Malasia

La boda real de un modelo y ex futbolista holandés con una princesa, hija de un rico sultán de Malasia

EDUARDO ÁLVAREZ
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15 AGO. 2017 16:18

La princesa Tunku Tun Aminah y Dennis Muhammad Abdullah, en su boda. AFP

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Fastuosa ha sido la boda de la princesa Tunku Tun Aminah, hija del sultán de Johor, con Dennis Verbaas, que ahora se llama Dennis Muhammad Abdullah
Se conocieron hace tres años, cuando él era director de Marketing de un club deportivo en Singapur. Antes había sido modelo
Una boda real es, por definición, un acontecimiento fastuoso. Pero si, encima, se trata de la ceremonia de la hija de uno de los sultanes que gobiernan en Malasia, la pompa se multiplica. Porque en el país del sudeste asiático la realeza todavía se identifica con el lujo y el esplendor que ha mantenido la monarquía a lo largo de los siglos.Y fastuosa ha sido este lunes la boda de la princesa Tunku Tun Aminah, de 31 años, única hija del sultán de Johor -uno de los nueve sultanatos que integran la peculiar confederación malaya-, con el holandés Dennis Verbaas, un joven de 28 años que vio truncada hace tiempo su incipiente carrera como futbolista por culpa de las lesiones, pero que ahora se ha convertido en todo un príncipe, muy al estilo de los de Las mil y una noches. El novio, que se vio obligado a abrazar la fe musulmana para poder casarse, ha tenido también que cambiar su identidad, conforme a las leyes islámicas que rigen en Johor, y ahora se hace llamar Dennis Muhammad Abdullah.
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Las manos de la princesa Tunku Tun Aminah, en su boda. AFP
Los festejos nupciales han sido interminables. Comenzaron con la ceremonia de compromiso a las 10 de la mañana, un evento privado reservado para familiares y amigos cercanos. Después, tuvo lugar la ceremonia de akad nikah (solemnización), en la que los novios se convertían oficialmente en marido y mujer. Y, por tratarse de la hija de un sultán soberano, por la tarde se celebró en el salón de Estado del Palacio Real de Johor el solemne banquete con presencia de más de 1.200 invitados, incluidos miembros de las nueve familias reales de Malasia o el sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, uno de los hombres más ricos de la Tierra. El padre de la novia -el sultán Ibrahim Ibni Almarhum Sultán Iskandar- llegó en un impresionante Rolls Royce azul y blanco. A él le siguió una interminable caravana de cochazos que transportaban a los hermanos de la novia y al resto de sus familiares, justo antes de que la protagonista del día hiciera acto de aparición.Una bonita historia de amorLa princesa Tunku y Dennis Verbaas se conocieron hace tres años. El novio nació en LIsse, un pueblecito cerca de Amsterdam. Empezó a estudiar Ingeniería mecánica, pero enseguida vio que podía sacar mucho partido a su palmito, y el tiarrón empezó a ejercer como modelo en Holanda. Apenas veinteañero, su sueño era convertirse en futbolista profesional. Pero mientras disputaba un partido de fútbol en un equipo de categorías inferiores, sufrió una arritmia cardiaca que, al parecer, a punto estuvo de costarle la vida.

Séquito de las autoridades que asistieron a la boda 'real'. AFP
Para dar un giro copernicano a su vida, se trasladó al sudeste asiático, donde durante algún tiempo siguió ejerciendo como modelo fotográfico. Al poco tiempo, en Singapur fue fichado como director de Marketing de un club deportivo local. Fue en la ciudad-estado donde conoció a la princesa. El sultán de Johor dio la bendición al noviazgo. Pero comenzó entonces un complejo proceso de aprendizaje para el novio, a lo My Fair Lady, pero en chico. Dennis empezó por convertirse al islam en mayo de 2015. Y, desde entonces, no ha parado de recibir clases coránicas y de disciplinas como protocolo. Además, está aprendiendo la lengua malaya, así como todo sobre las costumbres, la cultura ancestral y las tradiciones del país. Lo más difícil para el joven ha debido de ser aprender la rígida etiqueta de palacio.

Otro momento del enlace. AFP

Malasia es una singular Monarquía constitucional electiva. Sus reyes son rotatorios. El último accedió al trono el pasado diciembre. Permanecen en el cargo sólo cinco años. Antes deben ser elegidos en un cónclave de los sultanes soberanos. Uno de ellos, el de Johor, es conocido en Occidente por sus excentricidades. Tiene una colección de más de 300 coches y motos donde se cuentan por decenas los Rolls-Royces, Bentleys, Aston Martin, Mercedes y BMW. Y recientemente adquirió un avión Boeing 737, que hizo pintar en oro. Está claro que su yerno, el nuevo príncipe del reino, no se va a aburrir.
Fuente

El nuevo rey de Malasia sube al trono
El sultán de Kelantan, Mohamed V. EL MUNDO

Los reyes sólo ocupan el cargo cinco años en esta monarquía rotatoria
El sultán de Johor rechazó ser jefe de Estado, sustituyéndole el de Kelantan
EDUARDO ÁLVAREZ
13/12/2016 03:06

No existe ningún reino en el mundo como Malasia. El país del sureste asiático, una confederación de 13 estados y tres territorios federales, con más de 27 millones de habitantes, es una Monarquía constitucional electiva. Sus reyes son rotatorios. Como si de presidentes de república se tratara, permanecen en el cargo sólo cinco años, el tiempo del mandato al que acceden al subir al trono. Antes deben ser elegidos en un cónclave de sultanes electores tan misterioso y cargado de rituales como el del colegio de cardenales que designa a cada Papa por inspiración del Espíritu Santo.Hoy es un día histórico en Malasia. Porque este martes se proclama a su rey número 15 desde la independencia del país. El sultán Mohamed V de Kelantan ha sido el elegido para ceñirse la corona. De 47 años, el más joven de los gobernantes malayos es soberano de Kelantan desde septiembre de 2010, cuando sucedió a su padre, incapacitado tras sufrir meses antes un derrame cerebral. Hay que decir que en Malasia nueve de sus regiones siguen gobernadas por sultanes o reyes, que en sus respectivos territorios sí son monarcas a la vieja usanza, es decir, vitalicios.La capital del reino, Kuala Lumpur, ha organizado los fastos de entronización, con desfile militar incluido, la presencia de las principales autoridades políticas de la nación y la asistencia de decenas de miembros de las familias reales malasias. Predominará, como manda la tradición, el amarillo, el color ligado a la realeza en todo el sudeste asiático.Pero la proclamación coincide con una profunda crisis política en la nación. Desde hace meses, se suceden las manifestaciones de ciudadanos que exigen la dimisión del primer ministro Najib Razak, implicado en el desvío de millones de euros de un fondo de inversión estatal. El episodio ha coincidido con un momento de fuerte descrédito de la democracia local y numerosas organizaciones reclaman reformas institucionales profundas, limpieza y transparencia en los procesos electorales y acabar con las prebendas de la casta política. Es la globalización de la indignación, está claro.El rey de Malasia, igual que en las monarquías parlamentarias occidentales, cumple un papel fundamentalmente protocolario. Sin embargo, no hay que desdeñar su importancia. En primer lugar, porque al tratarse de una confederación de estados, el monarca representa la unidad de todo el reino. Pero, además, su figura se ha convertido en garante del respeto a las distintas etnias y minorías religiosas de la nación. Esto es algo especialmente importante en una zona del mundo donde los conflictos interétnicos están a la orden del día. La Constitución de la confederación presta especial atención al respeto de las minorías y, aunque los reyes siempre pertenecen a la mayoritaria etnia malaya, deben velar por su integración y trato igualitario. Por otra parte, el rey de Malasia es el jefe simbólico del islam en el país -la religión con más seguidores-, pero igualmente es el garante de que los ciudadanos que profesan otros credos, como el budismo o el hinduismo, vean respetada su libertad religiosa. En los últimos años, Malasia trata de prevenir el desafío global del radicalismo religioso y algunos sultanes se han visto envueltos en polémicas por proselitismo islámico.Como la mayoría de los monarcas del mundo, el rey también es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y su rol político más importante tiene lugar en cada investidura del primer ministro, ya que la alta fragmentación parlamentaria le convierte a veces en un imprescindible muñidor de gobiernos.Existen notables restricciones a la libertad de prensa a la hora de informar sobre las disolutas vidas de algunos miembros de las familias reales malayas. Y no suelen ver la luz la mayoría de sus escándalos ni cuestiones comprometidas para la monarquía. Por eso provocó un pequeño terremoto el pasado cónclave de sultanes, ya que el primer elegido para ser hoy entronizado rey fue el sultán de Johor, Ibrahim Sultan Iskandar, que declinó la oferta. La crisis se solventó con la designación unánime del sultán de Kelantan.El nuevo rey sustituye en el trono a Abdul Halim, quien, a sus 89 años, era el monarca más longevo del mundo, sólo por detrás de Isabel II de Inglaterra. El ya ex soberano ha sido hasta la fecha el único sultán que ha reinado dos veces en Malasia. Cosas de la edad. Y del sistema monárquico más peculiar del planeta.


Rey de Malasia, dos veces rey
Tuanku Abdul Halim llega al trono de nuevo en un giro histórico
GEORGINA HIGUERAS
Madrid 13 ABR 2012 - 18:27 CEST

El rey de Malasia, Abdul Halim, durante su coronación. GTRES
Alrededor de mil invitados asistieron el pasado miércoles a la coronación de Tuanku Abdul Halim Muadzam, entronizado en diciembre pasado como 14º rey de la monarquía rotatoria de Malasia y único que hasta ahora asciende al trono por segunda vez. Abdul Halim, de 84 años, es el sultán del Estado de Kedah, situado en el norte de Malasia.

La pomposa ceremonia, que cuenta con una tradición centenaria, se celebró en el recientemente construido palacio de Istana Negara de Kuala Lumpur, la capital de este país del sureste asiático. Entre los invitados se encontraban los ocho restantes sultanes malayos, miembros del Gobiernos federal y de funcionarios de los 13 Estados y tres territorios de Malasia, además de numerosos dignatarios extranjeros.

Malasia tiene un sistema de monarquía constitucional rotatoria, por la que se suceden en el trono cada cinco años los nueve sultanes de la federación, cuyo territorio se encuentra dividido por el mar del Sur de China. Los nueve sultanatos están en la península occidental. La parte oriental de Malasia está en la zona norte de la isla de Borneo.

El rey, jefe simbólico del islam y comandante en jefe de las fuerzas armadas, tiene como principal misión la representación de la nación. Pese a su papel ceremonial del rey, la monarquía es una institución muy respetada sobre todo entre la mayoría malaya, que supone algo más de la mitad de los 28 millones de habitantes del país. El resto de la población lo componen un 25% de origen chino, un 11% de aborígenes de Borneo y un 8% de origen indio.

El ministro de Información, Comunicación y Cultura, Rais Yatim, declaró al confirmar que los programas especiales y eventos para celebrar la coronación del nuevo rey se prolongarán hasta el 21 de abril, que la monarquía “debe aceptar cambios en su estructura” para adaptarse a los tiempos que corren y “ser bien aceptada” por la comunidad. El ministro insistió en que la supervivencia de la institución monárquica depende “del apoyo del pueblo” y que ese apoyo no debe de sustentarse en la tradición sino en que la gente este “orgullosa” de su rey, según informa en su web en inglés el Sin Chew Jit Poh.

Tuanku Abdul Halim fue proclamado sultán de Kedah en 1958 y fue coronado por primera vez rey de Malasia en 1970. Padre de tres hijas, Halim es definido como un rey cordial, amante del golf y entusiasta de otros deportes como el fútbol. El Borneo Post destaca como curiosidad que durante esos primeros cinco años de reinado tuvo como primer ministro al padre del actual jefe del Gobierno Datuk Seri Najib.

Malasia experimentó un enorme crecimiento durante los gobiernos del poderoso primer ministro Mahathir Mohamad (1981-2003), cuando el país se convirtió en uno de los llamados pequeños dragones asiáticos. Mahathir recortó el poder de los sultanes y de la monarquía.

Fuente

¿Cuántas monarquías hay en el mundo y cuánto poder tienen? Hay monarcas que gobiernan, otros que tienen algo de influencia, y varios ...