Isabel II aumentará sus ingresos un 8 % en 2018, hasta 93 millones de euros
EFELondres27 jun. 2017
La reina Isabel II de Inglaterra. EFE/Archivo
La reina Isabel II verá aumentados un 8 % hasta 82,2 millones de libras (93,5 millones de euros) los ingresos que recibe del Estado británico para el ejercicio de sus funciones en 2018/19, según las cuentas de palacio difundidas hoy.
La soberana podrá gozar de ese incremento debido a que el llamado Patrimonio de la Corona, que gestiona el Estado para beneficio de la nación, generó en el año fiscal 2016/17 ingresos por 328,8 millones de libras (373 millones de euros), 24,7 millones de libras (28 millones de euros) más que en el periodo anterior.
El Patrimonio de la Corona es el conjunto de propiedades inmobiliarias que pertenecen a la Casa Real pero que, desde 1760, gestiona el Tesoro británico, a cambio de destinar anualmente una dotación al monarca de turno para el mantenimiento de sus palacios y el desarrollo de sus labores.
Según la contabilidad palaciega, en el próximo año fiscal Isabel II recibirá el 25 % de los ingresos obtenidos en el periodo 2016/17 de ese Patrimonio de la Corona, formado por propiedades urbanas y fincas agrícolas, que, según los medios, está valoradas en unos 12.000 millones de libras (13.600 millones de euros).
Las cuentas difundidas hoy revelan que la Reina gastó en el ejercicio fiscal 2016/17 42 millones de libras (47,7 millones de euros), dos millones más que en el periodo anterior, y uno de los mayores gastos fue instalar una puerta especial en una sección del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, por valor de 1,2 millones de libras (1,36 millones de euros).
El coste de los viajes llevados a cabo por los miembros de la familia real ascendió a 4,5 millones de libras (más de 5 millones de euros), y el más caro fue un viaje en el Ferrocarril Real realizado por el príncipe Carlos durante dos días al norte de Inglaterra en marzo, que salió por 46.038 libras (52.100 euros).
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El rey Guillermo Alejandro durante su ceremonia de coronación en 2013. Foto: RVD
La monarquía holandesa, al descubierto
25 abr. 2017
Belén C.Díaz- Aunque la opinión pública holandesa es mayoritariamente favorable a su familia real, no todo los vientos le soplan a favor: su limitado poder político se ha visto recortado en los últimos años mientras aumentaban las críticas sobre su elevado coste para el Estado. Poco antes de que Holanda se vista de naranja para celebrar el 50 aniversario de su rey, radiografiamos la salud de la monarquía holandesa y nos preguntamos: ¿es realmente tan popular como parece?
Más de 800.000 personas abarrotarán este jueves las calles de Ámsterdam para celebrar el cumpleaños del rey. Según cifras de la compañía de ferrocarriles NS, alrededor de un cuarto de millón se desplazarán a la capital desde otras ciudades y, pese a ello, todos los centros urbanos del país seguirán teñidos de naranja —el color que identifica a la familia real, Orange-Nassau— gracias a los atuendos de los miles de ciudadanos que saldrán a la calle a celebrar, como cada año, el cumpleaños de su rey. En esta ocasión, la efeméride es especial: Guillermo Alejandro de Holanda cumple 50 años y lo hace la misma semana en que se conmemoran los primeros cuatro años de su reinado.
Según la encuesta de popularidad de la monarquía holandesa de 2016 realizada por Ipsos para la cadena pública NOS, los holandeses valoran con un notable alto a los tres miembros visibles y activos con los que cuenta actualmente la institución: el rey Guillermo Alejandro (7,3), su madre la princesa Beatriz (7,4) y la reina Máxima, quien obtuvo la mejor nota (7,7). Según el mismo estudio, los holandeses están satisfechos con la labor del rey, y dos de cada tres aseguran confiar en Guillermo Alejandro como monarca. Pese a ello, dicho porcentaje se ha reducido en ocho puntos desde su primer año de reinado, descendiendo del 74% al 66%. También la monarquía, tradicionalmente considerada un símbolo nacional, ha ido perdiendo fuelle. Mientras el republicanismo en los Países Bajos se mantiene estable desde hace una década, con un apoyo del 17% de la población, sólo seis de cada diez encuestados en 2016 afirmaron querer que Holanda continuara siendo una monarquía, frente a los ocho de cada diez de 2013. Entonces, tres cuartas partes de los ciudadanos aseguraban preferir la monarquía frente a la república. Ahora, son solo dos de cada tres.
El príncipe Guillermo Alejandro en 1989 y la foto oficial de su enlace con Máxima Zorreguieta. Fotos: RVD
Un gobernante sin poder político
Los Países Bajos se fundaron en el siglo XVI sobre la figura del rey Guillermo de Orange y desde entonces, la Corona ha sido considerada símbolo de estabilidad e identidad nacional. Según la Constitución holandesa, “el rey es el cabeza de Estado y forma, junto a los ministros, el Gobierno de la nación”. Pero, en la práctica, el soberano carece de poder político y su participación en la gobernanza del país se limita principalmente a la firma de las leyes promulgadas por el Gobierno y a la lectura del discurso de apertura del curso político, en Prinsjesdag. Su principal labor como monarca son las tareas de representación dentro y fuera de las fronteras de Holanda, estableciendo y manteniendo contactos con agentes que puedan beneficiar a los intereses del país.
Antes de 2012, el soberano también ejercía de interlocutor entre los partidos para lograr la formación de Gobierno tras las elecciones pero, en marzo de aquel año, una iniciativa liderada por D66 alcanzó en la Segunda Cámara la mayoría suficiente para forzar el cambio del reglamento del Parlamento y, de esta forma, traspasar esa tarea a los diputados electos. De este modo, el monarca quedó fuera del juego político definitivamente.
El primer varón tras 127 años de reinas
Desde que en 1890 muriera el rey Guillermo III y, tres años después, el derecho al trono de mujeres y hombres en los Países Bajos fuera equiparado, cuatro mujeres han pasado reinado en el país: la regente Emma, la reina Wilhelmina, la reina Juliana y la reina Beatriz. Holanda es la única monarquía europea que ha sido gobernada ininterrumpidamente por reinas durante más de 100 años y eso, irremediablemente, imprime al reinado de Guillermo Alejandro un nuevo estilo.
El nuevo rey “es, a primera vista más jovial, más deportivo y más popular incluso que su madre”. Así lo definía días antes de su coronación el periodista holandés experto en realeza Piet van Asseldonk. Desde que la corona pasara a sus manos, el título de “majestad” —de uso obligatorio durante el reinado de Beatriz por expreso deseo de la reina— ha quedado en desuso. El propio rey afirmó que no se consideraba “un fetichista del protocolo” y, durante una entrevista televisada la víspera de su coronación, aseguró que prefería que la gente estuviera “a gusto cuando estoy con ellos y no que, por miedo a equivocarse con las palabras, no se atrevan a decir nada”. Un enfoque que los ciudadanos aprecian. Además, según la citada encuesta de opinión, valoran su neutralidad política, su cercanía y su jovialidad. Las palabras que los ciudadanos usaron más para definirlo fueron “humano” e “implicado, comprometido”. Y sólo uno de cada diez afirmó echar de menos a la reina emérita.
La familia real holandesa transmite una naturalidad que gusta a los holandeses. Fotos: RVD
Gaceta Holandesa ha consultado a una experta española en casas reales que ha preferido no identificarse, pero que ha querido apuntar otros motivos para explicar este cambio de estilo. “Las monarquías actuales no se pueden comparar con los reinados anteriores porque el mundo es distinto. Ahora mismo, la visualización de las familias reales, en tiempo real y a nivel mundial a través de las redes sociales, es única en la historia”. Eso, según ella, no sólo determina la manera de comportarse de los monarcas, sino que puede influir en los comportamientos de consumo de los ciudadanos. “Máxima tiene, por ejemplo, una influencia tremenda sobre la ropa que se va a poner al día siguiente la ciudadana de a pie”.
Carisma latino y lengua española en la Corte
El interés que despierta Máxima entre los holandeses es innegable. Habitual en las portadas de las revistas femeninas, el “Max-factor”, como ya lo han apodado algunos medios, tiene su traducción en números: 8 de cada 10 mujeres holandesas afirman aprobar su reinado. “Máxima es un activo para la monarquía. Es una persona que ha sido educada en una buena universidad, que ha vivido años en Nueva York, que conoce el mercado laboral. Su presencia refuerza la postura y el reinado de Guillermo y, además, le aporta alegría. El suyo es el reinado de la sonrisa”, asegura la experta española consultada por este medio.
El incuestionable carisma de la reina ha jugado un papel fundamental en la gestión de la mayor crisis que se ha vivido en el seno de la institución: el descubrimiento por parte de la opinión pública de los vínculos de su padre con la dictadura militar argentina de Videla. Este hecho, que obligó a los entonces príncipes a dejar fuera de su enlace al padre de la novia, podría haber marcado para siempre su reputación y su reinado. No lo hizo. ¿Por qué? “Porque Máxima lo aceptó y lo resolvió sin rencor, conciliando su nueva vida con los ciudadanos, sin hacerlos responsables de todo aquello”, asegura la experta en familias reales. “Y también por el esfuerzo tan grande de Máxima por acoplarse a la vida holandesa, a su comida, a su idioma...hay que recordar que en menos de un año ¡ya hablaba neerlandés!” apostilla.
Aunque el neerlandés no es el único idioma que se habla en palacio. Según afirmaba Francisco Javier Vallaure, embajador de España en los Países Bajos entre 2011 y 2014, en una entrevista al Diario de Mallorca, las princesas “hablan español perfectamente” porque han contado con “una nanny argentina, una abogada que Máxima se trajo de Buenos Aires”. En la misma entrevista, el diplomático afirmó que, en un encuentro con motivo de la fiesta navideña de San Nicolás, la reina bromeó con él respecto de la princesa Amalia y le dijo: “¿Has visto que bien habla español? Por la cuenta que le trae, que en Argentina tiene que hablarlo”. Fuentes consultadas por este medio han confirmado que tanto la heredera de la Corona holandesa como sus dos hermanas hablan español de forma fluida.
Las tres hijas de los reyes hablan en español con la familia materna.
Las polémicas en torno a la familia Orange
La principal crítica de los ciudadanos a la Corona es su coste. Más de la mitad de los holandeses consideran que la remuneración que recibe la pareja real, a pesar de considerar que “ostentan unas tareas pesadas”, es demasiado alta. El sueldo del rey Guillermo en 2017 será de 888.000 euros, un 2,5% mayor que el año anterior. También aumentarán los ingresos de la princesa y reina emérita Beatriz, que este año percibirá 502.000 euros, y de la reina Máxima, que recibirá 352.000 euros, cantidades libres de impuestos según marca el artículo 40 de la Constitución del país. En total, el Estado destinará este año 41,4 millones de euros a la Casa Real.
La holandesa es la segunda monarquía más cara de Europa, sólo superada por la británica, que en este ejercicio alcanza los 53 millones de euros. La más barata es la española, con 7,82 millones de euros presupuestados para 2017. Además, los Orange-Nassau acumulan un patrimonio personal de 330 millones de euros en forma de bienes, inmuebles y otros negocios, como el 3,5 por ciento de las acciones que ostentan de la petrolera holandesa Shell, lo que los convierte en la cuarta familia real más rica del continente.
Precisamente la gestión y procedencia de este cuantioso patrimonio ha sido la causa de varias de las polémicas que han protagonizado. La última, tras la venta en secreto de dos obras de arte de su colección privada que no fueron ofrecidas en primera instancia a los museos holandeses, y que podrían haber reportado varios millones de euros de ingresos. También se les ha criticado la presunta "compensación económica secreta" que recibe la Casa Real como devolución por los impuestos que pagan por sus gastos privados y que destapó la cadena RTL Nieuws; los 1,5 millones de euros anuales presupuestados para la princesa Amalia cuando alcance la mayoría de edad y que han puesto en guardia a la oposición; o el excesivo coste de manutención del lujoso yate de Beatriz de Holanda, El Dragón Verde. En 2007, antes de convertirse en reyes, la pareja real ya protagonizó una polémica económica al adquirir una villa de veraneo en Mozambique, tan lujosa, que le valió a Guillermo Alejandro los apodos en la prensa de “príncipe jet-set” o “el príncipe de los bienes inmuebles”. Ambos acabaron vendiendo la villa en 2009 y pidiendo disculpas públicamente.
A pesar de todo esto, y además de la reciente publicación de un libro que relata la infeliz vida de la emérita reina Juliana, o la recurrente polémica sobre la doble nacionalidad de la reina Máxima, que, pese a la presión de algunos partidos, no puede renunciar a la ciudadanía argentina porque las leyes de su país lo prohíben, la monarquía holandesa sigue gozando de buena salud. Las multitudinarias celebraciones que se esperan mañana son la mejor prueba de ello.
"No me gusta la monarquía pero celebro el Día del Rey"
Este año, el monarca celebrará su aniversario con una cena oficial en el Palacio de la plaza Dam de Ámsterdam a la que ha invitado a 150 holandeses que cumplen años el mismo día que él. ¿Cómo lo celebrarán el resto de ciudadanos?
“Me iré a entrenar con mi equipo ciclista y quizás me pase por el vrijmarkt de Utrecht y me tome unas cervezas. ¡Y si encuentro mi camiseta naranja, me la pondré!” asegura Mark, un freelance de 32 años que no le ve ninguna ventaja a tener una familia real. “Cuesta mucho dinero”, afirma. Lo mismo piensa Heiko, de 33 años, responsable de cuentas de una empresa tecnológica. “La monarquía está obsoleta. Está bien tener unas cuantas caras familiares para rellenar las ceremonias, pero no por 40 millones al año”. Él suele tomarse la jornada para quedar con los amigos, pasear por el mercadillo improvisado de los vecinos o descansar. Pero también hay quien aprovecha para irse de la ciudad, como Elsbeth, una profesora de inglés de 55 años que cree que la monarquía es “un sistema obsoleto y poco democrático”, pero se muestra favorable a la familia real holandesa porque “tampoco hacen daño, ya que no tienen poder real”. Su favorita: Máxima. “Le gusta a casi todos los holandeses”, asegura.
Caron (24 años, científica) espera con ganas la jornada porque “es un día muy festivo, en el que todo el mundo se viste de naranja y está contento”. La joven se muestra muy satisfecha con la familia real holandesa “porque son abiertos y parecen muy interesados en la gente del país”. Le parecen “muy divertidos” y le gusta que siempre apoyen a los equipos holandeses en las competiciones deportivas. En cambio, para Brigitta, secretaria de 57 años, lo mejor de la familia real holandesa es que “representa a Holanda tanto en el país como fuera y hace muy bien su trabajo, a pesar de las restricciones y de que todo el mundo les está siempre observando”. Ella también tiene planeado celebrar el Día del Rey paseando por las calles de De Bilt. El resto de ciudadanos del país, a favor o en contra de la monarquía, buscará su propia forma y motivación para hacerlo.
Los canales y las calles holandesas se tiñen de naranja en el Día del Rey. Fotos: Pixabay y Belén C.Díaz
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Los Reyes con la bailaora Sara Baras, el ministro Íñigo Méndez de Vigo y Carlos Espinosa de los Monteros, este martes, en la entrega de las credenciales de los nuevos «embajadores» de la Marca España - Belén Díaz
Mil días para construir una «Monarquía renovada»
Don Felipe celebró al aniversario con la reivindicación de la Marca España
Almudena Martínez-Fornés
@AlmudenaMF
Madrid
15/03/2017 09:03h
El Rey celebró este martes sus primeros mil días de reinado con un acto muy simbólico en el que entregó las acreditaciones a los nuevos embajadores de la Marca España, entre ellos el futbolista Andrés Iniesta y la bailaora Sara Baras.
Esa ceremonia, en la que el Rey hizo una reflexión sobre estos mil primeros días del reinado, ponía el broche final de una etapa en la que Don Felipe ha puesto los cimientos de la «Monarquía renovada para un tiempo nuevo» que el mismo anunció el día de su proclamación como Rey. Los momentos más importantes de estos mil días han sido los siguientes:
La Constitución, lo primero
Durante los diez meses de bloqueo político, en los que celebró cinco rondas de consultas con los políticos, Don Felipe recibió numerosas presiones por parte de los principales partidos que buscaban una interpretación de la Constitución favorable a sus intereses. No obstante, el Rey no cedió a las presiones y aplicó literalmente la Carta Magna. Además, estrenó dos dos artículos de la Carta Magna que no se habían aplicado en los 37 años que lleva el texto en vigor. Uno de ellos es el artículo 99.4, según el cual, el Rey debe hacer «sucesivas propuestas» cuando el primer candidato que proponga a presidente del Gobierno no sea investido, y el otro el 99.5, que obliga al Rey a disolver las Cortes y convocar elecciones, si ningún candidato obtiene la confianza del Congreso transcurridos dos meses desde la primera votación.
Respeto a la Justicia
Desde que se produjo el relevo en la Corona y hasta que la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca dictó la sentencia del caso Nóos, el pasado 17 de febrero, la Casa del Rey ha expresado su respeto absoluto a la independencia del poder judicial.
Presencia en Cataluña
A pesar del bloqueo político, que mantuvo al Rey prácticamente diez meses encerrado en el Palacio de La Zarzuela, Don Felipe ha mantenido su presencia habitual en Cataluña, que es la Comunidad autónoma con más actos de la Familia Real después de Madrid. Además, Don Felipe ha dirigido mensajes claros a los independentistas, como son los siguientes: «Que nadie construya muros con los sentimientos» y «la Constitución prevalecerá, que nadie lo dude».
Auditoría de las cuentas
La medida de transparencia más importante de cuantas ha adoptado el Rey ha sido el sometimiento voluntario de las cuentas de la Jefatura del Estado a la intervención pública por primera vez en su larga historia. La auditoría realizada en las cuentas de 2015 por la Intervención General de la Administración del Estado avaló que todos los ingresos y gastos eran correctos, así como la liquidación del presupuesto, que fue de 7,75 millones de euros.
Evitar nuevos casos Nóos
Una de las primeras decisiones que Don Felipe adoptó fue disponer que «los miembros de la Familia Real solamente podrán desarrollar, con carácter de exclusividad, actividades de naturaleza institucional». Es decir, que no podrán trabajar para empresas públicas ni privadas. Ello evitará que se produzcan nuevos casos Nóos.
Libertad para elegir símbolos religiosos
Don Felipe estableció que quienes juren o prometan sus cargos ante el Rey puedan elegir libremente si quieren hacerlo en presencia de un crucifijo y una Biblia, como ha ocurrido hasta ahora, o si solo quieren hacerlo ante la Constitución, que debe estar presente en todos los casos. Hasta ahora, ninguna de las personas que ha jurado o prometido ante el Rey ha querido prescindir de los símbolos religiosos.
Regalos a la Familia Real
El nuevo Rey aplicó un nuevo régimen de regalos, según el cual los miembros de la Familia Real no aceptarán para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni aceptarán favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. También distingue entre regalos personales e institucionales, y establece que los obsequios que tengan carácter institucional serán incorporados a Patrimonio Nacional,
Código de conducta exigente
El nuevo código de conducta impuesto por Don Felipe al personal de Zarzuela establece que debe ser ejemplar en el desarrollo de su trabajo, pero también en el cumplimiento de sus obligaciones como ciudadano. Debe ser neutral, respetuoso e imparcial. Tiene que evitar conductas que puedan afectar al prestigio de la Casa. Rechazará el trato de favor y sólo podrá aceptar regalos de cortesía. Sabrá guardar secretos y mantener la discreción. No utilizará la información privilegiada, administrará los recursos con austeridad y protegerá el medio ambiente.
Bajada de sueldo
El primer año que gestionó el presupuesto de su Casa, 2015, el Rey se bajó el sueldo un 20 por ciento, respecto al que cobraba don Juan Carlos cuando era el Jefe de Estado. Al año siguiente, 2016, aplicó la subida del 1 por ciento correspondiente a todos los trabajadores públicos. De esta manera, Don Felipe percibe 236.544 euros brutos, la Reina, 130.092; Don Juan Carlos, 189.228, y Doña Sofía, 106.452. Solo los cuatro Reyes perciben retribuciones de los presupuestos. Ni la Princesa Leonor ni la Infanta Sofía, obviamente, reciben cantidad alguna. Tampoco los demás familiares del Rey.
Nuevos colectivos
Don Felipe y doña Letizia han incluido en los actos de la Corona a nuevos colectivos de la sociedad, como el de gays y lesbianas, que hasta ahora no eran invitados como grupo a las ceremonias oficiales.
Revocación del Ducado de Palma
Cuando aún no había cumplido el primer año de reinado, Don Felipe decidió revocar el título de Duquesa de Palma de Mallorca, que el Rey Don Juan Carlos había concedido a la Infanta Doña Cristina el 26 de septiembre de 1997 con motivo de su enlace matrimonial con Iñaki Urdangarin. La revocación fue una decisión personal de Don Felipe, ya que el Rey es la única persona que tiene capacidad para conceder o revocar títulos nobiliarios, y tuvo que ser ratificada por el Gobierno mediante un real decreto.
Toisón de Oro para la Princesa
Don Felipe, que no ha concedido hasta ahora ningún título nobiliario, quiso que su primer reconocimiento fuera para su hija mayor, la Princesa de Asturias, y el día que Leonor cumplió diez años le otorgó la más alta condecoración que el Rey puede conceder, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Se trata de un reconocimiento simbólico, sin privilegios más allá de los protocolarios, que en el caso de la Princesa Leonor obedece a razones de tradición y continuidad y al deseo de ir institucionalizando progresivamente la figura de la Princesa de Asturias como Heredera de la Corona.
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El rey de Bélgica regala 200 euros a 769 ciudadanos
La Casa Real ha donado 154.000 euros entre aquellos que enviaron cartas pidiendo una ayuda económica
ÁLVARO SÁNCHEZ
Bruselas 15 ENE 2017 - 01:22 CET
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación.
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación. DIRK WAEM AFP
La generosidad real está en máximos históricos en Bélgica. El rey Felipe concedió el pasado año ayudas de 200 euros a 769 ciudadanos con problemas financieros que escribieron una carta explicando su precaria situación, más que nunca antes. En total suman 154.000 euros que salen de los fondos de una fundación creada en los años sesenta por la ya fallecida reina Fabiola para apoyar a los más desfavorecidos a partir de los regalos que recibió con motivo de su matrimonio con el rey Balduino. La selección de los que reciben la donación no se deja al azar: los servicios sociales investigan las solicitudes que les remiten desde Palacio para comprobar que realmente la necesidad existe y no se trata de un intento de engrosar la cuenta corriente aprovechando el altruismo de su Majestad.
Cada año el buzón de la Casa Real recibe multitud de cartas en las que se detallan problemas económicos y piden al monarca ayuda para afrontar gastos tan básicos como la atención médica, el alojamiento, la matrícula del colegio o el pago de la calefacción. En los últimos años la cifra de misivas en busca de la caridad real se ha estabilizado en torno a las 11.000 cartas después de un espectacular aumento en los años más cruentos de la crisis, pero tras la criba, menos del 10% de solicitantes acaba con el cheque en sus manos. El resto no recibe dinero pero quedan en el radar de los servicios sociales.
El crecimiento de las ayudas después de dos años a la baja no solo se debe a una mayor sensibilización con las dificultades de sus conciudadanos. La propia Casa Real belga ha indicado que las cartas que se recibieron en diciembre de 2015 no pudieron tramitarse hasta el pasado año, lo que explica en parte que la cifra sea mayor que en otros ejercicios. Un repaso por la evolución de la ayuda muestra como en 2006 fueron 242 las familias beneficiarias, 450 en 2010, 650 en 2012 y 2013 —el primero en que reinó Felipe tras la abdicación de su padre, Alberto II—, hasta el pico de las 769 de 2016.
Aunque según su equipo, el rey lee algunas de las cartas personalmente para tomar el pulso de lo que sucede en la calle, dada su cargada agenda es la secretaría de la Casa Real la que se encarga de abrir el aluvión de correspondencia que recibe. Cada mañana, los servicios de seguridad comprueban que no escondan ninguna amenaza antes de que sean clasificadas. La familiaridad con que los belgas tratan al monarca es palpable en los dibujos que le regalan los niños, las flores que recibe y en un dato: cada año llegan a su nombre y al de su familia en torno a 50.000 correos de ciudadanos —una media de 137 diarios— de los que solo los citados 11.000 contienen peticiones de ayuda económica. El resto escribe para contarle algún suceso personal como un divorcio delicado, mencionar un cumpleaños o denunciar algún abuso.
El rey no responde personalmente a los que le escriben y delega esa función en otros, lo que en ocasiones provoca la frustración y el enfado de los que se dirigen a él como a un confidente. Pero a veces las cartas logran su objetivo: Alberto II, padre del actual rey, llegó a hablar con ministros para solucionar problemas que le parecieron especialmente graves. En su web, la Casa Real indica claramente dónde remitir el correo y aunque se aceptan todas las cartas, concreta el trato correcto con el que deben dirigirse a su interlocutor: "A su Majestad el Rey / Su Majestad la Reina / Sus Majestades el Rey y la Reina". Para muchos de sus compatriotas, esa fórmula es solo el protocolo que antecede a un relato cargado de angustia del que no esperan más recompensa que los preciados 200 euros.
UNA MONARQUÍA DE 35 MILLONES AL AÑO
El coste de la Casa Real belga para las arcas públicas superará este año los 35 millones de euros, de los que gran parte se empleará en la seguridad de sus miembros. El presupuesto asignado al rey Felipe es de 11,8 millones 193.000 euros más que en el ejercicio anterior. La mayor parte lo emplea en pagar al personal, y la cantidad solo empezó a estar sujeta al pago de impuestos desde 2013. La monarquía británica es la más cara de Europa, mientras que el presupuesto de la Casa del Rey en España es de 7,7 millones de euros.
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Críticas por el salario de la heredera
Polémica en la monarquía holandesa por el elevado salario de la heredera
La familia real de Holanda.
Cuando Amalia cumpla 18 años recibirá una paga anual de 1,5 millones de euros. Los políticos del país creen que es una cantidad exageradaEl rey Guillermo de Holanda, padrino del "otro" príncipe de Asturias
IMANE RACHIDILa Haya@Imanerachidi
06/11/2016 05:46Sus majestades holandeses viven como reyes y eso está inquietando a los contribuyentes. Los Orange se sitúan entre las monarquías más caras de Europa: 40 millones de euros al año, sin contar los gastos extra y de seguridad que se invierten en cada uno de sus miembros. El Parlamento exige ponerle coto a todos esos gastos, y más teniendo a la vuelta de la esquina el 18 cumpleaños de la princesa Amalia (12). Cuando la heredera del trono cumpla la mayoría de edad, en diciembre de 2021, las arcas del Estado deben tener lista su nueva asignación anual de 1,5 millones de euros, a repartir entre sus gastos y los de su personal, explica a LOC una fuente de la Casa Real. Esto significa que recibirá unos 4.000 euros al día. Su sueldo directo, un cuarto de millón de euros anuales, será 10 veces el del primer ministro y casi la cuarta parte del sueldo de su padre, el rey Guillermo Alejandro (49). El jefe del Gobierno, Mark Rutte, está de parte de la princesa en todo este escándalo financiero. Su última palabra al Parlamento: "Los ingresos de la familia real se han acordado por unanimidad hace años. Punto". La fuente añade que mientras los reyes y príncipes no puedan trabajar en otras cosas, deben ser totalmente independientes. Y lo son. La monarquía holandesa es de las mejor pagadas de Europa. Se necesita el apoyo de dos tercios del Congreso y del Senado para aprobar la enmienda constitucional y bajarle el sueldo previsto a la princesa. Según los cálculos, ella dispondrá de un presupuesto de 1,2 millones de euros para pagar sueldos de su personal, además de su propio salario, que será de 263.000 euros al año. "Demasiado dinero para una estudiante", opinan los diputados de izquierdas. Por eso piden cambios en la política vigente. En el momento en el que la princesa ronde la treintena, edad en la que se espera que ascienda al trono, ya habrá recibido decenas de millones de euros en pagos estatales. Su abuela Beatriz se hizo reina a los 42 años, y abdicó en su hijo cuando él tenía 46. Poco antes de hacerlo, la revista Forbes fijó su fortuna en 180 millones de euros, situándose como la tercera monarca más rica de Europa, tras la reina Isabel de Inglaterra y el duque de Liechtenstein. Se hallaba entre las 15 cabezas coronadas más ricas del mundo."A la princesa hay que cuidarla, es la futura reina de este país", incide la fuente monárquica, que además recuerda detalles de seguridad "caros, pero necesarios": las tres hijas del rey nunca pueden viajar juntas en un mismo avión, cada una debe hacerlo por separado, para que en caso de tragedia en algún aparato, no toda la "línea de sucesión" pueda ser víctima. Y eso es inversión. Los más reformistas abogan por aplicar a la familia real la Ley WNT, una norma que restringe la remuneración de los funcionarios del sector público a 181.000 euros brutos para el 2017.La reina Máxima (45) ha intentado zanjar este asunto en una entrevista. "Mis tres hijas tienen cuentas propias y son ávidas ahorradoras", especificó. Cuando quieren algo, ella les incita a comprar con su propio dinero "si tanto lo necesitan". Vamos, que su hija necesitará el millón y medio porque "no es una derrochadora". Por ahora, su alteza Amalia es una estudiante más de una escuela católica de La Haya y, al igual que sus amigos, recibe una simbólica paga semanal. Cuando cumpla los 18, varios aspectos de su vida pasarán a manos del Parlamento que, por ejemplo, debe dar el visto bueno a quien robe el corazón de la futura reina de los Países Bajos. Si se casara sin la aprobación parlamentaria, perdería automáticamente su reino, que pasará a manos de su hermana.
Pero los escándalos no se quedan ahí. El Parlamento discute las cuentas de los demás miembros de la monarquía y los impuestos que no pagan por sus donaciones, regalos y herencias dado que los exime la ley como trato de favor. Su salario libre de impuestos supera los ocho millones de euros anuales. Pero no tienen carta blanca para todo: unos cuadros vendidos entre 2012 y 2014 en secreto les están dando unos cuantos dolores de cabeza después de la filtración del acuerdo de venta. Se trata de unas obras de arte heredadas de su majestad Juliana, entre las que se encuentra Incendio en el bosque, del indonesio Raden Saleh. Los 14 nietos de Juliana tendrían que haber ofrecido primero los cuadros a un museo, según las normas vigentes. El primer ministro, Mark Rutte, también afronta la polémica por la secreta y "generosa compensación económica" que recibe la Casa Real como devolución por los impuestos que pagan por sus gastos privados. El acuerdo fiscal se remonta a los años 70, pero nadie conocía su existencia, salvo los beneficiarios y los documentos guardados en el Archivo Nacional. Rutte, al que "no le consta", prometió una investigación en medio de la presión.El Parlamento pide transparencia por el bien de la supervivencia de la monarquía. "Siempre que hay un escándalo sobre la realeza, el primer ministro crea una cortina de humo", lamentó el diputado socialista Ronald van Raak. La tradicional Casa Real de los Países Bajos se tambalea en un país donde los monárquicos más fervientes, y los que no lo son tanto, salen el 27 de abril a las calles vestidos de naranja para celebrar el cumpleaños de su rey por todo lo alto. Pero si para la monarquía, ser multimillonario prima sobre su función de representar al pueblo, temen algunos, el 7 de diciembre, cumpleaños de Amalia, quizás ya no llegue a ser motivo de tanta fiesta.
Fuente
Indignación en Holanda al trascender cuánto cobrará la hija de Máxima cuando cumpla 18 años
Amalia de 12 años, la más grande las tres hijas de los reyes, cobrará por día 5 mil euros cuando alcance la mayoría de edad.
6 de noviembre de 2016
Los holandeses se indignaron al tomar conocimiento de que su dinastía es una de las tres monarquías más caras de Europa para los ciudadanos, costándoles un total de 45 millones de dólares anuales (sin contar gastos extra y de seguridad). La consternación aumentó cuando trascendió que al cumplir 18 años, Amalia de 12, tendrá un sueldo de 1.670.000 dólares anuales.
No es la primera vez que la sociedad holandesa se escandaliza de sus reyes, un par de años atrás, Guillermo y Máxima se vieron involucrados en una dudosa compra de propiedades en África, también estuvieron en problemas por una villa de vacaciones adquirida en Grecia y hace pocos días volvieron a estar en boca de todos cuando se dijo que vendieron obras de arte que pertenecían al Estado.
Además, casi dos semanas atrás, los holandeses tuvieron conocimiento de que la familia real no paga impuestos desde hace más de 40 años debido a un acuerdo. El mismo se basa en el aumento de sus sueldos por la misma cifra que los impuestos, por eso, si bien técnicamente sí los pagaron, mantuvieron sus ingresos intactos.
En diciembre de 2021, Amalia cumplirá la mayoría de edad y tendrá un sueldo millonario de 1.670.000 dólares anuales.
El jefe de Gobierno holandés, Mark Rutte, afirmó que “los ingresos de la familia real se han acordado por unanimidad hace años. Punto”. Por lo que dejó en claro que aunque la cifra sea cuestionada por los holandeses, será muy difícil que haya modificaciones.
Sin embargo, aunque muchos crean que las princesas de Holanda lleven una vida envidiable, tienen muchas limitaciones debido a su rol.
Cuando Amalia tenga 30 años se espera que ascienda al trono y, si bien tendrá una fortuna considerable, no podrá casarse con quien ella lo deseé. Inevitablemente, el futuro marido de la pequeña tendrá que contar con la aceptación del Parlamento. Y en el caso de que deseé casarse de todos modos sin tener el “visto bueno” de ellos, perderá automáticamente su reino.
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Una compilación de soberanos
EFELondres27 jun. 2017
La reina Isabel II de Inglaterra. EFE/Archivo
La reina Isabel II verá aumentados un 8 % hasta 82,2 millones de libras (93,5 millones de euros) los ingresos que recibe del Estado británico para el ejercicio de sus funciones en 2018/19, según las cuentas de palacio difundidas hoy.
La soberana podrá gozar de ese incremento debido a que el llamado Patrimonio de la Corona, que gestiona el Estado para beneficio de la nación, generó en el año fiscal 2016/17 ingresos por 328,8 millones de libras (373 millones de euros), 24,7 millones de libras (28 millones de euros) más que en el periodo anterior.
El Patrimonio de la Corona es el conjunto de propiedades inmobiliarias que pertenecen a la Casa Real pero que, desde 1760, gestiona el Tesoro británico, a cambio de destinar anualmente una dotación al monarca de turno para el mantenimiento de sus palacios y el desarrollo de sus labores.
Según la contabilidad palaciega, en el próximo año fiscal Isabel II recibirá el 25 % de los ingresos obtenidos en el periodo 2016/17 de ese Patrimonio de la Corona, formado por propiedades urbanas y fincas agrícolas, que, según los medios, está valoradas en unos 12.000 millones de libras (13.600 millones de euros).
Las cuentas difundidas hoy revelan que la Reina gastó en el ejercicio fiscal 2016/17 42 millones de libras (47,7 millones de euros), dos millones más que en el periodo anterior, y uno de los mayores gastos fue instalar una puerta especial en una sección del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, por valor de 1,2 millones de libras (1,36 millones de euros).
El coste de los viajes llevados a cabo por los miembros de la familia real ascendió a 4,5 millones de libras (más de 5 millones de euros), y el más caro fue un viaje en el Ferrocarril Real realizado por el príncipe Carlos durante dos días al norte de Inglaterra en marzo, que salió por 46.038 libras (52.100 euros).
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El rey Guillermo Alejandro durante su ceremonia de coronación en 2013. Foto: RVD
La monarquía holandesa, al descubierto
25 abr. 2017
Belén C.Díaz- Aunque la opinión pública holandesa es mayoritariamente favorable a su familia real, no todo los vientos le soplan a favor: su limitado poder político se ha visto recortado en los últimos años mientras aumentaban las críticas sobre su elevado coste para el Estado. Poco antes de que Holanda se vista de naranja para celebrar el 50 aniversario de su rey, radiografiamos la salud de la monarquía holandesa y nos preguntamos: ¿es realmente tan popular como parece?
Más de 800.000 personas abarrotarán este jueves las calles de Ámsterdam para celebrar el cumpleaños del rey. Según cifras de la compañía de ferrocarriles NS, alrededor de un cuarto de millón se desplazarán a la capital desde otras ciudades y, pese a ello, todos los centros urbanos del país seguirán teñidos de naranja —el color que identifica a la familia real, Orange-Nassau— gracias a los atuendos de los miles de ciudadanos que saldrán a la calle a celebrar, como cada año, el cumpleaños de su rey. En esta ocasión, la efeméride es especial: Guillermo Alejandro de Holanda cumple 50 años y lo hace la misma semana en que se conmemoran los primeros cuatro años de su reinado.
Según la encuesta de popularidad de la monarquía holandesa de 2016 realizada por Ipsos para la cadena pública NOS, los holandeses valoran con un notable alto a los tres miembros visibles y activos con los que cuenta actualmente la institución: el rey Guillermo Alejandro (7,3), su madre la princesa Beatriz (7,4) y la reina Máxima, quien obtuvo la mejor nota (7,7). Según el mismo estudio, los holandeses están satisfechos con la labor del rey, y dos de cada tres aseguran confiar en Guillermo Alejandro como monarca. Pese a ello, dicho porcentaje se ha reducido en ocho puntos desde su primer año de reinado, descendiendo del 74% al 66%. También la monarquía, tradicionalmente considerada un símbolo nacional, ha ido perdiendo fuelle. Mientras el republicanismo en los Países Bajos se mantiene estable desde hace una década, con un apoyo del 17% de la población, sólo seis de cada diez encuestados en 2016 afirmaron querer que Holanda continuara siendo una monarquía, frente a los ocho de cada diez de 2013. Entonces, tres cuartas partes de los ciudadanos aseguraban preferir la monarquía frente a la república. Ahora, son solo dos de cada tres.
El príncipe Guillermo Alejandro en 1989 y la foto oficial de su enlace con Máxima Zorreguieta. Fotos: RVD
Un gobernante sin poder político
Los Países Bajos se fundaron en el siglo XVI sobre la figura del rey Guillermo de Orange y desde entonces, la Corona ha sido considerada símbolo de estabilidad e identidad nacional. Según la Constitución holandesa, “el rey es el cabeza de Estado y forma, junto a los ministros, el Gobierno de la nación”. Pero, en la práctica, el soberano carece de poder político y su participación en la gobernanza del país se limita principalmente a la firma de las leyes promulgadas por el Gobierno y a la lectura del discurso de apertura del curso político, en Prinsjesdag. Su principal labor como monarca son las tareas de representación dentro y fuera de las fronteras de Holanda, estableciendo y manteniendo contactos con agentes que puedan beneficiar a los intereses del país.
Antes de 2012, el soberano también ejercía de interlocutor entre los partidos para lograr la formación de Gobierno tras las elecciones pero, en marzo de aquel año, una iniciativa liderada por D66 alcanzó en la Segunda Cámara la mayoría suficiente para forzar el cambio del reglamento del Parlamento y, de esta forma, traspasar esa tarea a los diputados electos. De este modo, el monarca quedó fuera del juego político definitivamente.
El primer varón tras 127 años de reinas
Desde que en 1890 muriera el rey Guillermo III y, tres años después, el derecho al trono de mujeres y hombres en los Países Bajos fuera equiparado, cuatro mujeres han pasado reinado en el país: la regente Emma, la reina Wilhelmina, la reina Juliana y la reina Beatriz. Holanda es la única monarquía europea que ha sido gobernada ininterrumpidamente por reinas durante más de 100 años y eso, irremediablemente, imprime al reinado de Guillermo Alejandro un nuevo estilo.
El nuevo rey “es, a primera vista más jovial, más deportivo y más popular incluso que su madre”. Así lo definía días antes de su coronación el periodista holandés experto en realeza Piet van Asseldonk. Desde que la corona pasara a sus manos, el título de “majestad” —de uso obligatorio durante el reinado de Beatriz por expreso deseo de la reina— ha quedado en desuso. El propio rey afirmó que no se consideraba “un fetichista del protocolo” y, durante una entrevista televisada la víspera de su coronación, aseguró que prefería que la gente estuviera “a gusto cuando estoy con ellos y no que, por miedo a equivocarse con las palabras, no se atrevan a decir nada”. Un enfoque que los ciudadanos aprecian. Además, según la citada encuesta de opinión, valoran su neutralidad política, su cercanía y su jovialidad. Las palabras que los ciudadanos usaron más para definirlo fueron “humano” e “implicado, comprometido”. Y sólo uno de cada diez afirmó echar de menos a la reina emérita.
La familia real holandesa transmite una naturalidad que gusta a los holandeses. Fotos: RVD
Gaceta Holandesa ha consultado a una experta española en casas reales que ha preferido no identificarse, pero que ha querido apuntar otros motivos para explicar este cambio de estilo. “Las monarquías actuales no se pueden comparar con los reinados anteriores porque el mundo es distinto. Ahora mismo, la visualización de las familias reales, en tiempo real y a nivel mundial a través de las redes sociales, es única en la historia”. Eso, según ella, no sólo determina la manera de comportarse de los monarcas, sino que puede influir en los comportamientos de consumo de los ciudadanos. “Máxima tiene, por ejemplo, una influencia tremenda sobre la ropa que se va a poner al día siguiente la ciudadana de a pie”.
Carisma latino y lengua española en la Corte
El interés que despierta Máxima entre los holandeses es innegable. Habitual en las portadas de las revistas femeninas, el “Max-factor”, como ya lo han apodado algunos medios, tiene su traducción en números: 8 de cada 10 mujeres holandesas afirman aprobar su reinado. “Máxima es un activo para la monarquía. Es una persona que ha sido educada en una buena universidad, que ha vivido años en Nueva York, que conoce el mercado laboral. Su presencia refuerza la postura y el reinado de Guillermo y, además, le aporta alegría. El suyo es el reinado de la sonrisa”, asegura la experta española consultada por este medio.
El incuestionable carisma de la reina ha jugado un papel fundamental en la gestión de la mayor crisis que se ha vivido en el seno de la institución: el descubrimiento por parte de la opinión pública de los vínculos de su padre con la dictadura militar argentina de Videla. Este hecho, que obligó a los entonces príncipes a dejar fuera de su enlace al padre de la novia, podría haber marcado para siempre su reputación y su reinado. No lo hizo. ¿Por qué? “Porque Máxima lo aceptó y lo resolvió sin rencor, conciliando su nueva vida con los ciudadanos, sin hacerlos responsables de todo aquello”, asegura la experta en familias reales. “Y también por el esfuerzo tan grande de Máxima por acoplarse a la vida holandesa, a su comida, a su idioma...hay que recordar que en menos de un año ¡ya hablaba neerlandés!” apostilla.
Aunque el neerlandés no es el único idioma que se habla en palacio. Según afirmaba Francisco Javier Vallaure, embajador de España en los Países Bajos entre 2011 y 2014, en una entrevista al Diario de Mallorca, las princesas “hablan español perfectamente” porque han contado con “una nanny argentina, una abogada que Máxima se trajo de Buenos Aires”. En la misma entrevista, el diplomático afirmó que, en un encuentro con motivo de la fiesta navideña de San Nicolás, la reina bromeó con él respecto de la princesa Amalia y le dijo: “¿Has visto que bien habla español? Por la cuenta que le trae, que en Argentina tiene que hablarlo”. Fuentes consultadas por este medio han confirmado que tanto la heredera de la Corona holandesa como sus dos hermanas hablan español de forma fluida.
Las tres hijas de los reyes hablan en español con la familia materna.
Las polémicas en torno a la familia Orange
La principal crítica de los ciudadanos a la Corona es su coste. Más de la mitad de los holandeses consideran que la remuneración que recibe la pareja real, a pesar de considerar que “ostentan unas tareas pesadas”, es demasiado alta. El sueldo del rey Guillermo en 2017 será de 888.000 euros, un 2,5% mayor que el año anterior. También aumentarán los ingresos de la princesa y reina emérita Beatriz, que este año percibirá 502.000 euros, y de la reina Máxima, que recibirá 352.000 euros, cantidades libres de impuestos según marca el artículo 40 de la Constitución del país. En total, el Estado destinará este año 41,4 millones de euros a la Casa Real.
La holandesa es la segunda monarquía más cara de Europa, sólo superada por la británica, que en este ejercicio alcanza los 53 millones de euros. La más barata es la española, con 7,82 millones de euros presupuestados para 2017. Además, los Orange-Nassau acumulan un patrimonio personal de 330 millones de euros en forma de bienes, inmuebles y otros negocios, como el 3,5 por ciento de las acciones que ostentan de la petrolera holandesa Shell, lo que los convierte en la cuarta familia real más rica del continente.
Precisamente la gestión y procedencia de este cuantioso patrimonio ha sido la causa de varias de las polémicas que han protagonizado. La última, tras la venta en secreto de dos obras de arte de su colección privada que no fueron ofrecidas en primera instancia a los museos holandeses, y que podrían haber reportado varios millones de euros de ingresos. También se les ha criticado la presunta "compensación económica secreta" que recibe la Casa Real como devolución por los impuestos que pagan por sus gastos privados y que destapó la cadena RTL Nieuws; los 1,5 millones de euros anuales presupuestados para la princesa Amalia cuando alcance la mayoría de edad y que han puesto en guardia a la oposición; o el excesivo coste de manutención del lujoso yate de Beatriz de Holanda, El Dragón Verde. En 2007, antes de convertirse en reyes, la pareja real ya protagonizó una polémica económica al adquirir una villa de veraneo en Mozambique, tan lujosa, que le valió a Guillermo Alejandro los apodos en la prensa de “príncipe jet-set” o “el príncipe de los bienes inmuebles”. Ambos acabaron vendiendo la villa en 2009 y pidiendo disculpas públicamente.
A pesar de todo esto, y además de la reciente publicación de un libro que relata la infeliz vida de la emérita reina Juliana, o la recurrente polémica sobre la doble nacionalidad de la reina Máxima, que, pese a la presión de algunos partidos, no puede renunciar a la ciudadanía argentina porque las leyes de su país lo prohíben, la monarquía holandesa sigue gozando de buena salud. Las multitudinarias celebraciones que se esperan mañana son la mejor prueba de ello.
"No me gusta la monarquía pero celebro el Día del Rey"
Este año, el monarca celebrará su aniversario con una cena oficial en el Palacio de la plaza Dam de Ámsterdam a la que ha invitado a 150 holandeses que cumplen años el mismo día que él. ¿Cómo lo celebrarán el resto de ciudadanos?
“Me iré a entrenar con mi equipo ciclista y quizás me pase por el vrijmarkt de Utrecht y me tome unas cervezas. ¡Y si encuentro mi camiseta naranja, me la pondré!” asegura Mark, un freelance de 32 años que no le ve ninguna ventaja a tener una familia real. “Cuesta mucho dinero”, afirma. Lo mismo piensa Heiko, de 33 años, responsable de cuentas de una empresa tecnológica. “La monarquía está obsoleta. Está bien tener unas cuantas caras familiares para rellenar las ceremonias, pero no por 40 millones al año”. Él suele tomarse la jornada para quedar con los amigos, pasear por el mercadillo improvisado de los vecinos o descansar. Pero también hay quien aprovecha para irse de la ciudad, como Elsbeth, una profesora de inglés de 55 años que cree que la monarquía es “un sistema obsoleto y poco democrático”, pero se muestra favorable a la familia real holandesa porque “tampoco hacen daño, ya que no tienen poder real”. Su favorita: Máxima. “Le gusta a casi todos los holandeses”, asegura.
Caron (24 años, científica) espera con ganas la jornada porque “es un día muy festivo, en el que todo el mundo se viste de naranja y está contento”. La joven se muestra muy satisfecha con la familia real holandesa “porque son abiertos y parecen muy interesados en la gente del país”. Le parecen “muy divertidos” y le gusta que siempre apoyen a los equipos holandeses en las competiciones deportivas. En cambio, para Brigitta, secretaria de 57 años, lo mejor de la familia real holandesa es que “representa a Holanda tanto en el país como fuera y hace muy bien su trabajo, a pesar de las restricciones y de que todo el mundo les está siempre observando”. Ella también tiene planeado celebrar el Día del Rey paseando por las calles de De Bilt. El resto de ciudadanos del país, a favor o en contra de la monarquía, buscará su propia forma y motivación para hacerlo.
Los canales y las calles holandesas se tiñen de naranja en el Día del Rey. Fotos: Pixabay y Belén C.Díaz
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Los Reyes con la bailaora Sara Baras, el ministro Íñigo Méndez de Vigo y Carlos Espinosa de los Monteros, este martes, en la entrega de las credenciales de los nuevos «embajadores» de la Marca España - Belén Díaz
Mil días para construir una «Monarquía renovada»
Don Felipe celebró al aniversario con la reivindicación de la Marca España
Almudena Martínez-Fornés
@AlmudenaMF
Madrid
15/03/2017 09:03h
El Rey celebró este martes sus primeros mil días de reinado con un acto muy simbólico en el que entregó las acreditaciones a los nuevos embajadores de la Marca España, entre ellos el futbolista Andrés Iniesta y la bailaora Sara Baras.
Esa ceremonia, en la que el Rey hizo una reflexión sobre estos mil primeros días del reinado, ponía el broche final de una etapa en la que Don Felipe ha puesto los cimientos de la «Monarquía renovada para un tiempo nuevo» que el mismo anunció el día de su proclamación como Rey. Los momentos más importantes de estos mil días han sido los siguientes:
La Constitución, lo primero
Durante los diez meses de bloqueo político, en los que celebró cinco rondas de consultas con los políticos, Don Felipe recibió numerosas presiones por parte de los principales partidos que buscaban una interpretación de la Constitución favorable a sus intereses. No obstante, el Rey no cedió a las presiones y aplicó literalmente la Carta Magna. Además, estrenó dos dos artículos de la Carta Magna que no se habían aplicado en los 37 años que lleva el texto en vigor. Uno de ellos es el artículo 99.4, según el cual, el Rey debe hacer «sucesivas propuestas» cuando el primer candidato que proponga a presidente del Gobierno no sea investido, y el otro el 99.5, que obliga al Rey a disolver las Cortes y convocar elecciones, si ningún candidato obtiene la confianza del Congreso transcurridos dos meses desde la primera votación.
Respeto a la Justicia
Desde que se produjo el relevo en la Corona y hasta que la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca dictó la sentencia del caso Nóos, el pasado 17 de febrero, la Casa del Rey ha expresado su respeto absoluto a la independencia del poder judicial.
Presencia en Cataluña
A pesar del bloqueo político, que mantuvo al Rey prácticamente diez meses encerrado en el Palacio de La Zarzuela, Don Felipe ha mantenido su presencia habitual en Cataluña, que es la Comunidad autónoma con más actos de la Familia Real después de Madrid. Además, Don Felipe ha dirigido mensajes claros a los independentistas, como son los siguientes: «Que nadie construya muros con los sentimientos» y «la Constitución prevalecerá, que nadie lo dude».
Auditoría de las cuentas
La medida de transparencia más importante de cuantas ha adoptado el Rey ha sido el sometimiento voluntario de las cuentas de la Jefatura del Estado a la intervención pública por primera vez en su larga historia. La auditoría realizada en las cuentas de 2015 por la Intervención General de la Administración del Estado avaló que todos los ingresos y gastos eran correctos, así como la liquidación del presupuesto, que fue de 7,75 millones de euros.
Evitar nuevos casos Nóos
Una de las primeras decisiones que Don Felipe adoptó fue disponer que «los miembros de la Familia Real solamente podrán desarrollar, con carácter de exclusividad, actividades de naturaleza institucional». Es decir, que no podrán trabajar para empresas públicas ni privadas. Ello evitará que se produzcan nuevos casos Nóos.
Libertad para elegir símbolos religiosos
Don Felipe estableció que quienes juren o prometan sus cargos ante el Rey puedan elegir libremente si quieren hacerlo en presencia de un crucifijo y una Biblia, como ha ocurrido hasta ahora, o si solo quieren hacerlo ante la Constitución, que debe estar presente en todos los casos. Hasta ahora, ninguna de las personas que ha jurado o prometido ante el Rey ha querido prescindir de los símbolos religiosos.
Regalos a la Familia Real
El nuevo Rey aplicó un nuevo régimen de regalos, según el cual los miembros de la Familia Real no aceptarán para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni aceptarán favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones. También distingue entre regalos personales e institucionales, y establece que los obsequios que tengan carácter institucional serán incorporados a Patrimonio Nacional,
Código de conducta exigente
El nuevo código de conducta impuesto por Don Felipe al personal de Zarzuela establece que debe ser ejemplar en el desarrollo de su trabajo, pero también en el cumplimiento de sus obligaciones como ciudadano. Debe ser neutral, respetuoso e imparcial. Tiene que evitar conductas que puedan afectar al prestigio de la Casa. Rechazará el trato de favor y sólo podrá aceptar regalos de cortesía. Sabrá guardar secretos y mantener la discreción. No utilizará la información privilegiada, administrará los recursos con austeridad y protegerá el medio ambiente.
Bajada de sueldo
El primer año que gestionó el presupuesto de su Casa, 2015, el Rey se bajó el sueldo un 20 por ciento, respecto al que cobraba don Juan Carlos cuando era el Jefe de Estado. Al año siguiente, 2016, aplicó la subida del 1 por ciento correspondiente a todos los trabajadores públicos. De esta manera, Don Felipe percibe 236.544 euros brutos, la Reina, 130.092; Don Juan Carlos, 189.228, y Doña Sofía, 106.452. Solo los cuatro Reyes perciben retribuciones de los presupuestos. Ni la Princesa Leonor ni la Infanta Sofía, obviamente, reciben cantidad alguna. Tampoco los demás familiares del Rey.
Nuevos colectivos
Don Felipe y doña Letizia han incluido en los actos de la Corona a nuevos colectivos de la sociedad, como el de gays y lesbianas, que hasta ahora no eran invitados como grupo a las ceremonias oficiales.
Revocación del Ducado de Palma
Cuando aún no había cumplido el primer año de reinado, Don Felipe decidió revocar el título de Duquesa de Palma de Mallorca, que el Rey Don Juan Carlos había concedido a la Infanta Doña Cristina el 26 de septiembre de 1997 con motivo de su enlace matrimonial con Iñaki Urdangarin. La revocación fue una decisión personal de Don Felipe, ya que el Rey es la única persona que tiene capacidad para conceder o revocar títulos nobiliarios, y tuvo que ser ratificada por el Gobierno mediante un real decreto.
Toisón de Oro para la Princesa
Don Felipe, que no ha concedido hasta ahora ningún título nobiliario, quiso que su primer reconocimiento fuera para su hija mayor, la Princesa de Asturias, y el día que Leonor cumplió diez años le otorgó la más alta condecoración que el Rey puede conceder, el Collar de la Insigne Orden del Toisón de Oro. Se trata de un reconocimiento simbólico, sin privilegios más allá de los protocolarios, que en el caso de la Princesa Leonor obedece a razones de tradición y continuidad y al deseo de ir institucionalizando progresivamente la figura de la Princesa de Asturias como Heredera de la Corona.
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El rey de Bélgica regala 200 euros a 769 ciudadanos
La Casa Real ha donado 154.000 euros entre aquellos que enviaron cartas pidiendo una ayuda económica
ÁLVARO SÁNCHEZ
Bruselas 15 ENE 2017 - 01:22 CET
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación.
Alberto II y su hijo Felipe se abrazan durante el acto de abdicación. DIRK WAEM AFP
La generosidad real está en máximos históricos en Bélgica. El rey Felipe concedió el pasado año ayudas de 200 euros a 769 ciudadanos con problemas financieros que escribieron una carta explicando su precaria situación, más que nunca antes. En total suman 154.000 euros que salen de los fondos de una fundación creada en los años sesenta por la ya fallecida reina Fabiola para apoyar a los más desfavorecidos a partir de los regalos que recibió con motivo de su matrimonio con el rey Balduino. La selección de los que reciben la donación no se deja al azar: los servicios sociales investigan las solicitudes que les remiten desde Palacio para comprobar que realmente la necesidad existe y no se trata de un intento de engrosar la cuenta corriente aprovechando el altruismo de su Majestad.
Cada año el buzón de la Casa Real recibe multitud de cartas en las que se detallan problemas económicos y piden al monarca ayuda para afrontar gastos tan básicos como la atención médica, el alojamiento, la matrícula del colegio o el pago de la calefacción. En los últimos años la cifra de misivas en busca de la caridad real se ha estabilizado en torno a las 11.000 cartas después de un espectacular aumento en los años más cruentos de la crisis, pero tras la criba, menos del 10% de solicitantes acaba con el cheque en sus manos. El resto no recibe dinero pero quedan en el radar de los servicios sociales.
El crecimiento de las ayudas después de dos años a la baja no solo se debe a una mayor sensibilización con las dificultades de sus conciudadanos. La propia Casa Real belga ha indicado que las cartas que se recibieron en diciembre de 2015 no pudieron tramitarse hasta el pasado año, lo que explica en parte que la cifra sea mayor que en otros ejercicios. Un repaso por la evolución de la ayuda muestra como en 2006 fueron 242 las familias beneficiarias, 450 en 2010, 650 en 2012 y 2013 —el primero en que reinó Felipe tras la abdicación de su padre, Alberto II—, hasta el pico de las 769 de 2016.
Aunque según su equipo, el rey lee algunas de las cartas personalmente para tomar el pulso de lo que sucede en la calle, dada su cargada agenda es la secretaría de la Casa Real la que se encarga de abrir el aluvión de correspondencia que recibe. Cada mañana, los servicios de seguridad comprueban que no escondan ninguna amenaza antes de que sean clasificadas. La familiaridad con que los belgas tratan al monarca es palpable en los dibujos que le regalan los niños, las flores que recibe y en un dato: cada año llegan a su nombre y al de su familia en torno a 50.000 correos de ciudadanos —una media de 137 diarios— de los que solo los citados 11.000 contienen peticiones de ayuda económica. El resto escribe para contarle algún suceso personal como un divorcio delicado, mencionar un cumpleaños o denunciar algún abuso.
El rey no responde personalmente a los que le escriben y delega esa función en otros, lo que en ocasiones provoca la frustración y el enfado de los que se dirigen a él como a un confidente. Pero a veces las cartas logran su objetivo: Alberto II, padre del actual rey, llegó a hablar con ministros para solucionar problemas que le parecieron especialmente graves. En su web, la Casa Real indica claramente dónde remitir el correo y aunque se aceptan todas las cartas, concreta el trato correcto con el que deben dirigirse a su interlocutor: "A su Majestad el Rey / Su Majestad la Reina / Sus Majestades el Rey y la Reina". Para muchos de sus compatriotas, esa fórmula es solo el protocolo que antecede a un relato cargado de angustia del que no esperan más recompensa que los preciados 200 euros.
UNA MONARQUÍA DE 35 MILLONES AL AÑO
El coste de la Casa Real belga para las arcas públicas superará este año los 35 millones de euros, de los que gran parte se empleará en la seguridad de sus miembros. El presupuesto asignado al rey Felipe es de 11,8 millones 193.000 euros más que en el ejercicio anterior. La mayor parte lo emplea en pagar al personal, y la cantidad solo empezó a estar sujeta al pago de impuestos desde 2013. La monarquía británica es la más cara de Europa, mientras que el presupuesto de la Casa del Rey en España es de 7,7 millones de euros.
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Críticas por el salario de la heredera
Polémica en la monarquía holandesa por el elevado salario de la heredera
La familia real de Holanda.
Cuando Amalia cumpla 18 años recibirá una paga anual de 1,5 millones de euros. Los políticos del país creen que es una cantidad exageradaEl rey Guillermo de Holanda, padrino del "otro" príncipe de Asturias
IMANE RACHIDILa Haya@Imanerachidi
06/11/2016 05:46Sus majestades holandeses viven como reyes y eso está inquietando a los contribuyentes. Los Orange se sitúan entre las monarquías más caras de Europa: 40 millones de euros al año, sin contar los gastos extra y de seguridad que se invierten en cada uno de sus miembros. El Parlamento exige ponerle coto a todos esos gastos, y más teniendo a la vuelta de la esquina el 18 cumpleaños de la princesa Amalia (12). Cuando la heredera del trono cumpla la mayoría de edad, en diciembre de 2021, las arcas del Estado deben tener lista su nueva asignación anual de 1,5 millones de euros, a repartir entre sus gastos y los de su personal, explica a LOC una fuente de la Casa Real. Esto significa que recibirá unos 4.000 euros al día. Su sueldo directo, un cuarto de millón de euros anuales, será 10 veces el del primer ministro y casi la cuarta parte del sueldo de su padre, el rey Guillermo Alejandro (49). El jefe del Gobierno, Mark Rutte, está de parte de la princesa en todo este escándalo financiero. Su última palabra al Parlamento: "Los ingresos de la familia real se han acordado por unanimidad hace años. Punto". La fuente añade que mientras los reyes y príncipes no puedan trabajar en otras cosas, deben ser totalmente independientes. Y lo son. La monarquía holandesa es de las mejor pagadas de Europa. Se necesita el apoyo de dos tercios del Congreso y del Senado para aprobar la enmienda constitucional y bajarle el sueldo previsto a la princesa. Según los cálculos, ella dispondrá de un presupuesto de 1,2 millones de euros para pagar sueldos de su personal, además de su propio salario, que será de 263.000 euros al año. "Demasiado dinero para una estudiante", opinan los diputados de izquierdas. Por eso piden cambios en la política vigente. En el momento en el que la princesa ronde la treintena, edad en la que se espera que ascienda al trono, ya habrá recibido decenas de millones de euros en pagos estatales. Su abuela Beatriz se hizo reina a los 42 años, y abdicó en su hijo cuando él tenía 46. Poco antes de hacerlo, la revista Forbes fijó su fortuna en 180 millones de euros, situándose como la tercera monarca más rica de Europa, tras la reina Isabel de Inglaterra y el duque de Liechtenstein. Se hallaba entre las 15 cabezas coronadas más ricas del mundo."A la princesa hay que cuidarla, es la futura reina de este país", incide la fuente monárquica, que además recuerda detalles de seguridad "caros, pero necesarios": las tres hijas del rey nunca pueden viajar juntas en un mismo avión, cada una debe hacerlo por separado, para que en caso de tragedia en algún aparato, no toda la "línea de sucesión" pueda ser víctima. Y eso es inversión. Los más reformistas abogan por aplicar a la familia real la Ley WNT, una norma que restringe la remuneración de los funcionarios del sector público a 181.000 euros brutos para el 2017.La reina Máxima (45) ha intentado zanjar este asunto en una entrevista. "Mis tres hijas tienen cuentas propias y son ávidas ahorradoras", especificó. Cuando quieren algo, ella les incita a comprar con su propio dinero "si tanto lo necesitan". Vamos, que su hija necesitará el millón y medio porque "no es una derrochadora". Por ahora, su alteza Amalia es una estudiante más de una escuela católica de La Haya y, al igual que sus amigos, recibe una simbólica paga semanal. Cuando cumpla los 18, varios aspectos de su vida pasarán a manos del Parlamento que, por ejemplo, debe dar el visto bueno a quien robe el corazón de la futura reina de los Países Bajos. Si se casara sin la aprobación parlamentaria, perdería automáticamente su reino, que pasará a manos de su hermana.
Pero los escándalos no se quedan ahí. El Parlamento discute las cuentas de los demás miembros de la monarquía y los impuestos que no pagan por sus donaciones, regalos y herencias dado que los exime la ley como trato de favor. Su salario libre de impuestos supera los ocho millones de euros anuales. Pero no tienen carta blanca para todo: unos cuadros vendidos entre 2012 y 2014 en secreto les están dando unos cuantos dolores de cabeza después de la filtración del acuerdo de venta. Se trata de unas obras de arte heredadas de su majestad Juliana, entre las que se encuentra Incendio en el bosque, del indonesio Raden Saleh. Los 14 nietos de Juliana tendrían que haber ofrecido primero los cuadros a un museo, según las normas vigentes. El primer ministro, Mark Rutte, también afronta la polémica por la secreta y "generosa compensación económica" que recibe la Casa Real como devolución por los impuestos que pagan por sus gastos privados. El acuerdo fiscal se remonta a los años 70, pero nadie conocía su existencia, salvo los beneficiarios y los documentos guardados en el Archivo Nacional. Rutte, al que "no le consta", prometió una investigación en medio de la presión.El Parlamento pide transparencia por el bien de la supervivencia de la monarquía. "Siempre que hay un escándalo sobre la realeza, el primer ministro crea una cortina de humo", lamentó el diputado socialista Ronald van Raak. La tradicional Casa Real de los Países Bajos se tambalea en un país donde los monárquicos más fervientes, y los que no lo son tanto, salen el 27 de abril a las calles vestidos de naranja para celebrar el cumpleaños de su rey por todo lo alto. Pero si para la monarquía, ser multimillonario prima sobre su función de representar al pueblo, temen algunos, el 7 de diciembre, cumpleaños de Amalia, quizás ya no llegue a ser motivo de tanta fiesta.
Fuente
Indignación en Holanda al trascender cuánto cobrará la hija de Máxima cuando cumpla 18 años
Amalia de 12 años, la más grande las tres hijas de los reyes, cobrará por día 5 mil euros cuando alcance la mayoría de edad.
6 de noviembre de 2016
Los holandeses se indignaron al tomar conocimiento de que su dinastía es una de las tres monarquías más caras de Europa para los ciudadanos, costándoles un total de 45 millones de dólares anuales (sin contar gastos extra y de seguridad). La consternación aumentó cuando trascendió que al cumplir 18 años, Amalia de 12, tendrá un sueldo de 1.670.000 dólares anuales.
No es la primera vez que la sociedad holandesa se escandaliza de sus reyes, un par de años atrás, Guillermo y Máxima se vieron involucrados en una dudosa compra de propiedades en África, también estuvieron en problemas por una villa de vacaciones adquirida en Grecia y hace pocos días volvieron a estar en boca de todos cuando se dijo que vendieron obras de arte que pertenecían al Estado.
Además, casi dos semanas atrás, los holandeses tuvieron conocimiento de que la familia real no paga impuestos desde hace más de 40 años debido a un acuerdo. El mismo se basa en el aumento de sus sueldos por la misma cifra que los impuestos, por eso, si bien técnicamente sí los pagaron, mantuvieron sus ingresos intactos.
En diciembre de 2021, Amalia cumplirá la mayoría de edad y tendrá un sueldo millonario de 1.670.000 dólares anuales.
El jefe de Gobierno holandés, Mark Rutte, afirmó que “los ingresos de la familia real se han acordado por unanimidad hace años. Punto”. Por lo que dejó en claro que aunque la cifra sea cuestionada por los holandeses, será muy difícil que haya modificaciones.
Sin embargo, aunque muchos crean que las princesas de Holanda lleven una vida envidiable, tienen muchas limitaciones debido a su rol.
Cuando Amalia tenga 30 años se espera que ascienda al trono y, si bien tendrá una fortuna considerable, no podrá casarse con quien ella lo deseé. Inevitablemente, el futuro marido de la pequeña tendrá que contar con la aceptación del Parlamento. Y en el caso de que deseé casarse de todos modos sin tener el “visto bueno” de ellos, perderá automáticamente su reino.
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Una compilación de soberanos
La lista de los reyes más pobres y ricos de Europa
Según 'Tatler', el soberano con mayor fortuna personal es el de Liechtenstein
Por el contrario, el más pobre es el rey Harald de Noruega con 13 millones de euros
La Familia Real española es la más barata en cuanto a asignación del estado
El rey Harald de Noruega y Maximiliano, príncipe de Liechtenstein. El rey Harald de Noruega y Maximiliano, príncipe de Liechtenstein. GTRES
CONSUELO FONT Actualizado: 15/01/2015 04:10 horas
Lo de vivir a cuerpo de Rey no parece en absoluto una frase hecha, si nos atenemos a la lista que ha publicado este mes de enero la revista británica 'Tatler', especializada en temas del Gotha, sobre el patrimonio privado de las diez monarquías europeas. Es decir, las fortunas que han amasado estos soberanos a título particular, donde no se incluye ni la asignación que perciben de sus respectivos estados, ni los palacios y yates de que disfrutan, que pertenecen al patrimonio sus respectivos países.
Al soberano de Liechtenstein se le atribuye una fortuna de 3.300 millones de euros
Según este 'ranking', el soberano con mayor fortuna personal del continente es el príncipe Hans Adams II de Liechtenstein, de 68 años, quien junto a su hijo Maximiliano, gestiona el Liechtenstein Global Trust, una de las gestoras privadas mas importantes de Europa, y se le atribuye una fortuna de 3.300 millones de euros. Le seguiría Isabel II de Inglaterra, con un patrimonio de unos 420 millones de euros, que incluye sus palacios, joyas familiares y colección de arte. En tercer lugar, aparecería la familia Orange-Nassau de los Países Bajos, con un saldo de 330 millones de euros, derivados en buena parte de los beneficios que renta ese 25% de las acciones que poseen en la petrolera Royal Dutch Shell.
Un 'ranking' que coincide en líneas generales con el publicado por la revista 'Forbes', hoja parroquial de los millonarios del globo, que en estos años anteriores también situaba a Hans Adams de Liechtenstein en lo alto del escalafón europeo con una fortuna de 4.000 millones de dólares (unos 3.448 millones, en euros). Pero 'Forbes' reservaba el segundo lugar no a Isabel de Inglaterra, sino a otro "príncipe reinante", Alberto de Mónaco, a quien atribuía un patrimonio personal de 1.000 millones de dólares (algo de más de 860.000 euros), amasado en buena parte gracias a los beneficios de la sociedad "bains de mer" que gestiona los casinos de Montecarlo. Hay que recordar que ni Liechtenstein ni Mónaco son consideradas monarquías democráticas propiamente dichas, ya que ambos príncipes tienen plenos poderes en sus países, es decir, reinan y además gobiernan.
Los más pobres de Europa
En el extremo opuesto de la lista, es decir, entre los más "pobres", 'Tatler' sitúa al Rey de Noruega, Harald, cuya cuenta bancaria personal, que ya quisiera para si cualquier ciudadano medio, arroja un saldo de 100 millones de coronas suecas, o sea unos 13 millones de euros. Cifra que, sin embargo, muchos discuten, ya que según publicó la revista 'Vanidades' el año pasado, en Noruega circula el rumor de que el Monarca atesora muchos millones en bancos suizos. 'Tatler' atribuye esta "escasez patrimonial" a que es una monarquía muy joven, pues se inauguró en 1905 cuando Noruega se escindió de Suecia. Sin embargo, si reconoce que Harald y su familia siguen disfrutando de algunos caprichos muy costosos, como un tren real, un cadillac de colección de los años 30 y un yate clásico, el "Norge" que con sus 80 metros de eslora y 54 tripulantes, es la embarcación más grande de la realeza europea.
El soberano más rico del mundo es Bhumibol de Tahilandia, se le calcula una fortuna personal nada menos que de 30 billones de dólares
Respecto a la Familia Real española, la más barata del continente en cuanto a asignación del estado, sólo ocupa en el artículo una escueta mención referida a la "debilidad de Don Juan Carlos por los coches rápidos" y subraya que llegó a tener hasta 70 en su colección. No obstante y como le ocurrió en su día a 'Forbes', incluye entre sus propiedades personales algunas que en realidad pertenecen al patrimonio nacional. Lo que sí es cierto es que, aunque el semanario inglés sólo computa en su 'ranking' monarcas europeos, sus cuantiosas fortunas son migajas si se comparan con sus colegas de otras partes del globo. Por ejemplo, y según la antes citada lista de 'Forbes', al soberano mas rico del mundo, que es Bhumibol de Tahilandia, se le calcula una fortuna personal nada menos que de 30.000 millones de dólares (2.586 millones en euros), seguido por Muda Hassanal Bolkiak, sultán de Brunei y Abdelaziz de Arabia Saudí, en tercer lugar, con unas cuentas corrientes respectivas de 20.000 y 18.000 millones de dólares (algo más de 17.240 y 15.500 millones, en euros).
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Presupuestos y sueldos de otras casas reales y jefes de Estado
La monarquía belga no especifica el sueldo del rey. La británica es la más transparente
EL PAÍS
Madrid 10 FEB 2015 - 20:55 CET
El nivel de transparencia de los presupuestos de las casas reales y las jefaturas de Estado en Europa es muy dispar. La casa real belga no especifica el sueldo del actual rey, y la británica, sin embargo, es la más transparente: detalla qué destina a cada departamento, como el gasto en bebidas alcohólicas (500.505 euros), lavandería (875.884), teléfono (250.253) o calefacción (1,25 millones). Uno de los monarcas que recibe más asignación es el rey Guillermo de Holanda, que tiene unos ingresos de 825.000 euros al año. Este martes Felipe VI ha anunciado la disminución en un 20% la asignación para el jefe del Estado, de manera que percibirá 234.204 euros brutos en 2015, y asignará a su padre el 80% de esta cantidad, 187.356 euros, cifra superior a la de la reina Letizia, que recibirá 128.808 euros.
Con información de Natalia Junquera, Carlos Yárnoz, Pablo Ordaz y Luis Doncel.
Inglaterra
Presupuesto: 38,78 millones de euros (equivale al 15% de los beneficios anuales de las propiedades públicas de Isabel II). La casa real británica especifica en sus cuentas hasta los 500.000 euros que gasta en bebidas alcohólicas.
Holanda
Presupuesto: 38 millones de euros. El rey Guillermo recibe 825.000 euros como salario y 4,4 millones para personal y gastos de material. La reina, 327.000 y 574.000 euros, respectivamente. La madre del rey, Beatriz, recibe 1,4 millones de euros.
Bélgica
Presupuesto: el rey Felipe recibe 11,5 millones de euros, pero no se especifica su sueldo. Su padre, que abdicó en 2013, 931.000 euros. No incluye la seguridad y los viajes. Impuestos: la asignación que reciben es libre de impuestos.
Dinamarca
Presupuesto: 13,2 millones de euros. La reina Margarita y su marido tienen un límite de gasto de 1,34 millones de euros y los príncipes, de 509.500 euros. Impuestos: no pagan IVA, sí impuestos sobre propiedades privadas o herencias.
Noruega
Presupuesto: los reyes reciben 24 millones de euros al año y los herederos, algo más de un millón. Con esa cantidad y un extra para gastos de personal deben sufragar gastos oficiales, privados y mantenimiento de propiedades. Impuestos: no pagan.
Barack Obama
El presidente de Estados Unidos percibe al año 400.000 dólares (322.121 euros) sin contar con las dietas.
François Hollande
François Hollande como presidente francés recibe un sueldo de 178.000 euros brutos al año, pero sin incluir ninguna paga extra. Se rebajó el sueldo un 30% comparado con el que percibía Nicolás Sarkozy. El primer ministro Manuel Valls recibe el mismo sueldo.
Joachim Gauck
El jefe de Estado alemán recibe 214.000 euros más 78.000 en gastos de representación, según los datos oficiales de 2013. La canciller Ángela Merkel tendrá un salario bruto de 270.396 euros anuales.
Sergio Mattarella
El presidente de la República italiana percibe un sueldo de 239.000 euros anuales brutos.
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¿Los Reyes de España pagan impuestos?
24/06/2014 00:00h:
La reforma fiscal anunciada por el ministro Cristóbal Montoro, titular de Hacienda, afectará a todos los ciudadanos por igual, también a los recién proclamados Reyes de España.
En el presupuesto anual de la Casa del Rey se contempla que «los Reyes, los Príncipes de Asturias, las Infantas y sus esposos, están sujetos al pago de todos los impuestos», por lo que anualmente presentan y liquidan sus declaraciones del IRPF y del Impuesto de Patrimonio.
Pero, ¿cuánto perciben los Reyes de España? ¿En qué medida les afectará esta reforma fiscal? El presupuesto de 2014 asigna a la Casa del Rey 7.775.040,00 euros, un 2% menos que el año anterior, una cantidad que el propio Rey se encarga de distribuir.
Según las cifras hechas públicas por la Casa de Su Majestad el Rey, el Monarca tiene asignada una dotación de 140.519 euros anuales más 152.233 euros en concepto de gastos de representación, en total 292.752 euros. Las cantidades asignadas a la Reina, equivalen al 45% de las cuantías asignadas al Rey.
Hasta la proclamación, el Príncipe de Asturias percibía la mitad del dinero que su padre, 146.376 euros. Esa suma se divide entre 70.260 euros en concepto de dotación y 76.116 euros en concepto de gastos de representación. La Princesa de Asturias tenía asignados 102.463, euros anuales, 63.234 como dotación y 68.505 como gastos de representación, el 35% de lo que percibe el Rey.
Eso implica que el Rey, la Reina, la Princesa de Asturias y el Príncipe estaban en el tramo máximo del IRPF y que por lo tanto salen ganando también con la nueva reforma fiscal, ya que todas las rentas mayores de 60.000 euros pasarán a pagar el 47% el próximo año y el 45% en 2016.
En 2013, la Casa del Rey pagó a Hacienda 1.026.527 euros de IRPF, de los que 300.000 correspondían a la Familia Real. En cuanto a la Seguridad Social, la Casa del Rey pagó en 2013 un total de 34.273 euros.
Nuevos roles, distintas asignaciones
La proclamación de Felipe VI dibuja un nuevo escenario para la asignación de la Casa del Rey, ya que los miembros de la Familia Real desempeñan nuevos roles y recibirán distinta asignación. Hasta ahora era Don Juan Carlos quien como Monarca decidía cuánto debía percibir cada miembro de la Familia Real. A partir de este momento será Felipe VI quien haga el reparto y decida a partir de cuándo entran en juego esas nuevas cuentas, ya que él solo ha pasado la mitad del ejercicio siendo soberano, actividad por la que debería percibir el doble que como Príncipe. Desde Zarzuela afirman que las nuevas cuentas están de momento en el aire.
«No sabemos cómo ni cuándo cambiarán las cuentas. El Rey distribuía hasta ahora libremente la asignación presupuestaria, el repartió lo que percibían el entonces Príncipe y la hasta ahora Princesa de Asturias», asegura a ABC la Casa del Rey.
Además, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía todavía son muy pequeñas para recibir asignación. «La Princesa Leonor y la Infanta Sofía percibirán si acaso la paga que les den sus padres, pero obviamente no van a recibir asignación», explican desde Zarzuela.
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Monarquías, gastos y excesos bajo la lupa
Las casas reales de Europa empiezan a adecuarse a los tiempos de crisis. Acorraladas por denuncias de corrupción o alertas al mal humor social que despiertan sus privilegios en sociedades crispadas porun ajuste forzoso, acceden a los reclamos de transparencia y se someten a los recortes de gastos extraordinarios
DOMINGO 15 DE ENERO DE 2012Juana LibedinskySEGUIRLA NACION
La expresión noblesse oblige , o nobleza obliga, ya no se aplica sólo a la sangre azul. En la visión actual de la economía moral, todo rico, famoso o aquel tiene algún tipo de poder debería ser consciente de que el privilegio conlleva responsabilidades ver Bono en Africa o Angelina Jolie en todas partes, para citar los ejemplos más divulgados. De ellos se espera un comportamiento ejemplar o al menos que superen los estándares mínimos de decencia.
Cuando esa norma explícita e implícita no se cumple y, sobre todo, si los que no la respetan son personajes que disfrutan de beneficios extraordinarios heredados de otras épocas, cuya supervivencia depende en buena parte del beneplácito del público la indignación puede ser explosiva. Ni qué hablar si se trata de un caso de malversación de fondos y el fraude se conoce en medio de una crisis económica que paraliza al país y golpea especialmente a los que menos tienen.
Como en España, con Iñaqui Urdangarín, duque de Palma y yerno del rey, el caso que reactualizó el debate sobre el futuro de las monarquías en Europa. Alto, rubio, deportista olímpico, casado con la infanta más linda y con una prole de niños rubios siempre vestidos "conjunteados", como dirían los españoles, era una imagen perfecta para un país que pretendía unir tradición con dinamismo y vanguardia.
Pero los medios sacaron a la luz las sospechas y la justicia encontró razones para probar su participación en un caso de corrupción. Y aunque la palabra final la tendrá la justicia, el mal humor social fue tal que el rey, por primera vez en la historia del país, hizo públicas las cuentas de la casa real para transmitir mayor transparencia y aplacar los ánimos. La prueba de cuán caldeados estaban esos ánimos nadie la dio mejor que el Museo de Cera de Madrid. Rápido de reflejos, retiró la estatua de Urdangarín del podio de la familia real con lo que, inmediatamente, volvió a subir la asistencia del público.
Pero escándalos reales no hubo sólo en España; desde tráfico de influencias a sospechas de evasión fiscal pasando por enriquecimientos prodigiosos y gastos llamativos, ha habido de todo un poco. El problema es que ahora esas noticias son como una bofetada en la cara de los ciudadanos llamados a aceptar el ajuste de la crisis.
Razón suficiente para que hoy las monarquías acepten también su propio ajuste. "Hoy están todas en el camino de hacer cada vez más transparentes sus cuentas, de reducir gastos y de reducir la cantidad de miembros de la familia real que reciben algún tipo de beneficio", explicó a La Nación Herman Mathijs, profesor de Finanzas Públicas de la Universidad Libre de Bruselas y de la Universidad de Gent y autor, desde 2007, del único trabajo comparativo exhaustivo de las finanzas de las distintas casas reinantes.
Algunos ejemplos de lo que está pasando: en el Reino Unido, el gasto de los contribuyentes británicos para mantener a la monarquía comenzó a bajar un 5.3% en 2010, y para 2015 estiman que la familia real seguirá ajustándose otro 9%. Según la cadena de televisión estadounidense ABC, la situación ha llegado a tal nivel que la reina incluso aprobó un proyecto que considera alquilar para eventos salones del Palacio de Saint James durante la realización de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. Por las noches, la reina camina por el palacio apagando las luces y guarda los sobres que recibe para volver a utilizarlos en la comunicación interna, según le contó a esta redactora la novelista Una-Mary Parker.
También en el Reino Unido.
Además, el Estado británico no financiará las actividades oficiales de los duques de Cambridge, Guillermo y Kate. Así, la seguridad, viajes y actividades oficiales de la pareja pasarán a ser pagadas por el príncipe Carlos hasta que se convierta en rey y Guillermo sea el nuevo príncipe de Gales.
Algo había que hacer para dejar atrás episodios comprometedores. Como los que protagonizó el príncipe Andrés, el segundo hijo varón de la reina Isabel, con la venta del que fue su nido de amor con Sarah Ferguson por 19 millones de euros en una operación poco clara por la que se lo acusó de haber explotado su condición de embajador del comercio británico, cargo que ya no ejerce desde que se publicaran fotos de él paseando con un millonario americano que había estado en la cárcel por pedofilia. Meses después, su ex, Sara Ferguson, fue grabada con una cámara oculta mientras aceptaba un soborno. En el video publicado por el extinto tabloide News of the World, se veía a "Fergie" recibiendo 575.000 euros de un periodista convertido en supuesto empresario a cambio de concertar una entrevista con el príncipe Andrés.
En Holanda, en tanto, los príncipes Guillermo y Máxima pagaron una parte de la casa que mandaron a construir en Mozambique a un agente inmobiliario de dudosa reputación. Si bien Guillermo y Máxima abonaron sus impuestos, el intermediario disponía de una cuenta en un paraíso fiscal. La propiedad está ahora a la venta tras la polémica que provocó su compra en un país donde se espera que la austeridad atraviese la sociedad de arriba abajo. Por lo pronto, el mantenimiento del yate (150.000 dólares anuales), los viajes en avión y las exenciones impositivas ya son sólo tres de los aspectos económicos que se discute eliminar de los beneficios de los que goza la familia real. El opositor y derechista Partido de la Libertad solicitó al gobierno que sólo se financien los gastos de representación de la reina Beatriz y de su heredero Guillermo. Otros, más laxos, buscan que los gastos incluyan a Máxima, pero a nadie más. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, anunció que examinaría "de forma crítica" el presupuesto, pero los primeros recortes ya se implementaron: sólo se financiarán los pasajes en avión de la reina, de Guillermo y de Máxima; los restantes integrantes familiares deberán pagarlos con fondos de los Orange.
En Bélgica, Lorenzo, el tercer hijo de los reyes Alberto y Paola, acaba de ser objeto de un documental que lo muestra, según las críticas, "con una pasión enfermiza por el dinero". En 2007, fue acusado de desviar fondos de la marina para mejorar su coqueto chalet y, aunque fue exonerado, Alberto II decidió que los beneficiarios del fraude deberían devolver el dinero. Pero, como todo padre sabe, hay hijos que no aprenden: este año, Lorenzo realizó un viaje al Congo con la excusa de un lucrativo proyecto de deforestación. Bélgica mantiene relaciones tirantes con esa nación y el viaje había sido vetado por la plana mayor del gobierno belga y por el rey. Por desobediente, Alberto le puso de penitencia seis meses alejado de las actividades oficiales.
Probar que valen cada centavo
Todo esto vuelve poner en el candelero la pregunta de si vale la pena mantener una institución tan anacrónica para muchos como la de los reyes ya bien entrado el siglo XXI. Al respecto, Peter Conradi, autor de Europe Royale explica que existen tres grupos en toda monarquía constitucional. Uno republicano a ultranza, para el cual es una cuestión de ideología que no haya gente con privilegios. Otro grupo es monárquico a ultranza. Y hay una gran masa a la que la cuestión no le interesa en absoluto o está abierta a ser persuadida en una dirección o la otra. Son ellos quienes, cuando se les toca el bolsillo, miran con mayor atención hacia dónde van sus impuestos y pueden exigir un cambio en el statu quo. El tema parecería ser, entonces, mostrarle a este tercer grupo que los monarcas son lo que los norteamericanos llamarían value for money. Es decir, que a pesar de los gastos concretos que implican para la población, vale la pena mantenerlos por lo que hacen por el país y el bienestar general, sea con actos de beneficencia, promoción de la industria o a nivel simbólico. Y cada vez más esto incluye también la necesidad de mostrarse o más económicos y austeros de lo que se imagina el contribuyente, bien transparentes en sus gastos o, idealmente, ambas cosas.
Al respecto, en el ranking de Mathjis, Gran Bretaña y Holanda son las monarquías más caras, pero también aquellas en donde el ciudadano mejor puede saber a qué se destina cada centavo de sus impuestos. En cambio España, si bien es de las monarquías menos onerosas para el contribuyente, en 2011 se encontraba a la cola en transparencia, razón por la cuál la decisión del rey de mostrar los números de la casa real fue tan revolucionaria.
Pero el público va por más. "Este caso va a tener un impacto muy grande para la sociedad española, sobre todo en cómo ve el papel de la monarquía dentro de un estado moderno. La casa real publicó un resumen de sus ingresos y mucha gente quiere ver un desglose más profundo. Este proceso de acabar con la impunidad de las figuras más importantes del país, políticos, banqueros, empresarios, es lo que impulsaba el movimiento de los indignados y el caso de Urdangarín podría convertirse en más leña para ese fuego", sostiene Mike Elkin, corresponsal de Newsweek. Y subraya: "España está metida en una crisis económica muy fuerte. Ver a un privilegiado robar dinero público va a levantar voces desde los más fieles defensores de la monarquía".
Consecuencias de los excesos
De hecho, muchos de los que siempre se reconocían como monárquicos constitucionales o al menos "juancarlistas", defensores del rey al que se le sigue reconociendo su papel fundamental en defensa de la democracia ante el golpe militar pasaron a definirse como "republicanos de derechas". Y de hablar en términos de "el duque de Palma", o el cariñoso "Iñaqui" pasaron a referirse al marido de la infanta Cristina como "el Urdangarín".
Pero los efectos del caso van más allá. Siempre se habló de un "pacto de silencio" que moderaba a los medios en la información que publicaban sobre el monarca español. La democracia honró así la deuda de gratitud que tenía con el rey Juan Carlos, que había salido en su defensa ante la intentona golpista de 1981. Tal fue la protección de que gozó la familia real, un velo de pudor y una veda informativa impensables en otras monarquías, que para muchos fue hasta sorprendente que saliera a la luz el tema Urdangarín en los medios. "Hay quienes lo ven dice Giles Tremlett, autor de Ghosts of Spain y corresponsal de The Economist y The Guardian como una señal al príncipe Felipe, en el sentido de que debe manejarse con enorme prudencia porque el control de los medios sobre la familia real, después de Juan Carlos, posiblemente será mucho más implacable que lo que fue en el reinado actual."
A futuro, más allá de las tendencias marcadas por Mathjis, nadie puede estar seguro de qué va a pasar. Pero de continuar la crisis económica y la crispación que genera, no sólo los ciudadanos de a pie estarán preocupados por sus ingresos: a otra escala, por supuesto, los royals de todo el continente van a tener que hacer lo mismo.
De todos modos, hay quienes insisten en que ya todo esto empieza a ser irrelevante en un mundo en que la verdadera realeza de hoy en día, con la pompa, la influencia y el poder simbólico son las estrellas de Hollywood y las celebridades internacionales. Pero nadie garantiza que un reemplazo por éstas necesariamente mejore las cosas. Después de todo, hasta el mismísimo Bono tuvo problemas cuando se instaló la sospecha de que dejaba la Irlanda de su "Sunday Bloody Sunday" como residencia oficial por cuestiones impositivas.
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Monarquías europeas usan dinero público
Transparencia. Los países que mantienen a reyes ejercen control
Monarquía. La princesa Letizia y el príncipe Felipe junto con los padres de éste, los reyes de España.
El País, Madrid
17:08 / 31 de diciembre de 2011
Hacer públicas las cuentas es una norma habitual y que viene de lejos en las casas reales europeas. La más transparente es la británica, la más vigilada es la noruega, pero ninguna se escapa al control.
Aunque los antimonárquicos siguen cargando contra Isabel II y el despilfarro de su boato, nadie puede reprochar a los Windsor falta de transparencia a la hora de rendir cuentas.
Desde el total de 38,5 millones de euros percibidos en el ejercicio 2010-2011 hasta el más mínimo detalle en el dispendio —ya sean los 480 mil euros en bebidas alcohólicas o las facturas de la luz, la limpieza y la propia peluquería de la Reina— aparecen desglosados en su web oficial, y desde hace siete años el palacio de Buckingham está considerado fiscalmente como una empresa. Isabel II paga impuestos desde 1993.
El ministro del Tesoro, George Osborne, anunció una reducción progresiva de su presupuesto, que alcanzará el 9% en 2015. Hace dos años, la monarquía costaba a cada británico 62 peniques anuales. La cifra se ha reducido a 51 peniques.
La asignación anual de casi nueve millones de euros que recibe para sufragar al personal a su servicio y otros gastos diarios (Civil List) apenas se ha visto alterada en dos décadas, al tiempo que en el último ejercicio contenía el coste de los viajes en avión (cuatro millones). Pero más difícil ha sido controlar el chorreo que supone el mantenimiento de sus palacios (15 millones). Por eso sufraga una parte (6,5 millones) de su propio bolsillo.
En Bélgica, Alberto II recibe con cargo al presupuesto 10,4 millones anuales, mientras que al príncipe Felipe, heredero de la corona, le están reservados 935 mil euros. Fabiola, la reina viuda, es remunerada con 1,4 millones de euros, y los otros dos hijos del soberano y de Paola, Astrid y Lorenzo, con 306 mil euros cada uno.
Los ingresos públicos de la familia real, suma de los recibidos por unos y otros con cargo a la Lista Civil y la Donación Real, están libres de impuestos. A grandes rasgos, los gastos de personal absorben las dos terceras partes de ese presupuesto regio. La siguiente mayor partida, con el 12,5%, se dedica al mantenimiento de las residencias. Por otras vías circulan fondos para la seguridad (unos 15 millones de euros anuales) o los gastos de viajes oficiales (en torno a los dos millones).
La Casa Real holandesa se reduce a tres personas: la reina Beatriz y sus herederos, los príncipes Guillermo y Máxima. Sólo ellos reciben un sueldo, libre de impuestos, que figura explicado en el sitio de internet del Servicio de Información del Estado.
El salario de la soberana asciende a 764.304 euros anuales. Su hijo Guillermo recibe 226.460 euros, y su esposa, Máxima, igual cantidad. La Reina reside, o bien utiliza para su labor, tres palacios —dos en La Haya y uno en Ámsterdam—, sostenidos también por el Estado. Sobre sus bienes privados, entre los que aparece un castillo, un barco, casas de vacaciones y otras propiedades, sí debe pagar impuestos. Los mismos que el resto de los holandeses.
La asignación estatal destinada a la Casa Real de Dinamarca, la más antigua del mundo y representada ahora por la reina Margarita, se ajusta dos veces al año. Todas las cuentas son auditadas de forma independiente. En octubre de 2011, el monto total de la Lista Civil ascendía a 75,5 millones de coronas (unos 10 millones de euros).
El príncipe consorte, Enrique, recibe un 10% de esta suma. Otro 1,5% es para la hermana de la Reina, la princesa Benedicta. El Gobierno cubre con la Lista Civil los gastos de personal al servicio de la soberana y de su esposo, la gestión de la Casa Real, gastos administrativos y los generados por varias propiedades. El príncipe heredero, Federico, dispone de 2,5 millones. Su esposa, la princesa Mary, un 10% de esta suma. El segundo hijo de la soberana, el príncipe Joaquín, unos 444 mil euros. Ninguno de ellos paga IVA.
Un equipo externo de auditores controla las cuentas reales suecas, dirigidas por un departamento de finanzas. Divididas en cuatro categorías, incluyen el palacio, la isla regia de Djurgarden, la administración propia de la Casa y las finanzas privadas de la familia del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia. Toda la familia paga impuestos.
La monarquía noruega tal vez sea la más vigilada de todas las europeas. Sus cuentas oficiales son revisadas por el Registro Mercantil, el Tribunal de Cuentas y el Parlamento.
En 2010, la Casa Real de Harald y Sonia recibió 22 millones de euros para cubrir gastos oficiales y privados y el mantenimiento de las propiedades. La pareja reinante recibiría algo más de un millón de euros. A los príncipes herederos, Haakon y Mette-Marit, les correspondería un millón. No pagan impuestos y sus finanzas privadas no se revelan.
La corona española en la mira
La corona española reveló que recibió este año de los Presupuestos Generales del Estado 8.434.280 millones de euros, de los cuales 292.752 corresponden al sueldo anual del rey Juan Carlos. La información salió en medio de la imputación al yerno del Rey de malversación de fondos públicos. EFE
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Presupuestos y sueldos de otras casas reales y jefes de Estado
La monarquía belga no especifica el sueldo del rey. La británica es la más transparente
EL PAÍS
Madrid 10 FEB 2015 - 20:55 CET
El nivel de transparencia de los presupuestos de las casas reales y las jefaturas de Estado en Europa es muy dispar. La casa real belga no especifica el sueldo del actual rey, y la británica, sin embargo, es la más transparente: detalla qué destina a cada departamento, como el gasto en bebidas alcohólicas (500.505 euros), lavandería (875.884), teléfono (250.253) o calefacción (1,25 millones). Uno de los monarcas que recibe más asignación es el rey Guillermo de Holanda, que tiene unos ingresos de 825.000 euros al año. Este martes Felipe VI ha anunciado la disminución en un 20% la asignación para el jefe del Estado, de manera que percibirá 234.204 euros brutos en 2015, y asignará a su padre el 80% de esta cantidad, 187.356 euros, cifra superior a la de la reina Letizia, que recibirá 128.808 euros.
Con información de Natalia Junquera, Carlos Yárnoz, Pablo Ordaz y Luis Doncel.
Inglaterra
Presupuesto: 38,78 millones de euros (equivale al 15% de los beneficios anuales de las propiedades públicas de Isabel II). La casa real británica especifica en sus cuentas hasta los 500.000 euros que gasta en bebidas alcohólicas.
Holanda
Presupuesto: 38 millones de euros. El rey Guillermo recibe 825.000 euros como salario y 4,4 millones para personal y gastos de material. La reina, 327.000 y 574.000 euros, respectivamente. La madre del rey, Beatriz, recibe 1,4 millones de euros.
Bélgica
Presupuesto: el rey Felipe recibe 11,5 millones de euros, pero no se especifica su sueldo. Su padre, que abdicó en 2013, 931.000 euros. No incluye la seguridad y los viajes. Impuestos: la asignación que reciben es libre de impuestos.
Dinamarca
Presupuesto: 13,2 millones de euros. La reina Margarita y su marido tienen un límite de gasto de 1,34 millones de euros y los príncipes, de 509.500 euros. Impuestos: no pagan IVA, sí impuestos sobre propiedades privadas o herencias.
Noruega
Presupuesto: los reyes reciben 24 millones de euros al año y los herederos, algo más de un millón. Con esa cantidad y un extra para gastos de personal deben sufragar gastos oficiales, privados y mantenimiento de propiedades. Impuestos: no pagan.
Barack Obama
El presidente de Estados Unidos percibe al año 400.000 dólares (322.121 euros) sin contar con las dietas.
François Hollande
François Hollande como presidente francés recibe un sueldo de 178.000 euros brutos al año, pero sin incluir ninguna paga extra. Se rebajó el sueldo un 30% comparado con el que percibía Nicolás Sarkozy. El primer ministro Manuel Valls recibe el mismo sueldo.
Joachim Gauck
El jefe de Estado alemán recibe 214.000 euros más 78.000 en gastos de representación, según los datos oficiales de 2013. La canciller Ángela Merkel tendrá un salario bruto de 270.396 euros anuales.
Sergio Mattarella
El presidente de la República italiana percibe un sueldo de 239.000 euros anuales brutos.
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¿Los Reyes de España pagan impuestos?
24/06/2014 00:00h:
La reforma fiscal anunciada por el ministro Cristóbal Montoro, titular de Hacienda, afectará a todos los ciudadanos por igual, también a los recién proclamados Reyes de España.
En el presupuesto anual de la Casa del Rey se contempla que «los Reyes, los Príncipes de Asturias, las Infantas y sus esposos, están sujetos al pago de todos los impuestos», por lo que anualmente presentan y liquidan sus declaraciones del IRPF y del Impuesto de Patrimonio.
Pero, ¿cuánto perciben los Reyes de España? ¿En qué medida les afectará esta reforma fiscal? El presupuesto de 2014 asigna a la Casa del Rey 7.775.040,00 euros, un 2% menos que el año anterior, una cantidad que el propio Rey se encarga de distribuir.
Según las cifras hechas públicas por la Casa de Su Majestad el Rey, el Monarca tiene asignada una dotación de 140.519 euros anuales más 152.233 euros en concepto de gastos de representación, en total 292.752 euros. Las cantidades asignadas a la Reina, equivalen al 45% de las cuantías asignadas al Rey.
Hasta la proclamación, el Príncipe de Asturias percibía la mitad del dinero que su padre, 146.376 euros. Esa suma se divide entre 70.260 euros en concepto de dotación y 76.116 euros en concepto de gastos de representación. La Princesa de Asturias tenía asignados 102.463, euros anuales, 63.234 como dotación y 68.505 como gastos de representación, el 35% de lo que percibe el Rey.
Eso implica que el Rey, la Reina, la Princesa de Asturias y el Príncipe estaban en el tramo máximo del IRPF y que por lo tanto salen ganando también con la nueva reforma fiscal, ya que todas las rentas mayores de 60.000 euros pasarán a pagar el 47% el próximo año y el 45% en 2016.
En 2013, la Casa del Rey pagó a Hacienda 1.026.527 euros de IRPF, de los que 300.000 correspondían a la Familia Real. En cuanto a la Seguridad Social, la Casa del Rey pagó en 2013 un total de 34.273 euros.
Nuevos roles, distintas asignaciones
La proclamación de Felipe VI dibuja un nuevo escenario para la asignación de la Casa del Rey, ya que los miembros de la Familia Real desempeñan nuevos roles y recibirán distinta asignación. Hasta ahora era Don Juan Carlos quien como Monarca decidía cuánto debía percibir cada miembro de la Familia Real. A partir de este momento será Felipe VI quien haga el reparto y decida a partir de cuándo entran en juego esas nuevas cuentas, ya que él solo ha pasado la mitad del ejercicio siendo soberano, actividad por la que debería percibir el doble que como Príncipe. Desde Zarzuela afirman que las nuevas cuentas están de momento en el aire.
«No sabemos cómo ni cuándo cambiarán las cuentas. El Rey distribuía hasta ahora libremente la asignación presupuestaria, el repartió lo que percibían el entonces Príncipe y la hasta ahora Princesa de Asturias», asegura a ABC la Casa del Rey.
Además, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía todavía son muy pequeñas para recibir asignación. «La Princesa Leonor y la Infanta Sofía percibirán si acaso la paga que les den sus padres, pero obviamente no van a recibir asignación», explican desde Zarzuela.
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Monarquías, gastos y excesos bajo la lupa
Las casas reales de Europa empiezan a adecuarse a los tiempos de crisis. Acorraladas por denuncias de corrupción o alertas al mal humor social que despiertan sus privilegios en sociedades crispadas porun ajuste forzoso, acceden a los reclamos de transparencia y se someten a los recortes de gastos extraordinarios
DOMINGO 15 DE ENERO DE 2012Juana LibedinskySEGUIRLA NACION
La expresión noblesse oblige , o nobleza obliga, ya no se aplica sólo a la sangre azul. En la visión actual de la economía moral, todo rico, famoso o aquel tiene algún tipo de poder debería ser consciente de que el privilegio conlleva responsabilidades ver Bono en Africa o Angelina Jolie en todas partes, para citar los ejemplos más divulgados. De ellos se espera un comportamiento ejemplar o al menos que superen los estándares mínimos de decencia.
Cuando esa norma explícita e implícita no se cumple y, sobre todo, si los que no la respetan son personajes que disfrutan de beneficios extraordinarios heredados de otras épocas, cuya supervivencia depende en buena parte del beneplácito del público la indignación puede ser explosiva. Ni qué hablar si se trata de un caso de malversación de fondos y el fraude se conoce en medio de una crisis económica que paraliza al país y golpea especialmente a los que menos tienen.
Como en España, con Iñaqui Urdangarín, duque de Palma y yerno del rey, el caso que reactualizó el debate sobre el futuro de las monarquías en Europa. Alto, rubio, deportista olímpico, casado con la infanta más linda y con una prole de niños rubios siempre vestidos "conjunteados", como dirían los españoles, era una imagen perfecta para un país que pretendía unir tradición con dinamismo y vanguardia.
Pero los medios sacaron a la luz las sospechas y la justicia encontró razones para probar su participación en un caso de corrupción. Y aunque la palabra final la tendrá la justicia, el mal humor social fue tal que el rey, por primera vez en la historia del país, hizo públicas las cuentas de la casa real para transmitir mayor transparencia y aplacar los ánimos. La prueba de cuán caldeados estaban esos ánimos nadie la dio mejor que el Museo de Cera de Madrid. Rápido de reflejos, retiró la estatua de Urdangarín del podio de la familia real con lo que, inmediatamente, volvió a subir la asistencia del público.
Pero escándalos reales no hubo sólo en España; desde tráfico de influencias a sospechas de evasión fiscal pasando por enriquecimientos prodigiosos y gastos llamativos, ha habido de todo un poco. El problema es que ahora esas noticias son como una bofetada en la cara de los ciudadanos llamados a aceptar el ajuste de la crisis.
Razón suficiente para que hoy las monarquías acepten también su propio ajuste. "Hoy están todas en el camino de hacer cada vez más transparentes sus cuentas, de reducir gastos y de reducir la cantidad de miembros de la familia real que reciben algún tipo de beneficio", explicó a La Nación Herman Mathijs, profesor de Finanzas Públicas de la Universidad Libre de Bruselas y de la Universidad de Gent y autor, desde 2007, del único trabajo comparativo exhaustivo de las finanzas de las distintas casas reinantes.
Algunos ejemplos de lo que está pasando: en el Reino Unido, el gasto de los contribuyentes británicos para mantener a la monarquía comenzó a bajar un 5.3% en 2010, y para 2015 estiman que la familia real seguirá ajustándose otro 9%. Según la cadena de televisión estadounidense ABC, la situación ha llegado a tal nivel que la reina incluso aprobó un proyecto que considera alquilar para eventos salones del Palacio de Saint James durante la realización de los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres. Por las noches, la reina camina por el palacio apagando las luces y guarda los sobres que recibe para volver a utilizarlos en la comunicación interna, según le contó a esta redactora la novelista Una-Mary Parker.
También en el Reino Unido.
Además, el Estado británico no financiará las actividades oficiales de los duques de Cambridge, Guillermo y Kate. Así, la seguridad, viajes y actividades oficiales de la pareja pasarán a ser pagadas por el príncipe Carlos hasta que se convierta en rey y Guillermo sea el nuevo príncipe de Gales.
Algo había que hacer para dejar atrás episodios comprometedores. Como los que protagonizó el príncipe Andrés, el segundo hijo varón de la reina Isabel, con la venta del que fue su nido de amor con Sarah Ferguson por 19 millones de euros en una operación poco clara por la que se lo acusó de haber explotado su condición de embajador del comercio británico, cargo que ya no ejerce desde que se publicaran fotos de él paseando con un millonario americano que había estado en la cárcel por pedofilia. Meses después, su ex, Sara Ferguson, fue grabada con una cámara oculta mientras aceptaba un soborno. En el video publicado por el extinto tabloide News of the World, se veía a "Fergie" recibiendo 575.000 euros de un periodista convertido en supuesto empresario a cambio de concertar una entrevista con el príncipe Andrés.
En Holanda, en tanto, los príncipes Guillermo y Máxima pagaron una parte de la casa que mandaron a construir en Mozambique a un agente inmobiliario de dudosa reputación. Si bien Guillermo y Máxima abonaron sus impuestos, el intermediario disponía de una cuenta en un paraíso fiscal. La propiedad está ahora a la venta tras la polémica que provocó su compra en un país donde se espera que la austeridad atraviese la sociedad de arriba abajo. Por lo pronto, el mantenimiento del yate (150.000 dólares anuales), los viajes en avión y las exenciones impositivas ya son sólo tres de los aspectos económicos que se discute eliminar de los beneficios de los que goza la familia real. El opositor y derechista Partido de la Libertad solicitó al gobierno que sólo se financien los gastos de representación de la reina Beatriz y de su heredero Guillermo. Otros, más laxos, buscan que los gastos incluyan a Máxima, pero a nadie más. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, anunció que examinaría "de forma crítica" el presupuesto, pero los primeros recortes ya se implementaron: sólo se financiarán los pasajes en avión de la reina, de Guillermo y de Máxima; los restantes integrantes familiares deberán pagarlos con fondos de los Orange.
En Bélgica, Lorenzo, el tercer hijo de los reyes Alberto y Paola, acaba de ser objeto de un documental que lo muestra, según las críticas, "con una pasión enfermiza por el dinero". En 2007, fue acusado de desviar fondos de la marina para mejorar su coqueto chalet y, aunque fue exonerado, Alberto II decidió que los beneficiarios del fraude deberían devolver el dinero. Pero, como todo padre sabe, hay hijos que no aprenden: este año, Lorenzo realizó un viaje al Congo con la excusa de un lucrativo proyecto de deforestación. Bélgica mantiene relaciones tirantes con esa nación y el viaje había sido vetado por la plana mayor del gobierno belga y por el rey. Por desobediente, Alberto le puso de penitencia seis meses alejado de las actividades oficiales.
Probar que valen cada centavo
Todo esto vuelve poner en el candelero la pregunta de si vale la pena mantener una institución tan anacrónica para muchos como la de los reyes ya bien entrado el siglo XXI. Al respecto, Peter Conradi, autor de Europe Royale explica que existen tres grupos en toda monarquía constitucional. Uno republicano a ultranza, para el cual es una cuestión de ideología que no haya gente con privilegios. Otro grupo es monárquico a ultranza. Y hay una gran masa a la que la cuestión no le interesa en absoluto o está abierta a ser persuadida en una dirección o la otra. Son ellos quienes, cuando se les toca el bolsillo, miran con mayor atención hacia dónde van sus impuestos y pueden exigir un cambio en el statu quo. El tema parecería ser, entonces, mostrarle a este tercer grupo que los monarcas son lo que los norteamericanos llamarían value for money. Es decir, que a pesar de los gastos concretos que implican para la población, vale la pena mantenerlos por lo que hacen por el país y el bienestar general, sea con actos de beneficencia, promoción de la industria o a nivel simbólico. Y cada vez más esto incluye también la necesidad de mostrarse o más económicos y austeros de lo que se imagina el contribuyente, bien transparentes en sus gastos o, idealmente, ambas cosas.
Al respecto, en el ranking de Mathjis, Gran Bretaña y Holanda son las monarquías más caras, pero también aquellas en donde el ciudadano mejor puede saber a qué se destina cada centavo de sus impuestos. En cambio España, si bien es de las monarquías menos onerosas para el contribuyente, en 2011 se encontraba a la cola en transparencia, razón por la cuál la decisión del rey de mostrar los números de la casa real fue tan revolucionaria.
Pero el público va por más. "Este caso va a tener un impacto muy grande para la sociedad española, sobre todo en cómo ve el papel de la monarquía dentro de un estado moderno. La casa real publicó un resumen de sus ingresos y mucha gente quiere ver un desglose más profundo. Este proceso de acabar con la impunidad de las figuras más importantes del país, políticos, banqueros, empresarios, es lo que impulsaba el movimiento de los indignados y el caso de Urdangarín podría convertirse en más leña para ese fuego", sostiene Mike Elkin, corresponsal de Newsweek. Y subraya: "España está metida en una crisis económica muy fuerte. Ver a un privilegiado robar dinero público va a levantar voces desde los más fieles defensores de la monarquía".
Consecuencias de los excesos
De hecho, muchos de los que siempre se reconocían como monárquicos constitucionales o al menos "juancarlistas", defensores del rey al que se le sigue reconociendo su papel fundamental en defensa de la democracia ante el golpe militar pasaron a definirse como "republicanos de derechas". Y de hablar en términos de "el duque de Palma", o el cariñoso "Iñaqui" pasaron a referirse al marido de la infanta Cristina como "el Urdangarín".
Pero los efectos del caso van más allá. Siempre se habló de un "pacto de silencio" que moderaba a los medios en la información que publicaban sobre el monarca español. La democracia honró así la deuda de gratitud que tenía con el rey Juan Carlos, que había salido en su defensa ante la intentona golpista de 1981. Tal fue la protección de que gozó la familia real, un velo de pudor y una veda informativa impensables en otras monarquías, que para muchos fue hasta sorprendente que saliera a la luz el tema Urdangarín en los medios. "Hay quienes lo ven dice Giles Tremlett, autor de Ghosts of Spain y corresponsal de The Economist y The Guardian como una señal al príncipe Felipe, en el sentido de que debe manejarse con enorme prudencia porque el control de los medios sobre la familia real, después de Juan Carlos, posiblemente será mucho más implacable que lo que fue en el reinado actual."
A futuro, más allá de las tendencias marcadas por Mathjis, nadie puede estar seguro de qué va a pasar. Pero de continuar la crisis económica y la crispación que genera, no sólo los ciudadanos de a pie estarán preocupados por sus ingresos: a otra escala, por supuesto, los royals de todo el continente van a tener que hacer lo mismo.
De todos modos, hay quienes insisten en que ya todo esto empieza a ser irrelevante en un mundo en que la verdadera realeza de hoy en día, con la pompa, la influencia y el poder simbólico son las estrellas de Hollywood y las celebridades internacionales. Pero nadie garantiza que un reemplazo por éstas necesariamente mejore las cosas. Después de todo, hasta el mismísimo Bono tuvo problemas cuando se instaló la sospecha de que dejaba la Irlanda de su "Sunday Bloody Sunday" como residencia oficial por cuestiones impositivas.
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Monarquías europeas usan dinero público
Transparencia. Los países que mantienen a reyes ejercen control
Monarquía. La princesa Letizia y el príncipe Felipe junto con los padres de éste, los reyes de España.
El País, Madrid
17:08 / 31 de diciembre de 2011
Hacer públicas las cuentas es una norma habitual y que viene de lejos en las casas reales europeas. La más transparente es la británica, la más vigilada es la noruega, pero ninguna se escapa al control.
Aunque los antimonárquicos siguen cargando contra Isabel II y el despilfarro de su boato, nadie puede reprochar a los Windsor falta de transparencia a la hora de rendir cuentas.
Desde el total de 38,5 millones de euros percibidos en el ejercicio 2010-2011 hasta el más mínimo detalle en el dispendio —ya sean los 480 mil euros en bebidas alcohólicas o las facturas de la luz, la limpieza y la propia peluquería de la Reina— aparecen desglosados en su web oficial, y desde hace siete años el palacio de Buckingham está considerado fiscalmente como una empresa. Isabel II paga impuestos desde 1993.
El ministro del Tesoro, George Osborne, anunció una reducción progresiva de su presupuesto, que alcanzará el 9% en 2015. Hace dos años, la monarquía costaba a cada británico 62 peniques anuales. La cifra se ha reducido a 51 peniques.
La asignación anual de casi nueve millones de euros que recibe para sufragar al personal a su servicio y otros gastos diarios (Civil List) apenas se ha visto alterada en dos décadas, al tiempo que en el último ejercicio contenía el coste de los viajes en avión (cuatro millones). Pero más difícil ha sido controlar el chorreo que supone el mantenimiento de sus palacios (15 millones). Por eso sufraga una parte (6,5 millones) de su propio bolsillo.
En Bélgica, Alberto II recibe con cargo al presupuesto 10,4 millones anuales, mientras que al príncipe Felipe, heredero de la corona, le están reservados 935 mil euros. Fabiola, la reina viuda, es remunerada con 1,4 millones de euros, y los otros dos hijos del soberano y de Paola, Astrid y Lorenzo, con 306 mil euros cada uno.
Los ingresos públicos de la familia real, suma de los recibidos por unos y otros con cargo a la Lista Civil y la Donación Real, están libres de impuestos. A grandes rasgos, los gastos de personal absorben las dos terceras partes de ese presupuesto regio. La siguiente mayor partida, con el 12,5%, se dedica al mantenimiento de las residencias. Por otras vías circulan fondos para la seguridad (unos 15 millones de euros anuales) o los gastos de viajes oficiales (en torno a los dos millones).
La Casa Real holandesa se reduce a tres personas: la reina Beatriz y sus herederos, los príncipes Guillermo y Máxima. Sólo ellos reciben un sueldo, libre de impuestos, que figura explicado en el sitio de internet del Servicio de Información del Estado.
El salario de la soberana asciende a 764.304 euros anuales. Su hijo Guillermo recibe 226.460 euros, y su esposa, Máxima, igual cantidad. La Reina reside, o bien utiliza para su labor, tres palacios —dos en La Haya y uno en Ámsterdam—, sostenidos también por el Estado. Sobre sus bienes privados, entre los que aparece un castillo, un barco, casas de vacaciones y otras propiedades, sí debe pagar impuestos. Los mismos que el resto de los holandeses.
La asignación estatal destinada a la Casa Real de Dinamarca, la más antigua del mundo y representada ahora por la reina Margarita, se ajusta dos veces al año. Todas las cuentas son auditadas de forma independiente. En octubre de 2011, el monto total de la Lista Civil ascendía a 75,5 millones de coronas (unos 10 millones de euros).
El príncipe consorte, Enrique, recibe un 10% de esta suma. Otro 1,5% es para la hermana de la Reina, la princesa Benedicta. El Gobierno cubre con la Lista Civil los gastos de personal al servicio de la soberana y de su esposo, la gestión de la Casa Real, gastos administrativos y los generados por varias propiedades. El príncipe heredero, Federico, dispone de 2,5 millones. Su esposa, la princesa Mary, un 10% de esta suma. El segundo hijo de la soberana, el príncipe Joaquín, unos 444 mil euros. Ninguno de ellos paga IVA.
Un equipo externo de auditores controla las cuentas reales suecas, dirigidas por un departamento de finanzas. Divididas en cuatro categorías, incluyen el palacio, la isla regia de Djurgarden, la administración propia de la Casa y las finanzas privadas de la familia del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia. Toda la familia paga impuestos.
La monarquía noruega tal vez sea la más vigilada de todas las europeas. Sus cuentas oficiales son revisadas por el Registro Mercantil, el Tribunal de Cuentas y el Parlamento.
En 2010, la Casa Real de Harald y Sonia recibió 22 millones de euros para cubrir gastos oficiales y privados y el mantenimiento de las propiedades. La pareja reinante recibiría algo más de un millón de euros. A los príncipes herederos, Haakon y Mette-Marit, les correspondería un millón. No pagan impuestos y sus finanzas privadas no se revelan.
La corona española en la mira
La corona española reveló que recibió este año de los Presupuestos Generales del Estado 8.434.280 millones de euros, de los cuales 292.752 corresponden al sueldo anual del rey Juan Carlos. La información salió en medio de la imputación al yerno del Rey de malversación de fondos públicos. EFE
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