Dinamarca

Cuarenta y cinco años del reinado de Margarita de Dinamarca

Artista y bohemia ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder de vista las tradiciones

CARMEN CALVO
CORRESPONSAL EN COPENHAGUE
14/01/2017 01:21h
Actualizado:
14/01/2017 11:42h
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Los nietos de la reina Margarita se quedan sin paga
La faceta más artística de la Reina Margarita de Dinamarca
Se cumplen este sábado cuarenta y cinco años de la subida al trono de la Reina Margarita de Dinamarca, una fecha especial en la que, sin embargo, no hay previstos actos oficiales, según ha confirmado a ABC un portavoz de la Casa Real danesa. Nacida en 1940, se convirtió en monarca tras la muerte de su padre, el rey Federico IX, después de que una reforma en la Constitución permitiera que el trono pudiera ser heredado por una mujer.

Bohemia, artista, liberal, discreta, generosa son algunos de los calificativos que suelen describir a la reina de una de las monarquías más antiguas del mundo, cuyos orígenes se remontan al siglo X. La Reina Margarita goza de gran popularidad y del cariño de sus súbditos por esa manera de combinar tradición y modernidad, lujo y sencillez, cercanía en el trato y rigidez en las normas. No tiene complejos a la hora de lucir las magníficas joyas de la corona o sus estolas o abrigos de piel cuando cree que la ocasión lo merece, pero también es capaz de disfrazarse de mendiga para interpretar un pequeño papel en el cine. Y es que el arte es otra de sus grandes pasiones, desde la pintura hasta las ilustraciones para libros, pasando por colaboraciones con el mundo del teatro y el ballet donde en numerosas ocasiones se ha encargado de diseñar la escenografía o el vestuario.

En su vida parece tener dos pasiones irrenunciables: el tabaco y el trono. Aunque hace años que no fuma en público, no se le pasa por la cabeza dejar los cigarrillos, según confesó en una reciente entrevista con la revista alemana Spiegel. Y, por lo que respecta a su reinado, la abdicación no parece formar parte de su vocabulario ya que, como dijo en una ocasión, seguirá reinando «hasta que se caiga de sus zapatillas».


Gtres
Cincuenta años de matrimonio con un príncipe inconformista

Si su manera de representar a la monarquía ha dejado pocos resquicios a las críticas, en lo que concierne a su matrimonio, los daneses han sido menos comprensivos ante las salidas de tono y los desprecios del Príncipe Enrique, un aristócrata francés, amante del arte, la literatura, el vino y los viajes, que no supo encontrar su lugar en la corte y se consideró humillado por no haber sido nombrado rey consorte y tener que conformarse con un título menor, como es el de príncipe. La reina siempre ha dado muestras de una gran tolerancia, respeto y complicidad con su marido y ha encontrado excusas para justificar las ausencias de este en actos oficiales, sobre todo en los últimos años. Como el célebre resfriado que le «obligó» a guardar cama y no asistir a las fiestas de celebración del setenta y cinco cumpleaños de Margarita, pero no le impidió viajar unos días después a Italia con un grupo de amigos. O sus escapadas al Château de Cayx, una propiedad vitivinícola de 21 hectáreas en el sur de Francia, donde disfruta con la elaboración de sus vinos de la variedad de uva Malbec.


Ahora que el Conde de Laborde de Monpezat lleva un año jubilado de sus obligaciones oficiales, parece encontrarse más relajado y la pareja se deja ver sonriente en reuniones familiares o vacaciones. Precisamente el próximo mes de junio se cumplirán cincuenta años desde que contrajeron matrimonio en la iglesia de Holmens en Copenhague, unas bodas de oro que, como anunció la Reina en su discurso de fin de año, celebrarán en la intimidad con su familia.


Gtres
Dos hijos, tres nueras plebeyas, un divorcio y ocho nietos

La naturalidad aparente con la que Margarita de Dinamarca aceptó las bodas de sus dos hijos con plebeyas, se debe, en opinión de algunos expertos, al hecho de que sus futuras nueras eran extranjeras. Primero fue el Príncipe Joaquín quien contrajo matrimonio en 1995 con la británica nacida en Hong Kong, Alexandra Manley. Los diez años de convivencia de la pareja acabaron en sonado divorcio, el primero en la monarquía danesa desde 1846, una separación por la que la reina mostró su profundo pesar aunque respetó la decisión de su hijo. El anuncio de la separación se produjo meses después de que el heredero de la corona, el Príncipe Federico, se casara con la australiana Mary Donaldson, una mujer jovial y familiar que, a lo largo de estos años, se ha adaptado perfectamente a la vida en palacio.

La segunda boda del príncipe Joaquín, esta vez con la francesa Marie Cavallier parece que, por fin, ha hecho sentar la cabeza al joven, para tranquilidad de la reina, y ha obligado a que Mary y Marie, que, además de compartir nombre tienen un gran parecido físico, se repartan el protagonismo en algunos actos oficiales. La rivalidad entre ellas es bastante evidente pero la reina no da muestras de favoritismos y disfruta con la compañía de sus nueras y sus dos hijos en sus apariciones públicas.

Fruto de estas tres bodas son ocho nietos, cinco varones y tres niñas, que han forzado a la corona a explicar que, una vez alcancen la mayoría de edad, no dispondrán de una asignación oficial, con la excepción del Príncipe Christian, segundo en la línea de sucesión al trono tras su padre, el Príncipe Federico. Quitar la paga a los nietos, al menos la que sale de los bolsillos de los daneses, es una concesión que Margarita de Dinamarca está dispuesta a hacer para que la monarquía siga contando con la simpatía de su pueblo, quien sabe durante cuántos años más.
La reina Margarita de Dinamarca acompañada de sus nietos - CASA REAL
Los nietos de la reina Margarita se quedan sin paga

El Estado danés solo financiará al príncipe Christian cuando cumpla 18 años

CARMEN CALVO
@abc_gente
Corresponsal en Copenhague
08/06/2016 01:08h
Actualizado:
08/06/2016 01:14h
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Ocho nietos reales son demasiados nietos para el contribuyente danés por lo que los partidos políticos comienzan a debatir si es adecuado que todos los descendientes de la reina Margarita tengan una asignación del Estado una vez que cumplen dieciocho años. Aunque desde 1849 hasta 1995 tan solo los príncipes herederos, sus esposas y sus viudas tenían derecho a una paga anual, la boda del príncipe Joaquín, hijo menor de la Reina, con Alexandra Manley, llevó a un generoso cambio de leyes en el que se decidió que los vástagos de la pareja también tendrían una asignación. Pero ahora que el príncipe Nicolai, el primer hijo fruto de este matrimonio, está a punto de llegar a la mayoría de edad, parece que los partidos están de acuerdo en que todos los nietos excepto el príncipe Christian, segundo en la línea de sucesión al trono, tras su padre el Príncipe Federico, se busquen la vida y no sean una carga para las finanzas del Estado.

La directora de comunicación de la Casa Real danesa, Lene Balleby, se ha adelantado a las discusiones y ha declarado que no entra en los planes de la familia real ni ha entrado nunca que ningún nieto, con la excepción del Príncipe Christian, el hijo mayor del Príncipe Federico, reciba una asignación. Así, la monarquía danesa da por finalizado el debate y muestra que está dispuesta a volver a las leyes vigentes hace veinte años para su manutención.

Lo cierto es que la Casa Real de Dinamarca no quiere perder el cariño de su pueblo ya que, según una encuesta de TV2 y del diario Politiken, siete de cada diez daneses consideran que los hijos del príncipe Joaquín tendrán que buscar un medio de vida y no recibir fondos del estado. «Es bastante inteligente de parte de la Casa Real salir ahora con estas declaraciones. De esta manera, se aseguran mantener la popularidad y el apoyo, algo muy especial para Dinamarca. Habrían podido poner en riesgo los altos índices de respaldo con los que cuentan en la actualidad si hubieran empezado a pedir que este príncipe o esta otra princesa tuvieran asignaciones», explicó en el periódico Berlingske Lars Hovbakke Sørsensen, un profesor de historia experto en la familia real danesa y que considera que es bastante poco habitual que los reyes entren en un debate político acerca de sus presupuestos.

En total, la Casa Real danesa recibe anualmente cerca de 100 millones de coronas (13,5 millones de euros) que se distribuyen entre los diferentes miembros de la familia. El pasado año, debido a los fastos para celebrar el 75 cumpleaños de la reina Margarita y a renovaciones en los palacios, los presupuestos de la Reina presentaron un déficit cercano a 350.000 euros que, en ningún caso, será asumido por los ciudadanos sino que la propia monarquía pagará de sus ahorros. Más frugal fue la familia de la Princesa Mary, esposa del Príncipe heredero Federico, que consiguió ahorrar casi 100.000 euros de los tres millones y medio que tenía asignados. Y es que, últimamente, empieza a ser habitual ver cómo recicla su vestuario en cenas y recepciones oficiales, incluyendo los accesorios, ya que tan pronto luce una gargantilla como la transforma en tiara. Eso sí, dicen que los bolsos siguen siendo una de sus pasiones, con una colección valorada en 200.000 euros entre los que se incluye un Birkin de Hermès de 40.000 euros.


Y en este debate sobre las finanzas reales tampoco queda a salvo Alexandra Manley, condesa de Frederiksborg y primera mujer del príncipe Joaquín, hijo pequeño de la reina Margarita. A pesar de que la pareja se divorció en 2005, Alexandra recibe una asignación anual de 310.000 euros que muchos daneses creen debería dejar de percibir, ya que no desempeña ningún papel oficial en la monarquía.

DINAMARCA | Fastos por el aniversario de su conoración
Miles de daneses homenajean a la reina Margarita por sus 40 años en el trono
Miles de personas observan el cortejo real. | AFPMiles de personas observan el cortejo real. | AFP
Efe | Copenhague
Actualizado domingo 15/01/2012 12:29 horas
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Miles de daneses acompañaron este sábado a la reina Margarita II por las calles de Copenhague para celebrar sus cuatro décadas en el trono de este país nórdico.

Un día como hoy, en 1972, fallecía su padre, el rey Federico IX, lo que convertía a la entonces princesa Margarita en reina, aunque el nombramiento no fue formalizado hasta la jornada siguiente.

La monarca danesa quiso abrir este sábado el programa de festejos con una ofrenda floral en la catedral de Roskilde, al oeste de la capital, en el mausoleo de su padre y la tumba de su madre, la reina Ingrid.

Allí estuvo acompañada por sus dos hermanas, la princesa Benedicta y Ana María de Grecia, además de por su esposo, el príncipe consorte Enrique, y el resto de la familia real danesa.

De vuelta a Copenhague, Margarita y Enrique recorrieron en carroza el centro de la ciudad, precedidos por la guardia real, desde el palacio real de Amalienborg hasta el ayuntamiento.

'Cálida acogida' ciudadana

A lo largo de todo el recorrido, de una media hora de duración, recibieron el afecto de miles de personas, apostadas en las calles para saludar a la reina, muy popular en Dinamarca y a la que, según encuestas recientes, apoya el 80% de la población.

Ya en el interior del consistorio, Margarita y el resto de los invitados -entre ellos los reyes de Suecia y de Noruega y miembros del Gobierno danés- asistieron a una recepción en honor de la homenajeada, en la que ofició de anfitrión el alcalde de la ciudad, Frank Jensen.

Un coro de más de medio millar de voces de toda Dinamarca y sus territorios autónomos de Groenlandia y las islas Feroe interpretó, junto con la Orquesta Armónica de Greve y la banda de música del parque de atracciones Tivoli, una cantata compuesta especialmente para la reina con motivo de la ocasión.

La reina Margarita de Dinamarca y el príncipe consorte Enrique (i). | EfeLa reina Margarita de Dinamarca y el príncipe consorte Enrique (i). | Efe

En un breve discurso, Margarita II agradeció la "cálida acogida" ofrecida por sus paisanos a lo largo del desfile, antes de disfrutar de un breve almuerzo con el resto de invitados.

En la plaza del consistorio, unas 5.000 personas desafiaban al frío entonando el himno nacional y ensayando una pequeña canción estrenada este sábado para festejar a la reina, que acompañada por su esposo salió poco minutos después a saludar al balcón entre gritos de júbilo y un mar de banderas danesas.

El programa de festejos cerrará esta noche con una gala en el Salón de Conciertos de la televisión pública DR, a la que acudirá la familia real.

Las celebraciones -cubiertas en directo por la DR y el canal semipúblico TV2- continuarán este domingo con un consejo de Estado en el palacio de Christiansborg, sede del Parlamento, seguido por la entrega de regalos del Gobierno y del Congreso a la reina.

El príncipe heredero Federico homenajeará a su madre y a los invitados extranjeros con un almuerzo y, desde el balcón de Amalienborg, la reina volverá a saludar a los miles de daneses que se espera acudan a la plaza del palacio real.

Un servicio religioso precederá al acto final, una cena de gala en palacio.

El de este domingo será el consejo de Estado número 500 de Margarita II, cifra que no es casual, informó el diario 'Politiken', uno de los más prestigiosos del país.

La Casa Real ha admitido que se convocaron reuniones extraordinarias de este organismo en los últimos meses sin otro motivo que hacer coincidir con el aniversario de su coronación el consejo número 500.

El Movimiento a favor de una Constitución Republicana calificó de "despreciable" esta decisión, que no ha recibido mucha atención en medio de los fastos organizados para homenajear a Margarita II.

La monarca, de 71 años, reiteró hace días que no piensa abdicar y que considera que su condición de reina es "un deber de por vida".

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