia real.
Hay incluso un cargo gubernamental, el ministro de Hacienda del Ducado de Lancaster, cuyas funciones incluyen la administración del patrimonio y las rentas del ducado.
Esa posición es actualmente desempeñada por el parlamentario Oliver Letwin, quien también es jefe del Gabinete.
Separadamente, los ingresos del Ducado de Cornwall financian el gasto privado y oficial del príncipe de Gales y de la duquesa de Cornwall.
Ambos miembros de la familia real están exentos, por parte del gobierno, de pagar impuesto de sociedades porque son parte de la corona.
Entre las propiedaes personales de la reina está el Castillo de Balmoral.
Las inversiones de la reina
Los ingresos privados de la reina son mucho menos conocidos.
De acuerdo con el Sunday Times, la soberana tiene un portafolio de inversiones que consiste mayormente de acciones en destacadas empresas privadas y cuyo valor se estima en US$173 millones.
La reina también es dueña de bienes personales que incluyen la Casa Sandringham en Norfolk, el castillo de Balmoral en Aberdeenshire y otras casas más pequeñas.
Otros bienes personales incluyen la colección de estampillas reales, obras de arte, joyas, automóviles, caballos y el legado de su madre, la reina madre, que se suman a su fortuna personal.
La Colección Real, que incluye las Joyas de la Corona y obras de arte, no forma parte de los bienes que le pertenecen a la reina.
Dicha colección contiene más de un millón de objetos y se valora en US$15.000 millones, pero no está incluida en la fortuna de la reina porque se tiene en custodia para sus sucesores y el país.
Incluye obras de antiguos maestros, fotografías históricas, muebles, libros y otras obras de arte y se conserva en varios lugares, incluyendo el Palacio de Hampton Court y el Castillo de Windsor.
Por qué la reina no vota (y otras rarezas del poder monárquico británico)
Redacción
BBC Mundo
6 mayo 2015
Las cosas han cambiado mucho en Reino Unido desde fines del siglo XIX, cuando la mayoría de la población no tenía permitido votar para elegir a sus gobernantes.
Entonces sólo los hombres dueños de una propiedad (menos de 3% de los ciudadanos) podían emitir su voto.
Tuvieron que pasar varias décadas y tres Actas de Reforma (leyes) para que en 1928 todos los hombres y mujeres mayores de 21 años pudieran votar en este país.
Pero hoy sigue habiendo excepciones: no se permite votar a los presidiarios, ni a quien ha sido declarado culpable de corrupción en los pasados cinco años, ni a quienes tengan "alguna discapacidad mental que les impida hacer un juicio razonado".
Tampoco los miembros de la Cámara de los Lores tienen derecho a votar en las elecciones parlamentarias.
Y hay otro grupo de ciudadanos británicos que no irá a las urnas el próximo 7 de mayo: la familia real.
Isabel II ha reinado durante 63 años.
Aunque la reina Isabel II tiene el derecho legal de voto en una elección, se considera "altamente inconstitucional" que la monarca exprese ese derecho.
Y es que la Corona –la monarquía- es parte integral, junto con las Cámaras de los Comunes y de los Lores, de la máxima autoridad legislativa en este país: el Parlamento.
Por eso la reina juega un papel constitucional en la apertura y disolución del parlamento y en la aprobación de los proyectos de ley para que puedan convertirse en leyes.
La reina con líderes mundiales durante la conmemoración de los 70 años de la Batalla de Normandía.
Poder real
Aunque la Corona es la parte más antigua del sistema de gobierno británico, el poder de los reyes ha quedado muy reducido a través de los siglos.
Atrás quedó la era de los monarcas británicos como gobernantes absolutos. Pero la evolución no fue fácil.
Se necesitó una serie de revoluciones sangrientas, golpes de Estado y maniobras constitucionales que gradualmente cambiaron la base del poder hacia la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores.
Hoy, aunque el título de la reina Isabel es Jefa de Estado, no tiene poderes de decisión reales en el manejo o las estrategias de gobierno en este país.
La reina es Jefa de Estado pero no tiene poderes decisión política o estratégica.
Tal como lo establecen las Actas del Parlamento "la reina es imparcial y nunca lleva a cabo algún comentario público sobre política pero puede alentar y advertir al Primer Ministro, con quien se reúne una vez a la semana".
Pero la reina no es simplemente una observadora.
A pesar de que sus poderes no son ejecutivos, tiene una enorme influencia en el pueblo británico, como dice el historiador Frank Prochaska, autor de varios libros sobre la monarquía británica.
"No sabemos precisamente cuándo la monarquía británica intercambió el poder duro por la influencia. Pero esto es lo que ocurrió" explica en su libro "Royal Bounty: The Making of a Welfare Monarchy".
"Durante fines del siglo XIX y principios del XX, la monarquía gradualmente perdió poder ejecutivo y el Reino unido se convirtió en una república coronada".
"Pero la reina ha establecido una enorme red de miles de organizaciones de caridad... y es a través de estas organizaciones que mantiene una extraordinaria influencia y que ha adquirido un enorme poder".
"Estas organizaciones se han convertido en un amortiguador entre el Estado y la sociedad, y la reina está en el timón de muchas de ellas" afirma el historiador.
Y su influencia también está asentada en su larga pemanencia.
Isabel II ha reinado durante 63 años: ha visto la llegada y salida de 12 primeros ministros, desde Winston Churchill hasta David Cameron.
Isbabel II fue coronada el 2 de junio de 1953.
De manera que ningún político, de izquierda o derecha, se atrevería a ignorarla. Por eso es necesaria la pompa y la circunstancia en estas elecciones.
Pompa y ceremionias
El papel que desempeña la familia real en el Parlamento también ha cambiado con los años.
En 2011 se proclamó el Acta Parlamentaria de Período Fijo y con ella cambió el rol de la reina Isabel en las elecciones.
Hace cuatro años el primer ministro debía solicitarle a la reina que disolviera el parlamento para convocar a elecciones.
Hoy esa formalidad ya no es necesaria: por ley el parlamento quedó disuelto el 30 de marzo.
Este año, sin embargo, el primer ministro David Cameron decidió de cualquier forma realizar la visita al Palacio de Buckingham para que la reina oficializara la disolución.
Aunque la ley no lo requería, David Cameron visitó a la reina en el Palacio de Buckingham para oficializar la disolución del Parlamento.
Y es que a los británicos –a muchos de ellos- les encanta la pompa y no les es fácil abandonar sus tradiciones. Y los políticos, sin duda, lo saben.
Así, el Parlamento quedó disuelto, los parlamentarios se quedaron oficialmente sin empleo y ahora deberán presentarse, como ciudadanos comunes y corrientes, para ser elegidos nuevamente o no el próximo 7 de mayo.
Nuevo gobierno
Una vez que los votos hayan sido escrutados y se conozca quién ha obtenido la mayoría de escaños en la Cámara de los Comunes, la reina volverá al escenario: citará al Palacio de Buckingham al líder del partido ganador y formalmente le pedirá que forme el próximo gobierno.
En el probable caso de que la votación resulte en un parlamento sin mayoría –como ocurrió hace cuatro años- serán los partidos los que decidan primero quién puede atraer mayor apoyo en la Cámara de los Comunes.
La reina invitará al líder del partido que gane una mayoría en el Parlamento a formar un nuevo gobierno.
La reina entonces apoyará esa decision, invitará al líder de esa mayoría a convertirse en Primer Minsitro y a formar un nuevo gobierno.
Una vez que haya sido nombrado el Primer Ministro, el hecho quedará registrado en una "Circular de la Corte" que dirá textualmente: "El Primer Ministro ha besado la mano al nombramiento".
Esto, por supuesto, no es literal. "Besar la mano" (Kiss hands) es el término constitucional utilizado en el Reino Unido para referirse a la instalación formal de un ministro nombrado por la Corona.
El próximo 7 de mayo sabremos quién habrá besado la mano.
Isabel y Felipe: 50 años de infidelidades
A ella le gustan las carreras de caballos y hacer el crucigrama del Daily Telegraph, jugar con los perros y ver la tele después de la cena. Él prefiere el polo y la lectura, navegar y salir al campo a pegar unos tiros. Sigue teniendo el genio muy vivo y de vez en cuando levanta la voz, pero ella ha aprendido a ponerle en su sitio. Ésta es la historia de 50 años de convivencia de una pareja que en su día también fue protagonista de un cuento de hadas: Isabel II de Inglaterra y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, dos supervivientes de una era en la que para bien o para mal el deber estaba por encima de todo.
Esta semana celebran sus bodas de oro por todo lo alto, con una gala organizada por Eduardo, el menor de sus cuatro hijos, un banquete y un baile en el recién restaurado castillo de Windsor. La lista de invitados es como las páginas amarillas de la monarquía. Se espera a Don Juan Carlos y a Doña Sofía, al rey Harald de Noruega y a Constantino de Grecia, a la reina Margarita de Dinamarca y a Gustavo de Suecia, a Noor y Husein de Jordania... Son tantos que algunos tendrán que dormir en el yate Britannia, fondeado para ello en el puerto de Londres.
Felipe de Edimburgo renunció a su nacionalidad, a sus apellidos paternos, a su carrera militar. Todo a cambio de ejercer de consorte
Semejante concentración de la realeza, predicen los expertos, no se habrá visto en el Reino Unido desde la coronación de Isabel II, o tal vez desde su propia boda, el 20 de noviembre de 1947. Aunque se celebró en una mañana húmeda y gris, aquel evento iluminó la austera vida británica de la posguerra, y quizá el aniversario del próximo jueves consiga disipar los nubarrones que trajo en septiembre pasado la muerte de la princesa Diana.
Isabel y Felipe se conocieron en julio de 1939. Ella tenía 13 años y todavía era Lilibet, él tenía 19 y era un apuesto cadete de la Real Academia Naval de Darmouth. Los reyes y sus dos hijas habían llegado al puerto en el yate real Victoria & Albert, acompañados por Lord Mountbatten, y el sobrino de éste, Felipe, fue invitado a cenar a bordo. Al día siguiente, Mountbatten escribió en su diario: "Volvió para tomar el té y tuvo mucho éxito con las niñas". Todavía no podía imaginarse cuánto. Felipe era muy rubio, alto y atlético, e Isabel se enamoró de él instantáneamente, como confirmó después al biógrafo oficial de su padre. Si el cadete cayó rendido ante la heredera del trono británico, se guardó mucho de demostrarlo. De hecho, al igual que la reina después, el duque de Edimburgo nunca ha destacado por su efusividad. Su íntimo amigo y primer secretario privado, Michael Parker, todavía recuerda la reacción de Felipe cuando le sugirió años más tarde que se mostrara más afectuoso con la que era ya su esposa: "Me fulminó con la mirada".
La biógrafa de Isabel II relaciona a Felipe con mujeres siempre más jóvenes que él. Entre ellas incluye a una princesa, una duquesa, dos condesas, además de otras damas con o sin título, muchas de ellas vinculadas al mundo de la equitación
Quienes le conocen desde niño aseguran que se trata de una coraza que no tuvo más remedio que fabricarse para superar su atribulada infancia. Había asistido al desmoronamiento del matrimonio de sus padres -su madre acabó ingresando en una orden religiosa y su padre buscó consuelo en las mesas de juego- y desde 1922, cuando su familia huyó de Grecia, un año después de su nacimiento, había sobrevivido gracias a la caridad de parientes lejanos y amigos, dando tumbos entre Francia, Alemania y Gran Bretaña.
"¿Qué casa?", contestó con amargura e ironía cuando le preguntaron en una ocasión qué idioma se hablaba en su casa.
Enamorado o no, Felipe mantuvo correspondencia con Isabel durante toda la II Guerra Mundial, mientras servía en la Marina británica y sin hacer demasiado caso de otros pretendientes, ella le esperó hasta su regreso de Asia en 1946, cuando floreció un idilio que la corte de Londres observó con escepticismo. Aunque había transcurrido ya una década, la monarquía no se había repuesto aún del todo de la abdicación de Eduardo VIII por el amor de Wallis Simpson, y no podía permitirse un nuevo paso en falso. Se desconfiaba del casamentero Lord Mountbatten y de su protegido, un joven que pertenecía a una rama marginal y empobrecida de la realeza europea, estrechamente vinculada a Alemania en una época en que la germanofobia estaba candente en el Reino Unido. Pero finalmente Jorge VI dio el visto bueno al compromiso de su hija con Felipe en julio de 1947. Para entonces ya había obtenido el pasaporte británico y había adoptado la traducción inglesa de su apellido materno, Mountbatten, en lugar de la retahíla de apellidos paternos, Schleswig Holstein Sonderburg Glucksburg.
"Un toque de color en el duro camino que debemos recorrer", fue como describió Churchill la boda, en un año de crisis económica en que Gran Bretaña descubrió que ya no era una potencia mundial y no podía costearse un imperio. Unos 1.500 regalos llegados de todo el mundo fueron expuestos en el palacio de St James, algunos tan pintorescos como el pavo enviado por una señora de Brooklyn, preocupada por los racionamientos, o los cientos de medias de nailon, artículos muy escasos en aquellos tiempos. Ninguna de las tres hermanas de Felipe, casadas con alemanes, fue invitada a la ceremonia, como tampoco lo fue el duque de Windsor.
A la reina a veces hasta le divierten las pataletas de su marido. En otras ocasiones se irrita y le contesta secamente: "Haz el favor de callarte"
Durante algún tiempo, los funcionarios de la corte consideraron al duque de Edimburgo como un intruso, lo que provocó fricciones que recuerdan al caso de Diana. La diferencia es que Isabel seguía profundamente enamorada y los cinco años siguientes fueron, a juicio de sus amigos, los más felices de la pareja. Ella valoraba la experiencia del mundo de su marido y aceptaba de buen grado su temperamento autoritario y explosivo. Él había encontrado por fin un hogar y una familia. Esta armoniosa relación tal vez habría durado más tiempo si Isabel no hubiera tenido que suceder a su padre en 1952. El equilibrio de poder en la pareja se transformó: mientras el aparato de la monarquía, con sus cajas rojas de documentos oficiales, sus audiencias semanales con el primer ministro y sus compromisos internacionales arrastraban a la reina, su marido se vio obligado a renunciar a su carrera en la Marina, sin que se le ofreciera otra alternativa que la de ejercer de consorte. La polémica acerca del nombre de la familia es un buen ejemplo de cómo el príncipe se sentía ninguneado. Retrocediendo a la mentalidad de los años cincuenta, no es difícil comprender el deseo de un hombre de dar su apellido a sus hijos. Todo fue bien hasta la coronación, cuando la pareja era conocida simplemente como "los Edimburgo", pero al príncipe le dolió especialmente que la flamante Isabel II, presionada por la corte y por Churchill, se negara a renunciar al Windsor que había exhibido su familia desde 1917 en favor del Mountbatten que había adoptado Felipe.
El incidente provocó una de las clásicas reacciones coléricas del príncipe, quien se lamentó de no ser más que " una condenada ameba". Algo más tarde, en 1960, se acordó que los miembros más jóvenes de la familia real se llamaran Mountbatten-Windsor, pero para entonces ya estaba hecho el daño a la autoestima de Felipe. Tal vez fue ése el comienzo de una crisis matrimonial que alcanzó su punto culminante entre octubre de 1956 y febrero de 1957, cuando el duque de Edimburgo emprendió un largo viaje en solitario y empezaron a proliferar los rumores sobre sus supuestas infidelidades, siempre desmentidas por sus amigos.
"Se aburría terriblemente con todas las obligaciones de la realeza, todos esos compromisos formales y apretones de manos... No era lo suyo", recuerda Michael Parker, quien lo acompañó en aquella gira internacional. Desde aquella época se le han atribuido amantes como Daphne du Maurier, cuyo marido trabajaba en la oficina del príncipe, la dueña de un cabaret y amiga de la infancia Hélène Cordet, madre de uno de sus ahijados, y Pat Kirkwood, una estrella de musical que poseía unas piernas que eran " la octava maravilla del mundo", según los cronistas de la época.
Ninguna de estas aventuras se ha demostrado nunca, aunque las especulaciones persistieron mucho tiempo después. Sarah Bradford, autora de una de las últimas biografías de Isabel II, afirma que desde los años cincuenta Felipe ha aprendido a ser más discreto y ha limitado sus escarceos a círculos tan ricos o aristocráticos que resultaran inaccesibles a la prensa sensacionalista e insobornables por ella. La biógrafa le relaciona con mujeres siempre más jóvenes que él, entre ellas una princesa, una duquesa, dos condesas, además de otras damas con o sin título, muchas de ellas vinculadas a la equitación.
"¡Y nosotros que creíamos haberles educado tan bien!", suspiraba la reina tras las separaciones de sus hijos
"¿Se han parado a pensar que en los últimos 50 años nunca he podido salir de casa sin que me acompañara un policía?", es la respuesta que suele dar el príncipe a estas insinuaciones. Una explicación razonable pero muy poco convincente, sobre todo desde que es del dominio público que la protección de Scotland Yard no impidió que su primogénito, el príncipe Carlos, visitara regularmente a su amante, Camilla Parker Bowles, mientras estaba casado. La reina, que es muy observadora, se da cuenta de todo, pero actúa siempre como si no lo supiera. A las mujeres de su generación no se las educó para esperar fidelidad en el matrimonio, sino lealtad y esto, desde la crisis de 1956-1957, Felipe nunca se lo ha escatimado.
A Michael Parker, cuando aceptó el puesto de secretario privado, el príncipe le advirtió que su único empeño era " no fallar nunca a la reina" y con la ayuda del cordón sanitario que rodea su vida amorosa, parece haberlo conseguido. La relación carece de la pasión del principio pero también de su potencial explosivo y en palabras de un funcionario de la Casa Real: "Es una especie de un matrimonio de trabajo" . Cada uno cultiva aficiones distintas y en muchos aspectos siguen trayectorias divergentes, pero están de acuerdo en lo fundamental y aúnan esfuerzos cuando consideran que está en juego el bien de su familia y de la monarquía. Esto no significa que la convivencia haya dejado de ser tormentosa.
Los amigos de la pareja admiten que el duque de Edimburgo continúa siendo un hombre difícil, aunque su personalidad se haya dulcificado con los años. Todavía se enfurece con la pasividad de su esposa, poco proclive a tomar la iniciativa, o con nimiedades por las que protesta a gritos. A la reina, acostumbrada a que todo el mundo se incline ante ella, a veces hasta le divierten las pataletas del príncipe, pero en otras ocasiones se irrita y le contesta secamente: "Haz el favor de callarte".
Por encima de estas diferencias, insisten sus íntimos, se aprecian, se comprenden y se aceptan. Seguramente habrían envejecido felices de no ser por los escándalos de los divorcios de tres de sus hijos, Carlos, Ana y Andrés. "¡Y nosotros que creíamos haberles educado tan bien!", suspiraba la reina en 1992, aquel "annus horribilis" en que les aumentaron los impuestos, Windsor ardió en llamas y se descubrió que todo lo que deseaba el heredero al trono británico era reencarnarse en tampax.
Tal vez la gala de la próxima semana, con sus distinguidos invitados y un programa consagrado al amor -Shakespeare, Verdi, Prokofiev y Berlioz- marque el comienzo de una nueva era, en la que vuelvan a estilarse parejas como la de Isabel II y el príncipe Felipe, pero algo ha debido de cambiar inevitablemente cuando ni siquiera la BBC está dispuesta a retransmitir el evento. Ya nadie se cree los cuentos de hadas. ..
A mí, que me parta un rayo
Por Jaime Peñafiel
El príncipe Felipe de Edimburgo, a quien yo entrevisté en 1985, puede considerarse como el más emblemático de los consortes reales de las monarquías europeas de hoy día. Y también el más cáustico sobre lo de ser el segundo, desde el 2 de junio de 1953, cuando se arrodilló ante su recién coronada esposa para prometerle "convertirme en tu vasallo y siervo más fiel".
En una recepción, le presentaron a la doctora y señor Robinson. El caballero en cuestión quiso justificarse: "Alteza, en mi casa, mi esposa es siempre la primera". "No se preocupe, en la nuestra también tenemos ese problema", le respondió el príncipe. Como consorte es teniente coronel honorario, cuyo Jefe es la reina. Durante una cena con los oficiales de este cuerpo, comentó: "¿A que no sabéis qué tiene de sorprendente este Regimiento? Os lo diré. Es el único cuyo coronel jefe está casado con el teniente coronel".
En 1972, Isabel y Felipe celebraron sus bodas de plata con una ceremonia de acción de gracias. La reina comenzó su alocución con estas palabras: "Creo que todo el mundo comprenderá que hoy comience mi discurso con las palabras `mi marido y yo'".
De toda formas, el príncipe Felipe gusta ironizar a propósito de la estrofa del himno británico "God Save the Queen" (Dios salve a la reina), diciendo: "Y a mí, que me parta un rayo".
Cuatro hijos
Los primeros nietos llevan a la familia real una alegría que en los años posteriores va a ser cada vez más difícil.
Ana. De nombre completo Ana Alicia Luisa, es la hija mayor de la reina Isabel, nacida en 1950, cuando su madre todavía no era reina de Inglaterra. Se casó en 1973 con el teniente Mark Philips, de quien se divorció -cuando tenía rango de teniente- en 1992. Tiene dos hijos: Peter, de 19 años, y Zarah, de 16. Muy vinculada con el mundo del deporte hípico en 1992 publicó Cabalgando a través de mi vida.
Carlos. Primer hijo varón y heredero del trono de Isabel II, nació en 1948 en Buckingham Palace. Los últimos meses de su vida están marcados por la muerte de su ex esposa Lady Diana, con quien se casó en 1981, tuvo dos hijos -Guillermo y Enrique- y se divorció en 1996. A pesar de su matrimonio, el amor declarado de toda su vida ha sido Camilla Parker.
Andrés. Nacido en 1960, optó por la carrera militar. Se le comenzó a conocer por sus escandalosos romances, el más sonado con la actriz porno Koo Star. Fue condecorado por comportamiento heroico en la Guerra de las Malvinas. Su matrimonio tampoco ha sido un éxito. Se casó con Sarah Ferguson en 1986 y se divorció 10 años después. Tiene dos hijas.
Eduardo. Cuarto hijo de la reina Isabel II, nacido en 1964, es el más tranquilo de todos, según su propia madre. Abandonó la carrera militar a los cuatro meses de ingresar en un cuerpo de elite de infantería. Se dedica a la producción teatral y televisiva y se resiste a casarse con su novia, Sophie Rhys Jones. Los observadores de la Casa Real británica no descartan que se dedique a la carrera diplomática.
Las amantes de Felipe
El libro Los Windsor, radiografía de la familia real británica, de la norteamericana Kitty Kelley, prohibido en el Reino Unido, deja a Felipe de Edimburgo en el papel de mujeriego. Éste es un repaso a sus principales escándalos.
- Cobina Wright Jr. Desde que conoció a la futura reina de Inglaterra en 1939, ya eran tres en la relación: Felipe, Isabel y la actriz norteamericana Cobina Wright Jr. Aunque ella siempre se hizo la difícil, él la cortejó y hasta le hizo promesas de boda con un anillo de compromiso. Cobina terminó casándose con un millonario americano en 1941.
- Helene Cordet. La Camilla Parker de Felipe. Esta cantante de cabaret fue su principal amante, antes y después de su boda con la reina. Al quedarse embarazada, Felipe costeó los estudios de Max, su hijo. Más tarde, en 1989, ante los rumores, Max tuvo que desmentir públicamente que por sus venas corriera sangre real.
- Sus amigos. Felipe, el actor Richard Todd y el fotógrafo de la corte Baron Nahum eran inseparables. Tanto que bautizaron su pandilla con el nombre de los Tres Picharros. El escenario de sus correrías era el apartamento londinense del actor, donde solían recibir a jóvenes actrices con ganas de triunfar.
- Crucero por la Commonwealth. Con motivo de la invitación a visitar la ciudad australiana de Melbourne para inaugurar los Juegos Olímpicos de 1956, Felipe se escapó de la vigilancia de la reina y se montó un crucero por su cuenta. Islas Seychelles, Nueva Zelanda, las Malvinas, las Galápagos...
fueron algunos de los exóticos destinos. Algunos biógrafos apuntan que durante una escala en Melbourne tuvo un hijo ilegítimo.
- Magdalena Nelson de Blaquier. Durante un viaje a Argentina, en 1962, Felipe se refugió, ante la revuelta situación del país, en casa de Magdalena, diez años mayor que él. Meses después ella daba a luz un bebé.
- Fama de homosexual. Algunas amistades ponen su fama de donjuán en entredicho. En 1994, un conocido escritor homosexual al oír el nombre del duque comentó: "Ah, sí. Conocí a Felipe cuando era Felipa". Durante una entrevista concedida al periódico Independent on Sunday, al preguntarse sobre su comentado idilio con Valéry Giscard d'Estaing (ex presidente de Francia), Felipe se echó a reír y respondió: "Giscard es un gran tipo, pero no llegué a alojarme en el Elíseo durante su presidencia. Sí lo hice siendo presidente Vincent Auriol que era un maricón de cuidado".
- Sasha, duquesa de Abercorn. Felipe no dudaba en compartirlo todo con sus amigos, hasta las mujeres. Su tío Louis Mountbatten, le cedió su amante, Sasha, duquesa de Abercorn y prima de la reina. Años después, tío y sobrino compartieron cama y cariño con la hija de uno de los mejores amigos de Felipe.
- Susan Ferguson. La madre de Fergie también fue íntima de Felipe. Su ex marido, Ronald Ferguson, llegó a afirmar a sus amistades que, mientras él jugaba al polo, su mujer y el duque jugaban a otras cosas. A su hija Sarah le gusta comentar que, el día en que se incendiaba el castillo de los Windsor, en noviembre de 1992, su madre y Felipe ardían de pasión en Argentina.
- Romy Adlington. Una antigua novia de su hijo Eduardo, Romy, todavía recuerda con horror su primer fin de semana con la familia real. Ella sólo tenía 16 años, y Felipe, que ya había cumplido los 66, le dedicó miradas lascivas, guiños, caricias en el trasero e insistentes miradas a su escote.
La Casa de Windsor cumple cien años y lo celebra con una nueva moneda
03/05/2017 16:32
Londres, 3 may (EFE).- La británica Casa de Windsor cumple cien años y, para celebrarlo, ha presentado una moneda conmemorativa con su emblema, en el que puede apreciarse la torre del castillo de Windsor con el estandarte real y rodeada de dos ramas de roble.
El mismo diseño, emitido por la casa de la moneda Royal Mint, se comercializa en metal, plata y oro por 13 libras (15,38 euros), 82,50 libras (97,63 euros) y 1.945 libras (2.302 euros), respectivamente.
La Casa Real del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte cambió en 1917 su nombre -originalmente Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha- por el de Casa de Windsor debido a su origen germánico, en un momento en el que el país se encontraba inmerso en la Primera Guerra Mundial contra Alemania.
Fue el rey Jorge V quien el 17 de julio de ese año tomó la decisión, a través de una proclama real, de cambiar el nombre de la Casa y el apellido real, que había llegado a la familia en el año 1840 con el matrimonio de la reina Victoria con el príncipe Alberto.
El nuevo apelativo se tomó prestado del castillo de Windsor, situado en el condado de Berkshire, al sudeste de Inglaterra, y construido en el siglo XI, y que es conocido como el refugio favorito de la reina Isabel II.
La Casa ha visto hasta el momento pasar a cuatro monarcas, Jorge V, Eduardo VIII, Jorge VI e Isabel II, la monarca y jefa del Estado que ha reinado más tiempo en el Reino Unido, 65 años.
Cuando accedió al trono, la reina se negó a tomar el apellido de su marido, el duque de Edimburgo, y dispuso que el apellido de la familia real seguiría siendo Windsor y no Mountbatten.
Esto provocó el enfado del esposo, por lo que en el año 1960 Isabel II dispuso en un decreto real que mientras que ella y sus cuatro hijos -Carlos, Ana, Andrés y Eduardo- serían conocidos como Windsor, otros familiares que no fuesen príncipes o altezas reales llevarían el apellido Mountbatten-Windsor. EFE
Felipe de Edimburgo: 70 años de matrimonio y sólo cinco de fidelidad
CARLOS FRESNEDA Londres
4 MAY. 2017 11:24
Felipe de Edimburgo es el miembro de la familia real británica más activo TOBY MELVILLEREUTERS
Un documental de comienzos del pasado año contaba los deslices del marido de Isabel II. La fidelidad a su mujer acabó cinco años después de casarse
Felipe de Edimburgo, a un amputado: '¿Por qué no te pones unas ruedas?'
El duque de Edimburgo abandona sus compromisos públicos
A tiempo para el 90 cumpleaños de la reina Isabel II llegaba una nueva entrega sobre las "infidelidades" de Felipe de Edimburgo, que vive una tercera juventud a los 95, sobre todo a partir del otoño, cuando abandone la actividad pública, según ha anunciado este jueves el palacio de Buckingham.El documental fue emitido por el Canal 5 de la televisión británica y generó una notable inquietud en Buckingham. Felipe, objeto de renovadas críticas, volvió a primer plano por algo más que sus achaques. El programa televisivo indagaba en los 69 años de matrimonio real y en las sucesivas crisis acentuadas por los líos de faldas del Felipe, de la "escapada" con una misteriosa mujer en el yate Britannia a las noches golfas en un club del Soho, donde supuestamente se entretuvo más de una vez con un elenco de showgirls.El programa del Canal 5 ahondaba también en la "mala leche" de Felipe de Edimburgo y en su inquina personal con la reina madre, a la que llegó a "expulsar" de palacio ordenando que quitaran la calefacción en sus habitaciones.
Felipe de Edimburgo siempre ha sido leal a la reina Isabel II BEN GURR
Pero el argumento central fue la relación de Isabel y Felipe, remontándonos al flechazo que sintió ella con 13 años al ver apuesto cadete de 19, en el puerto de Darmouth. El hijo de Andrés de Grecia levantaba pasiones entre las jóvenes casaderas, pero también era público y notorio su desdén.A su manera, Felipe fue fiel y supo esperar hasta que Lilibet fue mayor de edad. Se casaron en 1947 y la pasión duró cinco años. Tras la muerte de Jorge VI y la coronación de Isabel II, Felipe empezó a verse más como un "intruso" en palacio, y en 1956 ya empezaron a circular los rumores sobre sus deslices.Unos le atribuían una relación con Zsa Zsa Gabor. Otros hablaban de su fijación por una conocida actriz del West End, Patricia Hodge. Las pruebas fueron siempre elusivas, pero la leyenda fue en aumento. "El duque necesitaba una válvula de escape", aseguraba en el programa el historiador Piers Brendan. Según Brendan, llegó a ser cliente de un club de altos vuelos en la era dorada y golfa del Soho. "La reina se llegó a mostrar perturbada por sus actividades, especialmente cuando volvía oliendo a Oporto", aseguraba Brendan en el programa, que recogía otros testimonios más o menos indirectos, pero que no aportaba sin embargo pruebas.De cara a la galería, Felipe II ha sido siempre la "roca" a la que se aferraba la reina en momentos de turbulencia. El documental indagaba en las vidas más o menos separadas de la pareja real, pese a proyectar esa imagen de unidad indisoluble, sobre todo cuando están el castillo de Windsor o cuando pasan sus eternos veranos en Balmoral. Pese a los achaques de la edad, Felipe de Edimburgo ha seguido teniendo carta blanca para "divertirse" y tener su propio espacio, como lo demuestran sus apariciones en las carreras y demás eventos deportivos junto a Lady Penny Brabourne, 30 años más joven que él, a quienes algunos atribuyen el secreto de su renovada mocedad. Oficialmente, se trata de una "entrañable amistad" y poco más. La reina, entre tanto, mira hacia otro lado y se entretiene dando de comer solomillo de ternera y pechuga de pollo a sus "corgies" galeses.
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel, dice adiós a la vida pública
ACTUALIZADO EL 04 DE MAYO DE 2017 A LAS 06:36 AM
Abandonará sus actividades tras siete décadas de servicio a la corona
El duque cumplirá 96 años en junio
POR AFP, AP Y ALEX SÁNCHEZ
El Príncipe Felipe visitó el estadio de críquet Lord's Cricket Ground durante el miércoles 3 de mayo. FOTO: AFP.
LONDRES
Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II de Inglaterra, abandonará los compromisos públicos en otoño tras siete décadas de fiel servicio, anunció este jueves el palacio de Buckingham.
"Su Alteza Real el duque de Edimburgo –que cumplirá 96 años en junio–ha decidido que no atenderá compromisos públicos a partir de otoño de este año", afirma un comunicado, que precisa que Felipe contó "con todo el apoyo de la reina" al tomar su decisión.
Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II de Inglaterra, que cumplirá 96 años en junio, abandonará los compromisos públicos en otoño boreal, anunció el jueves el palacio de Buckingham.
"El príncipe Felipe atenderá los compromisos previamente acordados entre ahora y agosto, tanto individualmente como acompañando a la reina. Luego, el duque no aceptará nuevas invitaciones", aunque "podría elegir participar en ciertos actos públicos de vez en cuando", agregó la comunicación.
En cambio, "Su Majestad continuará cumpliendo con un programa completo de compromisos oficiales con el apoyo de miembros de la Familia Real", concluye el comunicado.
Felipe de Edimburgo e Isabel II se casaron el 20 de noviembre de 1947, hace casi 70 años, y cinco antes del ascenso al trono de la reina.
El príncipe Felipe y su esposa, la reina Isabel en 1950. FOTO: Flickr/BiblioArchives
"Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén", dijo en 2011 la reina, poco inclinada a las muestras de cariño en público.
En la actualidad, seguía vinculado a 780 fundaciones, según el comunicado del palacio de Buckingham.
El anuncio pone fin a una noche de especulaciones sobre la salud de la pareja real, iniciada con la noticia de que todo el personal de Isabel II había sido convocado de urgencia al palacio de Buckingham para un anuncio de urgencia.
En el pasado, el duque de Edimburgo sufrió problemas de corazón que no le impidieron mantener un intenso programa de actividades. Sin embargo, Buckingham no ofreció nuevos detalles sobre su salud.
Eso sí, Isabel II y Felipe de Edimburgo parecían tener buena salud el miércoles. La reina se reunió en el palacio con la primera ministra británica, Theresa May, y Felipe hizo una visita a un club de cricket en Londres.
Inoportuno y de frases ocurrentes
Tataranieto de la reina Victoria como la propia Isabel, y de ascendencia alemana, el duque nació el 10 de junio de 1921 en la isla griega de Corfú, como príncipe de Grecia y de Dinamarca, quinto hijo y único varón de la princesa Alicia de Battenberg y del príncipe Andrés de Grecia.
"Creo que ya he cumplido con mi parte", dijo en una entrevista con la BBC en 2011, cuando cumplió 90 años y anunció ya que abandonaba el patronato de algunas fundaciones.
Su franqueza no se detuvo nunca ante lo políticamente correcto. En una ocasión, un niño le confesó que quería ser astronauta y el duque le respondió: "Nunca podrás volar, estás demasiado gordo".
El príncipe Felipe de Edimburgo junto a su esposa, la reina Isabel II de Inglaterra. / AFP
A la activista paquistaní Malala Yousafzai, que estuvo a punto de morir a manos de los talibanes por defender que las niñas fueran escolarizadas, le espetó que "los padres envían a los niños a la escuela porque no los quieren en casa".
Cuando se le preguntó si le gustaría visitar la Unión Soviética, dijo: "Me encantaría visitar Rusia, aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia" (en alusión a la suerte de los Romanov).
A un profesor de conducción escocés de Oban, le preguntó, explotando el tópico de la afición al alcohol de los escoceses: "¿Cómo te las arreglas para mantener a los nativos lo suficientemente lejos de la bebida para aprobar el examen?".
Si está casado con la Reina ¿Porqué Felipe de Edimburgo no es Rey de Inglaterra?
La respuesta se sencilla. En 1952, la Reina Isabel II de Inglaterra heredó la corona al fallecer su padre Jorge VI, pues era la hija mayor.
En materia real, tras quedar vacante la Corona por muerte o abdicación de su titular, se convertirá en rey su hijo de más edad. En el caso de ausencia de varones y de descendientes de éstos, entonces se convertirá en reina su hija de más edad.
Como el Felipe de Edimburgo no pertenece al linaje de la familia real –es griego de nacimiento– y sobre todo no sigue la famosa línea de la progenitura –la corona no le fue heredada a él sino a su esposa Isabel II–, no puede poseer más títulos que Príncipe Consorte, Duque de Edimburgo y Alteza real.
El caso cambia si la corona la ostentase un varón, pues la esposa sí pasa a llamarse Reina. Por ejemplo, así sucedió en España, cuando el príncipe Felipe de Asturias tomó el trono. Letizia Ortiz, su esposa, asumió como Reina consorte.
Los Windsor
Por: Walter Oppenheimer | 09 de febrero de 2012
Isabel II acaba de cumplir 60 años en el trono británico. Si la salud le acompaña, le faltan menos de cuatro años para batir el récord de su tatarabuela, la reina Victoria, que reinó durante 63 años, siete meses y dos días.
Sin embargo, a pesar de ser la monarquía más pomposa del mundo, los Windsor son de alguna manera unos recién llegados: aunque el linaje de Isabel se puede rastrear cientos de años hacia atrás, la dinastía Windsor ni siquiera ha cumplido su primer siglo.
¿Cómo es eso posible? Porque los Windsor son una invención de Jorge V, que en 1917 se vio en la necesidad de intentar ocultar que, en contra de lo que parece, el rey de Inglaterra era más alemán que británico. El verdadero nombre del abuelo de la actual monarca era George Frederick Ernest Albert Saxe-Coburg Gotha, un nombre muy poco patriótico en plena I Guerra Mundial y cuando los alemanes intentaban bombardear Londres utilizando unos bombarderos que se llamaban… ¡Gotha!
George-vJorge V quiso britanizar la monarquía británica y lo hizo en varios sentidos. Primero, adoptando un nombre absolutamente inglés. El 17 de julio de 1917 aprobó una proclama real: “Ahora, por lo tanto, nosotros, en virtud de Nuestra Voluntad y Autoridad Real, por la presente declaramos y anunciamos que, a partir de la fecha de la Proclamación Real, nuestra Casa y Familia se denominará y será conocida como la Casa y Familia de Windsor, y que todos los descendientes por línea masculina de nuestra abuela la reina Victoria que son súbditos de estos Reinos, salvo las mujeres descendientes que puedan casarse o se hayan casado, deben llevar el mencionado nombre de Windsor”.
El monarca intentaba así ocultar una tradición germánica milenaria porque los Saxe-Coburgo Gotha eran una rama de la llamada Casa de Wettin, que se remonta al menos al siglo X, al rey Dietrich, nacido hacia el año 916 y fallecido hacia 976, conocido también como Thierry I de Liesgau. Los Wettin eran una dinastía de condes, duques y príncipes que gobernaban en lo que ahora son los estados de Sajonia y Turingia. Se da por probado que Isabel II es descendiente por vía paterna de Conrado el Grande, marqués de Meissen y conde de Wettin, Brehna y Hamburgo, que vivió entre 1097 y 1157. Y probablemente sus ancestros se remontan hasta Burchard, duque de Turingia, que no se sabe cuándo nació pero sí que murió el 3 de agosto de 908.
La sangre alemana no solo corre por las venas de Isabel: su esposo, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, es miembro de la casa de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glüsksburg por vía paterna y Battenberg por vía materna, aunque desde 1917 los Battenberg británicos habían adoptado la versión inglesa del apellido: Mountbatten.
Por deseo expreso de Isabel II, que quería mitigar el orgullo herido de su marido por no poder transmitir a sus descendientes su propio apellido, el apellido personal de los descendientes de la pareja real es Mountbatten-Windsor, aunque el nombre oficial de la familiav real británica y de la casa real es Windsor. Un empeño curioso el de Felipe porque él mismo se acogió al britanizado apellido materno en lugar de lucir el germánico apellido paterno…
Pero los cambios introducidos por el rey Jorge V en 1917 no se limitaron a ocultar los orígenes germánicos de la monarquía británica adoptando el nombre dinástico de Windsor. Jorge V anunció también un cambio en las tradiciones matrimoniales para que la realeza británica se pudiera casar con hombres ingleses y con mujeres inglesas. En palabras del historiador David Starkey, “eso cambió por completo la naturaleza de los matrimonios reales”. “En lugar de ser matrimonios arreglados, pueden ser matrimonios por amor. Aún más: se espera que sean por amor”.
Obviamente, el objetivo de Jorge V no era promover las novelas románticas protagonizadas por príncipes y doncellas o princesas y mancebos, sino acercar la monarquía a la población en unos momentos particularmente convulsos en Europa y en el mundo. Hasta entonces, los matrimonios reales eran algo fundamentalmente privado: arreglos entre primos más o menos lejanos que se resolvían en ceremonias privadas en las capillas reales, a espaldas de la población.
El proyecto de Jorge V acaba cobijando elementos contradictorios. Por un lado quiere que, al tiempo que convierte en Windsor el poco admisible Saxe-Cuburgo-Gotha, la familia real se convierta en un espejo de virtudes que guíe a las demás familias británicas. Por otro lado, quiere que la monarquía despliegue toda su pompa para atraer a esas familias. Los monarcas y sus herederos han de dejar de estar encerrados, han de dejarse ver. Y las ceremonias nupciales son una excelente ocasión para ser visto.
La boda del príncipe Alberto con Isabel Bowles-Lyon, en 1923, fue la primera boda real que se convirtió en un acontecimiento social de cara al público: el enlace se celebró en la abadía de Westminster, y no en la capilla privada del palacio de Saint James como marcaba la tradición. Y si la BBC no la retransmitió por radio en directo fue porque el capítulo de la abadía se opuso.
Pero los Windsor tardaron muy poco en hacer saltar por los aires el proyecto de Jorge V de convertir a la familia real en el ejemplo a seguir. El hermano mayor de Alberto y príncipe de Gales llegó soltero al trono como Eduardo VIII al morir Jorge V en enero de 1936. Y soltero se marchó menos de un año después, cuando prefirió abdicar antes que renunciar a casarse con el amor de su vida: la millonaria divorciada Wallis Simpson. Wallis and edward
De alguna manera, Eduardo VIII había sido leal al deseo de su padre de que los matrimonios de conveniencia dieran paso a los matrimonios por amor. El hermano pequeño, Alberto, tuvo que ceñirse la corona, pero eligió reinar como Jorge VI porque Albert era un nombre demasiado germánico. Era diciembre de 1936 y los nazis ya habían alcanzado el poder en Alemania.
Jorge VI e Isabel Bowles-Lyon sí parecieron formar la feliz familia británica con que había soñado su padre. Pero a su hija mayor y actual soberana, Isabel II, le sería mucho más difícil. El de Isabel y Felipe de Edimburgo fue un amor conveniente, pero de él saldría un ejército de divorciados: Carlos, Andrés y Ana han roto sus matrimonios. Sólo el hermano pequeño, Eduardo, sigue casado con su primera mujer, Sophie Rys-Jones. Quizás porque, según confidencias de la servidumbre de palacio, Sophie es una de las pocas personas de la familia que parece normal
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En fotos: Isabel II y los días de su transformación de princesa a reina
2 junio 2012
Tras 60 años de reinado, el segundo más largo en la historia británica, la reina Isabel II de Inglaterra celebra su jubileo de diamante. La muerte de su padre, hace ahora seis décadas, la convirtió en reina a los 25 años de edad.
La Reina Isabel II de Inglaterra
El 6 de febrero de 1952 el rey Jorge VI murió a la edad de 56 años. Tan solo seis días antes se había despedido en el aeropuerto de su hija mayor, la princesa Isabel, y su esposo, que partían hacia Kenia. Acompañado de su mujer y su hija menor, esta sería su última aparición pública. Isabel iniciaba así un reinado que dura ya 60 años, y que solo ha sido superado por el de la reina Victoria. En 2012, la reina de Inglaterra celebra su jubileo de diamante.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Cuando fue informada de la muerte de su padre, Isabel se encontraba en la cabaña de cazadores real en Kenia. La salud del rey Jorge se deterioraba desde 1948, y se había sometido a una operación de cáncer en 1951.
La Reina Isabel II de Inglaterra
A pesar de que una tormenta retrasó su vuelo de regreso, al día siguiente Isabel estaba de vuelta en Inglaterra, donde fue recibida por el primer ministro Winston Churchill y otros miembros del gobierno. Todos los cines y teatros fueron cerrados, los eventos deportivos cancelados y todos los programas de la BBC, excepto los noticieros, suspendidos.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Isabel y su esposo Philip, duque de Edinburgo, se habían comprometido al viaje después de que el rey Jorge se hubiese visto forzado a abandonarlo por problemas de salud. Iba a ser un recorrido de 48.000 kilometros a través de cuatro continentes, pasando por Australia y Nueva Zelanda. El viaje tuvo lugar finalmente en 1954, luego que la princesa se convirtiese en reina.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Con toda la familia real y el país entero de luto, Isabel (a la izquierda) se reúne con su abuela, la reina María y su madre, para acompañar el cuerpo del rey hasta la abadía de Westminster. Unas 300.000 personas presentaron sus respetos.
La Reina Isabel II de Inglaterra
La princesa fue proclamada Reina el 8 de febrero con 25 años, tras el juramento real. Su padre fue enterrado 7 días después. Todavía faltaban 16 meses para su coronación.
Fuente
06 de febrero de 2002 - 16:02 GMT
Isabel II: 50 años en el trono
El 6 de febrero de 1952 fallecía el rey Jorge VI de Inglaterra, dejando como sucesora a la corona a su primogénita, la princesa Isabel de tan sólo 25 años de edad.
Regresó de Kenia -donde se encontraba de gira- para asistir al funeral de su padre y un año más tarde fue coronada reina de Inglaterra.
BBC recuerda en imágenes y sonido los eventos que hace medio siglo conmocionaron a toda una nación.
El rey Jorge VI, la reina Isabel y las princesas Margarita e Isabel.
El rey Jorge VI llegó al trono en 1936. Aquí se encuentra caminando junto a la reina Isabel y sus hijas la princesa Margarita y la princesa Isabel en 1942.
La familia real preparaba a la joven princesa para el trono. En esta fotografía, se encuentra junto a su padre cuando cumplía 18 años.
En 1952, muere el rey Jorge VI de cáncer de pulmón. Isabel regresa de Kenia para el funeral. El primer ministro Winston Churchill la recibe en el aeropuerto de Londres.
La nueva y joven reina se había preparado para ser monarca, pero nunca esperó que sucediese tan pronto. Pese a su dolor, se convirtió en ese momento en jefa de Estado.
Antes del funeral, el cuerpo del rey fue llevado a la Abadía de Westminster en Londres. La reina madre, la reina María y la reina Isabel II esperan la llegada del féretro.
El funeral fue transmitido por la BBC. Fue la primera vez que un medio de comunicación transmitía un evento de semejante envergadura.
La muerte del rey Jorge VI inició un proceso que culminaría con la coronación de la reina Isabel II un año más tarde, en junio de 1953.
La coronación fue televisada mostrando la ceremonia en todo su esplendor al pueblo británico.
La multitud festeja el ascenso al trono y saluda a la reina en su traslado desde la abadía de Westminster al palacio de Buckingham.
Retrato oficial de la reina Isabel II.
La reina Isabel II y su esposo el duque de Edimburgo saludan a la multitud desde el balcón del palacio de Buckingham, después de la coronación.
Luego de la ceremonia, la reina asume sus nuevas responsabilidades y recibe a distintos dignatarios, entre ellos al primer ministro británico Winston Churchill.
Dos años de historia británica concluyen con la aparición de la recientemente coronada monarca, en su primera presentación por televisión ante la nación y la Mancomunidad Británica de Naciones, por la BBC.
Fuente
06 de febrero de 2002 - 14:28 GMT
Cincuenta años de reinado
La reina Isabel II
La reina está rompiendo con la tradición en el año de su Jubileo de Oro.
Este miércoles se conmemora medio siglo de la ascensión al trono de la Reina Isabel II de Inglaterra, su Jubileo de Oro, que se festejará durante todo el año en el Reino Unido.
"Este aniversario es para nosotros una oportunidad de reconocer con gratitud la lealtad y apoyo que hemos recibido de tanta gente, desde mi ascensión al trono en 1952", dijo la reina en un mensaje publicado en internet en la página oficial del Jubileo.
Retrato de la reina Isabel II
El retrato del Jubileo en el Palacio de Buckingham
Debido a que la fecha recuerda el día de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, la reina normalmente pasa este día en privado en el Castillo de Windsor.
Sin embargo, en esta ocasión decidió quedarse en Sandringham, residencia real ubicada en Norfolk, donde Jorge VI falleció el 6 de febrero de 1952.
También rompiendo con la tradición, la Reina asiste a un acto público, que incluye la inauguración de un centro de tratamiento contra el cáncer en el Hospital Reina Isabel.
Jorge VI, quien fue un fumador empedernido, sobrevivió una operación para extirparle el pulmón izquierdo, pero posteriormente murió al sufrir una trombosis.
Cambios
La reina estaba en Kenia cuando se enteró de la muerte de su padre.
Creo que la posición de la reina es más fuerte ahora porque tiene mucha más experiencia, más sabiduría y sentido común
Edward Ford, ex consejero real
La noticia conmocionó a la nación que estaba pasando por un período de austeridad, tras la destrucción provocada por la Segunda Guerra Mundial.
Debido al luto por la muerte del rey, la coronación de Isabel II se realizó un año después. Pero en 1952, la llegada al trono de una joven princesa, madre de dos pequeños niños, animó el espíritu de todo el pueblo británico.
Entrevistado por la BBC, Edward Ford, quien además de haber sido secretario privado del rey Jorge VI, trabajó para la Reina Isabel durante 14 años, habló de los cambios experimentados por la monarquía en los últimos 50 años.
El rey Jorge VI
El rey Jorge VI murió a consecuencia de un cáncer al pulmón.
"Si la pregunta es si la monarquía es hoy en día tan aceptada como lo fue en los primeros años de la reina Isabel II, yo diría que no. Pero creo que la posición de la reina es más fuerte ahora porque tiene mucha más experiencia, más sabiduría y sentido común", dijo Ford.
Sin duda la vida de los monarcas británicos ha cambiado mucho. En los años 50, antes de que iniciaran las películas en las salas de cine el público tenía que ponerse de pie para escuchar el himno nacional y la privacidad de la familia real era totalmente respetada.
Hoy en día, el público puede visitar el palacio de Buckingham y todos conocemos detalles muy íntimos de la vida de la familia real, que a menudo aparecen publicados en la prensa de todo el mundo.
Pero a pesar de los cambios y más de un escándalo, Ford considera que el futuro de la monarquía no está en peligro.
"Después de todo, la monarquía en este país ha existido durante más de mil años y creo que no nos gustaría como nación acabar con esta tradición".
Y para conmemorar el cincuentenario, le espera a la reina un año muy ocupado. Durante los próximos meses habrá festivales, conciertos y para culminar las celebraciones un servicio de acción de gracias en la catedral de San Pablo.
Fuente
En fotos: Isabel II y los días de su transformación de princesa a reina
2 junio 2012
Tras 60 años de reinado, el segundo más largo en la historia británica, la reina Isabel II de Inglaterra celebra su jubileo de diamante. La muerte de su padre, hace ahora seis décadas, la convirtió en reina a los 25 años de edad.
La Reina Isabel II de Inglaterra
El 6 de febrero de 1952 el rey Jorge VI murió a la edad de 56 años. Tan solo seis días antes se había despedido en el aeropuerto de su hija mayor, la princesa Isabel, y su esposo, que partían hacia Kenia. Acompañado de su mujer y su hija menor, esta sería su última aparición pública. Isabel iniciaba así un reinado que dura ya 60 años, y que solo ha sido superado por el de la reina Victoria. En 2012, la reina de Inglaterra celebra su jubileo de diamante.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Cuando fue informada de la muerte de su padre, Isabel se encontraba en la cabaña de cazadores real en Kenia. La salud del rey Jorge se deterioraba desde 1948, y se había sometido a una operación de cáncer en 1951.
La Reina Isabel II de Inglaterra
A pesar de que una tormenta retrasó su vuelo de regreso, al día siguiente Isabel estaba de vuelta en Inglaterra, donde fue recibida por el primer ministro Winston Churchill y otros miembros del gobierno. Todos los cines y teatros fueron cerrados, los eventos deportivos cancelados y todos los programas de la BBC, excepto los noticieros, suspendidos.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Isabel y su esposo Philip, duque de Edinburgo, se habían comprometido al viaje después de que el rey Jorge se hubiese visto forzado a abandonarlo por problemas de salud. Iba a ser un recorrido de 48.000 kilometros a través de cuatro continentes, pasando por Australia y Nueva Zelanda. El viaje tuvo lugar finalmente en 1954, luego que la princesa se convirtiese en reina.
La Reina Isabel II de Inglaterra
Con toda la familia real y el país entero de luto, Isabel (a la izquierda) se reúne con su abuela, la reina María y su madre, para acompañar el cuerpo del rey hasta la abadía de Westminster. Unas 300.000 personas presentaron sus respetos.
La Reina Isabel II de Inglaterra
La princesa fue proclamada Reina el 8 de febrero con 25 años, tras el juramento real. Su padre fue enterrado 7 días después. Todavía faltaban 16 meses para su coronación.
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06 de febrero de 2002 - 16:02 GMT
Isabel II: 50 años en el trono
El 6 de febrero de 1952 fallecía el rey Jorge VI de Inglaterra, dejando como sucesora a la corona a su primogénita, la princesa Isabel de tan sólo 25 años de edad.
Regresó de Kenia -donde se encontraba de gira- para asistir al funeral de su padre y un año más tarde fue coronada reina de Inglaterra.
BBC recuerda en imágenes y sonido los eventos que hace medio siglo conmocionaron a toda una nación.
El rey Jorge VI, la reina Isabel y las princesas Margarita e Isabel.
El rey Jorge VI llegó al trono en 1936. Aquí se encuentra caminando junto a la reina Isabel y sus hijas la princesa Margarita y la princesa Isabel en 1942.
La familia real preparaba a la joven princesa para el trono. En esta fotografía, se encuentra junto a su padre cuando cumplía 18 años.
En 1952, muere el rey Jorge VI de cáncer de pulmón. Isabel regresa de Kenia para el funeral. El primer ministro Winston Churchill la recibe en el aeropuerto de Londres.
La nueva y joven reina se había preparado para ser monarca, pero nunca esperó que sucediese tan pronto. Pese a su dolor, se convirtió en ese momento en jefa de Estado.
Antes del funeral, el cuerpo del rey fue llevado a la Abadía de Westminster en Londres. La reina madre, la reina María y la reina Isabel II esperan la llegada del féretro.
El funeral fue transmitido por la BBC. Fue la primera vez que un medio de comunicación transmitía un evento de semejante envergadura.
La muerte del rey Jorge VI inició un proceso que culminaría con la coronación de la reina Isabel II un año más tarde, en junio de 1953.
La coronación fue televisada mostrando la ceremonia en todo su esplendor al pueblo británico.
La multitud festeja el ascenso al trono y saluda a la reina en su traslado desde la abadía de Westminster al palacio de Buckingham.
Retrato oficial de la reina Isabel II.
La reina Isabel II y su esposo el duque de Edimburgo saludan a la multitud desde el balcón del palacio de Buckingham, después de la coronación.
Luego de la ceremonia, la reina asume sus nuevas responsabilidades y recibe a distintos dignatarios, entre ellos al primer ministro británico Winston Churchill.
Dos años de historia británica concluyen con la aparición de la recientemente coronada monarca, en su primera presentación por televisión ante la nación y la Mancomunidad Británica de Naciones, por la BBC.
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06 de febrero de 2002 - 14:28 GMT
Cincuenta años de reinado
La reina Isabel II
La reina está rompiendo con la tradición en el año de su Jubileo de Oro.
Este miércoles se conmemora medio siglo de la ascensión al trono de la Reina Isabel II de Inglaterra, su Jubileo de Oro, que se festejará durante todo el año en el Reino Unido.
"Este aniversario es para nosotros una oportunidad de reconocer con gratitud la lealtad y apoyo que hemos recibido de tanta gente, desde mi ascensión al trono en 1952", dijo la reina en un mensaje publicado en internet en la página oficial del Jubileo.
Retrato de la reina Isabel II
El retrato del Jubileo en el Palacio de Buckingham
Debido a que la fecha recuerda el día de la muerte de su padre, el rey Jorge VI, la reina normalmente pasa este día en privado en el Castillo de Windsor.
Sin embargo, en esta ocasión decidió quedarse en Sandringham, residencia real ubicada en Norfolk, donde Jorge VI falleció el 6 de febrero de 1952.
También rompiendo con la tradición, la Reina asiste a un acto público, que incluye la inauguración de un centro de tratamiento contra el cáncer en el Hospital Reina Isabel.
Jorge VI, quien fue un fumador empedernido, sobrevivió una operación para extirparle el pulmón izquierdo, pero posteriormente murió al sufrir una trombosis.
Cambios
La reina estaba en Kenia cuando se enteró de la muerte de su padre.
Creo que la posición de la reina es más fuerte ahora porque tiene mucha más experiencia, más sabiduría y sentido común
Edward Ford, ex consejero real
La noticia conmocionó a la nación que estaba pasando por un período de austeridad, tras la destrucción provocada por la Segunda Guerra Mundial.
Debido al luto por la muerte del rey, la coronación de Isabel II se realizó un año después. Pero en 1952, la llegada al trono de una joven princesa, madre de dos pequeños niños, animó el espíritu de todo el pueblo británico.
Entrevistado por la BBC, Edward Ford, quien además de haber sido secretario privado del rey Jorge VI, trabajó para la Reina Isabel durante 14 años, habló de los cambios experimentados por la monarquía en los últimos 50 años.
El rey Jorge VI
El rey Jorge VI murió a consecuencia de un cáncer al pulmón.
"Si la pregunta es si la monarquía es hoy en día tan aceptada como lo fue en los primeros años de la reina Isabel II, yo diría que no. Pero creo que la posición de la reina es más fuerte ahora porque tiene mucha más experiencia, más sabiduría y sentido común", dijo Ford.
Sin duda la vida de los monarcas británicos ha cambiado mucho. En los años 50, antes de que iniciaran las películas en las salas de cine el público tenía que ponerse de pie para escuchar el himno nacional y la privacidad de la familia real era totalmente respetada.
Hoy en día, el público puede visitar el palacio de Buckingham y todos conocemos detalles muy íntimos de la vida de la familia real, que a menudo aparecen publicados en la prensa de todo el mundo.
Pero a pesar de los cambios y más de un escándalo, Ford considera que el futuro de la monarquía no está en peligro.
"Después de todo, la monarquía en este país ha existido durante más de mil años y creo que no nos gustaría como nación acabar con esta tradición".
Y para conmemorar el cincuentenario, le espera a la reina un año muy ocupado. Durante los próximos meses habrá festivales, conciertos y para culminar las celebraciones un servicio de acción de gracias en la catedral de San Pablo.
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El libro 'The royals' destapa nuevos secretos de la monarquía británica
LOURDES GÓMEZ
Londres 16 SEP 1997
Un nuevo frente acosa a la casa de Windsor. Sin tiempo de recuperarse del aluvión de críticas que recibe desde la muerte de la princesa de Gales, la reina Isabel y parte de sus familiares se resguardan ahora de una tormenta sin precedentes. El libro de la más popular de las biógrafas norteamericanas, Kitty Kelley, The royals, que contiene una serie de extraordinarias acusaciones contra la familia real británica, sale al mercado hoy, tras ser presentado anoche por su autora en un programa de la cadena de televisión NBC.
Famosa por sus trabajos sobre Nancy Reagan, Frank Sinatra, Elizabeth Taylor y Jackie Onassis, Kelley lleva cuatro años investigando su nuevo objetivo: la monarquía británica en el siglo XX.La autora afirma en la introducción que ha entrevistado a "cientos" de antiguos empleados y amigos de los Windsor, incluídos muchos que "conocen a la Reina desde niña". Algunas de las fuentes citadas en el libro con nombre y apellidos están muy próximas al corazón de la familia real y hacen las revelaciones más escandalosas, cuya envergadura impide, de momento su publicación en el Reino Unido. "Los datos son correctos, pero la legislación británica en materia de libelo pone el peso en los editores. No queremos vemos en una situación de tener que defendemos en el juzgado", señaló Laurence Kirshbaum, responable de la editorial Time Warners, que prepara una primera edición de 600.000 ejemplares.
La expectativa y polémica crece por momentos. El dominical monárquico The Sunday Telegraph anticipaba este fin de semana "un torrente de desprecios" respecto de las "revelaciones" contenidas en The Royals. En cuanto a la autora, continuaba la información, "sufrirá más ridículo que ira". De acuerdo a este semanario, el libro es "un refrito de recortes de prensa y rumores no corroborados". El diario The Guardian, que asegura haber obtenido dos días antes de salir a la venta un ejemplar de la extensa biografía sin pagar por la exclusiva, resalta la serie de fuentes que documentan el trabajo de Kelley. La novelista Barbara Cartland, a la que tanto admiraba la Princesa de Gales, el homeópata de Sarah Ferguson, los Duques de Leeds, además de otras personas del entorno de la familia real aportan sus repectivas opiniones que ayudan a la autora a dibujar la vida privada y pública de cada uno de los integrantes de la casa de Windsor.
La reina Isabel, su madre y su marido, el Duque de Edimburgo, salen especialmente dañados en la interpretación de la biógrafa norteamericana. En prevención a un posible pleito por difamación, The Guardian se reserva la publicación de las acusaciones más comprometidas, aunque asegura que el libro cuestiona el linaje de la reina Isabel, y el comportamiento durante su niñez y mientras iniciaba su relación con el príncipe Felipe.
La prensa estadounidense aporta más detalles. The Washington Post publicó que Kelley descubrió que los padres de la reina madre no estaban casados y que la concepción tanto de Isabel como de su hermana Margarita fue posible gracias a la intervención de un tercero. La princesa Margarita es descrita como racista y simpatizante nazi. Entre las generaciones más recientes, la Princesa de Gales aparece como la heroína. "Una heroína", señaló Kirhsbaum, "de carne y sangre, no una Cenicienta". Su cuñada, la pelirroja Sarah Ferguson, Duquesa de York, tiene una afición, según el diario norteamericano, "por sustancias más adictivas que el chocolate".
En esta ocasión, la muerte de lady Di podría ayudar a la Casa Windsor. Los medios informativos británicos, incluidos los temidos tabloides, respetan de momento un nuevo código tendente a salvaguardar la vida privada de famosos y celebridades públicas.
Paralelamente, el Financial Times informó ayer que el Gobierno laborista está considerando una privatización efectiva de la monarquía británica, aunque cualquier cambio del estatuto fiscal de la familia real debería partir de la Reina y del príncipe Carlos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de septiembre de 1997