El sultán de Brunei celebra por todo lo alto su 50 aniversario en el trono
ISMAEL ARANA Hong Kong
9 OCT. 2017 04:51
El sultán Hassanal Bolkiah asiste a la cerebración de sus 50 años en el trono en Bandar Seri Begawan (Brunei), el pasado jueves. BRUNEI PRIME MINISTERS OFFICEEFE
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Miles de personas se congregaron en la capital para ver al monarca, que desfiló junto a su esposa en una carroza dorada tirada por sus súbditos
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Con todo el lujo y boato que merecía la ocasión, el poderoso sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, celebró este jueves por todo lo alto sus 50 años de reinado sobre este pequeño y rico Estado del sureste asiático.Durante tan señalada jornada en el país, decenas de miles de personas se congregaron en las calles de la capital, Bandar Seri Begawan, para agitar sus banderas y tomar fotos del monarca, que desfiló junto a su esposa, Anak Hajah Saleha, en una carroza dorada tirada por decenas de sus súbditos antes de presidir una fastuosa ceremonia bajo la cúpula de su enorme palacio.
Hassanal Bolkiah, durante la fiesta, junto a su esposa, Anak Hajah Saleha. ROSLAN RAHMANAFP-PHOTO
El desfile, amenizado por orquestas folclóricas, supuso el punto culminante de las dos semanas de celebraciones oficiales organizadas en honor del segundo monarca con más años en el trono del mundo. Su medio siglo tan solo es superado por la reina de Inglaterra, Isabel II, que ostenta un reinado de 65 años.Hasanal Bolkiah, de 71 años, accedió a su cargo tras la abdicación de su padre en 1967, convirtiéndose en el vigésimo noveno sultán de una dinastía que lleva más de siete siglos gobernando este pequeño país tropical, enclavado en Malasia -en la costa norte de la isla de Borneo- y con una superficie similar a la de Cantabria. Con una fortuna valorada en unos 20.000 millones de dólares, unos 17.000 millones de euros (en su día fue el hombre más rico del mundo), la vida de Bolkiah está plagada de extravagancias, como la flota de 5.000 automóviles deportivos que mantiene -junto a aviones privados o helicópteros- o las dimensiones de su palacio. Situado a orillas del río, el complejo palaciego es más grande que la Ciudad del Vaticano y cuenta con casi 1.800 habitaciones y 290 baños.Además, este padre de 17 hijos es propietario de la cadena de hoteles Dorchester Collection, a la que pertenecen alguno de los más lujosos hoteles de París, Londres o Roma. En su día a día, también cumple las funciones de primer ministro, ministro de Defensa, ministro de Finanzas y es la cabeza de la religión islámica en su nación.
El sultán Muda Hassanal Bolkiah, monarca absoluto de Brunei, en el Palacio de Nurul Iman, su residencia oficial. OLIVIA HARRIS REUTERS
En sus cinco décadas al frente de una de las pocas monarquías absolutas que quedan, el monarca ha visto cómo su país lograba la independencia plena en 1984 tras casi un siglo bajo protectorado británico y cómo los estándares de vida de la población se posicionaban entre los más altos del mundo gracias a las enormes reservas de gas y petróleo que hay en el territorio, fuente de la inmensa riqueza de la nación y sus gobernantes. Sin embargo, su reinado también presenta oscuras sombras. Además de gobernar con puño de hierro a sus 400.000 súbditos, a menudo es criticado por los defensores de los derechos humanos por sus estrictas leyes islámicas y por la falta de democracia, incluyendo la falta de elecciones o una prensa libre.Brunei, donde un 80% de su población es musulmana, ha experimentado un viraje hacia el Islam radical en los últimos años. En 2014, el monarca sancionó la entrada en vigor de la ley islámica de la sharia, que prevé la amputación de miembros por hurto, la flagelación por consumo de alcohol o aborto o la lapidación en caso de adulterio. La introducción de esta normativa provocó una ola de indignación e incluso la condena de las Naciones Unidas, y hubo llamamientos a boicotear los hoteles pertenecientes al sultán.
El príncipe Eduardo de Inglaterra y el sultán Hassanal Bolkiah, el pasado viernes. AHIM RANIREUTERS
En los años 2000, una querella familiar sacó a la luz el ostentoso estilo de vida del hermano pequeño del sultán, el príncipe Jefri Bolkiah, acusado de haberse hecho con miles de millones en su época al frente del Ministerio de Finanzas en los años 90. Entre sus derroches figuran la tenencia de portarrollos de papel higiénico de oro, mantener un harén de amantes occidentales, la posesión de estatuas pornográficas en una propiedad de EEUU o de un yate de lujo llamado Tits (tetas, en inglés).
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Además, con la bajada global de los precios de la energía de los últimos años, los beneficios del Gobierno de Brunei se han hundido un 70%. Esto ha forzado a las autoridades a aceptar millonarias inversiones de China, sobre todo en proyectos clave de infraestructura. A cambio, el sultanato ha guardado silencio sobre las aspiraciones territoriales de Pekín en el Mar de China meridional, unas reclamaciones que se superponen a las propias de Brunei.Pero todo eso parece haber quedado de lado en la celebración de los festejos que está teniendo lugar estos días, una de las pocas ocasiones con las que cuenta con la población local para divertirse. Los festejos continuaron este viernes con la participación de dirigentes de varios países del Sureste Asiático y Oriente Medio, entre los que figuran el presidente filipino, Rodrigo Duterte, o la dirigente de facto de Birmania, Aung San Suu Kyi.
El sultán de Brunéi celebra a lo grande sus 50 años en el trono
Las ceremonias del aniversario de Hassanal Bolkiah, que durarán un mes, comenzaron con un paseo en carroza tirada por 50 de sus cortesanos
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El sultán Hassanal Bolkiah saluda a sus ciudadanos durante la cerebración de sus 50 años en el trono en Bandar Seri Begawan, el pasado 5 de octubre.
El sultán Hassanal Bolkiah saluda a sus ciudadanos durante la cerebración de sus 50 años en el trono en Bandar Seri Begawan, el pasado 5 de octubre. RUDOLF PORTILLO EFE
MACARENA VIDAL LIY
Pekín 9 OCT 2017 - 18:44 CEST
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Da igual que su país sea más pequeño que Palestina. El sultán de Brunéi es uno de los hombres más ricos del mundo, se puede permitir festejar a lo grande el 50º aniversario de su llegada al trono. Y a lo grande es a lo grande: llegando a palacio en una carroza tirada por 50 de sus cortesanos vestidos de gala para una fastuosa ceremonia, mientras que la quinta parte de la población lo aclamaba. Así es como ha celebrado el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, su medio siglo de reinado.
El soberano quiso tirar la casa por la ventana. Y cuando la casa, o el país, cuenta con enormes reservas de hidrocarburos y gas, se puede tirar mucho. Los festejos, que comenzaron el jueves pasado continuarán, durante un mes.
El sultán Hassanal Bolkiah y su esposa, Anak Hajah Saleja, durante su paseo en carrozaampliar foto
El sultán Hassanal Bolkiah y su esposa, Anak Hajah Saleja, durante su paseo en carroza ROSLAN RAHMAN AFP
El pistoletazo de salida a los festejos lo supuso el paso del sultán por el centro de la capital, Bandar Seri Begawan, aclamado por cerca de 80.000 personas, el 20% de la población de este país enclavado en la isla de Borneo. Muchas habían esperado durante horas, armadas de abanicos de papel y parasoles para soportar el calor, para ver al segundo monarca de mayor duración en el trono del mundo, solo superado por la reina Isabel II de Inglaterra. Vestido con brocados dorados, y acompañado por su esposa, la sultana Anak Hajah Saleja, y sus hijos, el soberano recorrió el centro de la ciudad en un carruaje arrastrado por 50 de sus cortesanos, vestidos ellos también con los colores oficiales de palacio, el negro y el dorado.
A su llegada al palacio, el sultán insistió en un discurso que “la responsabilidad del rey es hacia su pueblo, y el pueblo tiene una responsabilidad hacia el rey”, según Reuters. “Juntos, el rey y el pueblo guardan la confianza de la nación”. Los vítores y los gritos de “Larga Vida a su Majestad” solo fueron el comienzo.
El sultán Hassanal Bolkiah, revisa la guardia de honor durante la cerebración de sus 50 años en el trono.ampliar foto
El sultán Hassanal Bolkiah, revisa la guardia de honor durante la cerebración de sus 50 años en el trono. BRUNEI PRIME MINISTERS OFFICE EFE
El viernes, el soberano presidió un banquete de gala, con la presencia de representantes de otras familias reales y dirigentes de países vecinos, como la birmana Aung San Suu Kyi o el filipino Rodrigo Duterte. Las actividades de conmemoración continuarán con la inauguración del primer puente de suspensión por cable del país y un nuevo parque.
Heredero de una dinastía de más de siete siglos de antigüedad, Hassanal Bolkiah llegó al trono en octubre de 1967, tras la abdicación de su padre, el sultán Omar Ali Saifuddien. Tras la crisis del petróleo de 1973, y los precios desbocados del crudo, se convirtió en el hombre más rico del mundo. A lo largo de una década encabezaría la lista de millonarios mundiales de la revista Forbes, un puesto que la crisis financiera asiática en los años noventa y los derroches familiares se encargarían de ir rebajando. Aunque no es que tenga dificultades para llegar a fin de mes: se calcula que su fortuna supera los 16.000 millones de dólares (unos 13.600 millones de euros).
El sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, y la reina, junto al presidente filipino, Rodrigo Duterte (a la derecha), y su homólogo indonesio, Joko Widodo (a la izquierda), durante el banquete real.ampliar foto
El sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, y la reina, junto al presidente filipino, Rodrigo Duterte (a la derecha), y su homólogo indonesio, Joko Widodo (a la izquierda), durante el banquete real. RUDOLF PORTILLO EFE
En cualquier caso, los festejos de ahora no son lo más extravagante que el sultán ha llevado a cabo durante su largo mandato. El hombre que controla las cuentas de su país y que es dueño de la exclusiva cadena de hoteles Dorchester ocupa el mayor palacio de la tierra. Su mansión de cúpulas doradas cuenta con 1.800 habitaciones, cinco piscinas, una sala de banquetes con capacidad para 5.000 comensales y una mezquita que da cabida a 1.500 fieles, además de caballerizas con aire acondicionado y un garaje para un 5.000 automóviles. Porque el sultán es un enamorado de los coches de lujo. El Libro Guinness de los récords le incluye como el propietario de la mayor colección privada de Rolls Royce.
Pero aunque le guste hacer ostentación de su riqueza, este soberano absoluto, infalible según la Constitución nacional, es muy popular en su país gracias a medidas como una sanidad gratuita o el que sus ciudadanos no tengan que pagar impuestos.
El sultan de Brunéi, durante su discurso a su llegada al palacio.ampliar foto
El sultan de Brunéi, durante su discurso a su llegada al palacio. AFP
Esa popularidad es menos entusiasta en el extranjero, donde se recuerdan escándalos como las acusaciones de Miss Estados Unidos 1992, Shannon Marketic, de haberla secuestrado y utilizado como esclava sexual durante un mes, que quedaron en nada debido a la inmunidad del sultán. O la imposición de la ley islámica, la Sharia, desde 2014 en todo su país. No es posible consumir alcohol ni, desde 2015, celebrar en público las Navidades.
Aunque los fastos pueden estar tocando a su fin, y no solo porque esté previsto que las reservas de gas e hidrocarburos vayan a agotarse en un par de décadas. Los bajos precios del crudo de los últimos años han hecho de este país el único de la ASEAN, la asociación de naciones del sureste asiático, en recesión durante los últimos tres años. Una situación que ha empujado al sultanato, política y económicamente, más cerca de China.
FuenteEl sultanato de Brunéi introduce la ley islámica que prevé la lapidación
Muchos habitantes consideran que la iniciativa del sultán contradice la apertura internacional y la modernidad crecientes del reino. También consideran que no se aviene con la mentalidad de los malayos, la etnia mayoritaria, que tiene una visión más flexible de la ley islámica.
EL UNIVERSAL
martes 22 de octubre de 2013 07:24 AM
Bandar Seri Bagawan, Brunéi- El pequeño sultanato de Brunéi, situado en la isla de Borneo, adoptó este martes la instauración de la sharia o ley islámica que prevé, entre otras cosas, la lapidación en caso de adulterio.
El sultán Hasanal Bolkiah, uno de los hombres más ricos del mundo, anunció en un discurso oficial la promulgación de un nuevo código penal islámico que entrará progresivamente en vigor en los próximos seis meses y sólo se aplicará a los musulmanes, informó AFP.
La nueva legislación prevé la amputación de miembros como sanción para los ladrones, la flagelación en caso de consumo de alcohol o aborto y la lapidación como castigo para los adúlteros.
"Con la entrada en vigor de esta legislación, cumplimos nuestro deber con Alá", declaró el sultán.
El sultanato de Brunéi, un Estado minúsculo situado en la costa norte de la isla de Borneo, es uno de los países más ricos del mundo gracias a sus inmensos recursos en hidrocarburos.
Los dos tercios de sus 400.000 habitantes son musulmanes, el 13% de la población es budista y el 10%, cristiana.
El islam es la religión oficial del país, considerado más conservador que sus vecinos, como Malasia e Indonesia.
El consumo de alcohol está prohibido y la práctica de otras religiones se rige por una reglamentación estricta.
Brunéi cuenta ya con dos sistemas judiciales: uno civil y otro islámico. Este último se ocupa de los litigios menos graves, como los matrimoniales.
El sultán Hasanal Bolkiah intentaba desde 1996 hacer aplicar la sharia.
La crítica política es muy escasa en este pequeño país, pero la aplicación de la "sharia" sí que se ha convertido en una fuente de discordia.
Muchos habitantes consideran que la iniciativa del sultán contradice la apertura internacional y la modernidad crecientes del reino. También consideran que no se aviene con la mentalidad de los malayos, la etnia mayoritaria, que tiene una visión más flexible de la ley islámica.
"Me parece casi incompatible con la cultura malaya, que es tranquila", dice Tuah Ibrahim, un conductor de bote-taxi de la capital, Bandar Seri Begawan.
"No me imagino que mi país se convierta en una nueva Arabia Saudí", dice.
Su Majestad Paduka Seri Baginda Sultan Haji Hasanal Bolkiah Mu'izzaddin Waddaulah, que es como se hace llamar oficialmente, reina como monarca absoluto en este pequeño territorio desde 1967, el año en que sucedió a su padre.
El sultán es conocido por su inmensa riqueza, estimada en 20.000 millones de dólares por la revista estadounidense Forbes. Prueba de ello es su colección de miles de Rolls-Royce, Aston-Martin y Lamborghini.
En los últimos años parece haber tendido a una mayor ortodoxia islámica. El sultán hizo obligatorios la enseñanza de la religión para todos los niños musulmanes, y el cierre de todos los comercios durante la oración del viernes.
Fuente